Cambio de artículo por eufonía

Cuando la águila se volvió el águila

¿Por qué está mal decir: “La hacha peligrosa”?

¿Por qué está bien decir: “La peligrosa hacha”?

¿Por qué está mal decir: “Tengo mucho hambre”?

Síndrome

Uso del artículo femenino ante un sustantivo femenino que comienza por a– o ha– tónicas: prohibido la águila, la hacha, la alma. Al corregir el sonido desagradable de a final con a inicial tónica, llamado cacofonía —sonido rechinante—, puede incurrirse en otra enfermedad, que es pensar que se cambió el género del sustantivo y de las concordancias que lo acompañan.

Diagnóstico

¿La hambre o el hambre? ¿Tengo mucho hambre o tengo mucha hambre? ¿Por qué se dice el hambre, pero se habla de mucha hambre? Hambre es un sustantivo femenino y, sin embargo, se usa un artículo masculino para evitar la cacofonía de la doble a.

Se presenta, pues, un cambio de género en el artículo. Aprovecho el tema para aclarar que entre palabras no se habla de sexo, sino de género.

Tratamiento

Cuando un sustantivo singular femenino comienza por a– o ha– tónicas (es decir, acentuadas, aunque no necesariamente con tilde), el artículo que se emplea pasa a ser masculino: el águila, el hacha, un alma, un área.

En plural, en cambio, se mantiene el femenino: las águilas, las hachas, unas almas, unas áreas.

Aquí vale la pena aclarar que hay dos tipos de artículos: el definido (también se le dice determinado): el, la, los, las; y el indefinido (o indeterminado): un, una, unos, unas. En el primero se parte de la base de que la referencia del nombre es conocida o supuesta por los interlocutores, mientras en el segundo se introduce por primera vez.

Si el determinante que antecede al sustantivo femenino que comienza con a– o ha– tónicas es indefinido, se respeta el género femenino: mucha agua, poca hambre, tanta agua, demasiada hambre.

En el caso de los determinantes demostrativos este, ese y aquel mantienen la forma femenina ante sustantivos que comienzan con a– o ha– tónicas: esta hacha, esa águila, aquellas almas.

Y los indefinidos un, algún y ningún mantienen sus formas masculinas: un arpa, algún alga, ningún ave. Otra cosa sucede con el plural, que rompe la secuencia de las aes y permite el género femenino: unas arpas, algunas algas, ningunas aves.

Si hay un adjetivo entre el artículo y el sustantivo, el femenino no se ve afectado: la preciosa águila, la filuda hacha, una triste alma, una enorme área. Es decir que esta regla solo afecta al sustantivo y es incorrecto establecer concordancias, pues no ha cambiado el género: solo el artículo y por razones eufónicas (para convertir un sonido desagradable en un sonido armonioso):

 

prohibido El tema entró al área crítico.

prohibido Al infierno va el alma del pecador y, en general, todo alma condenado.

prohibido Me gusta el agua tibio.

 

Ahora bien, como toda norma que se respete, esta presenta algunas excepciones. Son sencillas: la norma no afecta a las letras del abecedario, a los nombres propios ni a los patronímicos. Se dice, pues, La Haya, la Álvarez, la Ana, la a o la alfa.

Receta

La única fórmula es observar si la a inicial es acentuada. En ese caso, hay que recordar que se cambia el género del artículo. Pero solo el del artículo.

Aprovecho para comentar un tema sobre el que he recibido varias consultas. Azúcar no es palabra con la a inicial acentuada; por tanto, no padece un problema de cacofonía que deba solucionarse con el cambio de artículo. La razón por la cual se dice el azúcar morena o el azúcar refinada (aunque también valdrían el azúcar moreno o el azúcar refinado) es un eco de normas medievales de gramática castellana que hacían obligatorio el artículo el en toda palabra que empezara por vocal, tónica o no.

El sustantivo azúcar es ambiguo, como otros que admiten los dos géneros: la mar/el mar, el arte abstracto/las artes plásticas, la calor/el calor

Así, pues, la forma la azúcar es poco usada, pero correcta.

Denominación técnica de enfermedad

Problemas con el cambio eufónico de género en artículos que preceden un sustantivo femenino que comienza por a– o ha– tónicas.