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Emocionante. Es la palabra en la que coinciden médicos y arqueólogos para definir el estudio integral realizado a cuatro momias, tres egipcias y una guanche, con un equipo de tomografía computarizada (TC) de última generación. El convenio de colaboración entre el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y el Museo Arqueológico Nacional (MAN) ha hecho posible esta investigación científica, pionera en nuestro país y liderada por prestigiosos especialistas en diagnóstico por la imagen y reconocidos egiptólogos. Una cita con la historia que ha desvelado los numerosos secretos que durante milenios han permanecido ocultos bajo los vendajes de las momias, sometidas en esta investigación al ojo que todo lo ve de un escáner y protagonistas de las conclusiones sobre ellas de importantes expertos en medicina y arqueología.

Las más de 2000 imágenes transversales de alta resolución que se han obtenido de cada momia han permitido reconstruir en tres dimensiones los cuerpos, logrando con ello obtener referencias tan relevantes como sorprendentes que iremos desgranando a lo largo de este libro. La reproducción en 3D no solo ha permitido descubrir datos generales del interior de las momias a través de sus vendas, sin manipularlas, sino que les ha puesto rostro, género, edad a la que murieron, tiempo histórico en el que vivieron, características de las momificaciones, enfermedades óseas padecidas, caries dentales y hasta su rango social.

El equipo con el que se han escaneado las momias es el más moderno de los existentes en el ámbito del diagnóstico por la imagen. Tiene capacidad para hacer estudios con una gran definición, en un tiempo muy corto y con una dosis de radiación inferior al 80 % con respecto a los equipos de TC convencionales. El Hospital Universitario Quirónsalud Madrid ha aportado para esta aventura científica su reconocida tecnología del más alto nivel aplicada a la detección, el diagnóstico y el seguimiento de las enfermedades.

Y si importante ha sido para esta investigación la utilización de herramientas técnicas avanzadas, el éxito ha sido incuestionable gracias a que ha estado en manos de un equipo de prestigiosos médicos y arqueólogos, que ha añadido a su cualificación científica el ingrediente de la ilusión. Por parte del Hospital Universitario Quirónsalud han intervenido el doctor Vicente Martínez de Vega, jefe de Servicio Territorial de Diagnóstico por la Imagen de Quirónsalud Madrid, y los doctores Javier Carrascoso Arranz, jefe asociado de dicho servicio, y Silvia Badillo Rodríguez-Portugal, radióloga del mismo. El equipo del Museo Arqueológico Nacional ha estado integrado por el doctor Andrés Carretero Pérez, director del MAN; la doctora Carmen Pérez-Die, conservadora jefa del departamento de Egipto y Oriente Próximo; la doctora Esther Pons Mellado, conservadora de este departamento, y Teresa Gómez Espinosa, conservadora jefa del Departamento de Conservación del MAN.

Para cada uno de ellos la emoción ha estado presente durante todo el proceso de esta cita con la historia. La coincidencia en el calificativo de «emocionante» ni es casual ni responde a una frase hecha. Tampoco estamos contando el argumento de una película de misterio, que busca el arca perdida o la tumba de los faraones, aunque también exista un impactante documental sobre la investigación, realizado por RTVE y Story Producciones. En dicho documental se recoge todo el proceso en Madrid, desde la preparación de los cuerpos en el MAN hasta la exploración tomográfica en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, pasando por su traslado de ida y vuelta de un lugar a otro. Pero además, la productora cinematográfica, dirigida por Regis Francisco López, ha viajado a Egipto para situar a los espectadores en el lugar geográfico en el que vivieron hace miles de años las momias que han participado, desde la mayor de las quietudes, en la investigación científica.

La emoción comenzó en la tarde del día 5 de junio, a las tres en punto, nada más cerrar las puertas del museo a los visitantes. Porque entonces, el director del centro y su equipo, cubiertos con trajes aislantes, guantes y mascarillas, sacaron a las momias de las vitrinas donde reposan y las prepararon cuidadosamente durante varias horas para ser trasladadas de madrugada al Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid. El traslado, calculado al milímetro, se realizó en un camión climatizado y siguió una ruta trazada de antemano con el fin de evitar al máximo los posibles riesgos del itinerario.

Emocionante fue también la llegada de las cuatro momias a su destino durante la madrugada del 6 de junio, tras un viaje desde el MAN para el que, a pesar de ser un breve recorrido, se habían tomado todas las precauciones necesarias para que los restos no sufrieran daño alguno. Esa madrugada de domingo, el equipo de Diagnóstico por la Imagen de Quirónsalud, con el jefe del Departamento a la cabeza, no esperaba la llegada de pacientes a sus instalaciones de Pozuelo, sino a cuatro momias milenarias a las que iban a someter a concienzudas autopsias virtuales. Durante cuatro horas, los cuerpos momificados fueron diseccionados. Sin bisturí, sin cortes, sin puntos de sutura… Pero diseccionados con haces de rayos que, traspasando sin herir sus vendas, sus cartonajes y sus adornos, se introducían hasta el interior de sus cuerpos.

Las momias regresaron de nuevo al MAN esa misma madrugada, con idéntico protocolo para garantizar su seguridad como en el viaje de ida. Pero la investigación no había hecho más que comenzar. La TC supuso el pistoletazo de salida de un proyecto que continuó en una estación de trabajo de G&E (Advantage Workstation Volumeshare 4) instalada en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, en la que fueron procesadas las más de dos mil imágenes escaneadas de cada una de las momias. Los especialistas del hospital realizaron reconstrucciones multiplanares y tridimensionales, medidas antropométricas y estudios específicos dentales.

Una vez desarrollados los trabajos preliminares, se trasladaron los hallazgos de las TC de las momias a los expertos del MAN, quienes en paralelo ya estaban dedicados, basándose en su especialidad en egiptología, al estudio de la investigación conjunta entre medicina y arqueología. Mientras los especialistas del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid interpretaban los resultados biológicos y médicos de los cuerpos, documentando los hallazgos y los datos encontrados en su interior, los egiptólogos del MAN trabajaban en las inscripciones y los amuletos descubiertos dentro de las momias, aportando al proyecto conjunto la investigación iconográfica y estudios religiosos.

Desde junio de 2016 hasta ahora, el equipo multidisciplinar, formado por especialistas en diagnóstico por la imagen y expertos en egiptología y en conservación, pone en común hallazgos, datos, hipótesis y conclusiones. La investigación ha aportado nuevos conocimientos y ha proyectado la luz de miles de rayos sobre la historia del Antiguo Egipto y la cultura guanche canaria.

Es cierto que se habían realizado con anterioridad estudios radiológicos sobre alguna de estas momias. El más importante lo realizó, en 1978, Esteban Llagostera Cuenca y aportó resultados de gran interés científico, más aún si se tiene en cuenta los medios técnicos de los que se disponía en aquellos momentos. Llagostera realizó una serie de radiografías que hicieron posible obtener datos valiosos de las momias egipcias. El trabajo fue una referencia esencial para los expertos en la materia y hoy, cuarenta años después, sigue formando parte de una bibliografía imprescindible.

El segundo estudio que se realizó sobre Nespamedu fue en el año 2011 y se desarrolló en el Instituto del Patrimonio Cultural de España. Consistió en labores de desinsectación y desinfección, a través de un proceso de anoxia, utilizando gases inertes. Además, se utilizaron rayos X, microscopia electrónica de barrido, cromatografía de gases y espectrografía infrarroja. La intervención giró en torno a tareas de limpieza, eliminación de deformaciones, refuerzo de estructuras, consolidación de elementos textiles y reintegraciones volumétricas y cromáticas.

Aunque la cita de intervenciones anteriores, especialmente la de Llagostera, es obligada, también es ineludible resaltar que no existe parangón entre aquellas y la investigación llevada a cabo conjuntamente por el equipo de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y los expertos del MAN. Esta investigación ha conseguido el objetivo de realizar un estudio integral de las tres momias egipcias y la guanche conservadas en el MAN, y situar estos restos, a través de un viaje en el tiempo, en la sociedad en la que transcurrió su vida y se produjo su muerte.

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Sesión de trabajo. El equipo multidisciplinar que llevó a cabo la investigación de las cuatro momias, tres egipcias milenarias y una guanche, estuvo integrado por un grupo de reconocidos médicos especialistas en el diagnóstico por la imagen y arqueólogas expertas en egiptología y en conservación. En la fotografía aparecen todos ellos en una sesión de trabajo en el Museo Arqueológico Nacional.

Las imágenes tomográficas han dejado al descubierto secretos, han dado respuesta a preguntas sobre técnicas de momificación y han desvelado misterios sobre la vida de las momias, su salud, su contexto histórico y su estamento social. El objetivo de este volumen es ir relatando, a través de sus páginas y de forma pormenorizada, los secretos, las respuestas y los misterios que se han dado a conocer gracias a la tecnología puntera del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y a la investigación conjunta de prestigiosos médicos y reconocidos arqueólogos, cuyo punto de partida han sido las imágenes tridimensionales obtenidas por los rayos X proyectados sobre las cuatro momias del MAN.

Como avance, decir que una de las tres momias egipcias, la más valiosa del MAN, corresponde a un varón, no a una mujer como se creyó en principio y constaba en el archivo del MAN. Todo un personaje de su tiempo, porque en los cartonajes figura su nombre, Nespamedu, y sus títulos: médico del faraón y sacerdote del templo del dios Imhotep. Vivió entre los años 300 a 200 a.C. y murió aproximadamente a los 50 años de edad. Nespamedu ha sido realmente la estrella de esta investigación científica. Los amuletos en forma de placas que el escáner del Hospital Quirónsalud ha descubierto entre los vendajes de Nespamedu aportan un hallazgo científico e histórico sin precedentes en el marco de las investigaciones realizadas a nivel mundial sobre cuerpos momificados.

Las otras dos momias egipcias del MAN son mujeres y hasta el estudio radiológico llevado a cabo por Esteban Llagostera constaban en el archivo del MAN como hombres. Una de ellas, de la que se pensaba que podía haber sido un sacerdote varón, ha resultado ser una mujer joven, que vivió entre los siglos IX y VII a.C. Las pruebas muestran que había estado embarazada. La otra momia egipcia femenina es de una mujer de alrededor de 40 años de la época ptolemaica, que padecía artrosis y tenía una malísima salud bucodental.

En cuanto a la momia canaria, el escáner también ha revelado algún secreto y ha confirmado alguna hipótesis sobre este cuerpo, uno de los mejor conservados de la cultura guanche. Procedente de una cueva funeraria del Barranco de Herques, conserva todos sus órganos, por lo que la investigación ha constatado la teoría de que las momias guanches no se evisceraban, algo que sí ocurre en las momificaciones egipcias. Es un varón de entre 35 y 40 años y tiene los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Presenta una excelente preservación de la piel, la musculatura, el esqueleto óseo, la dentadura y las uñas.

La emoción ha impregnado a todos los integrantes del equipo, especialistas en diagnóstico por la imagen y arqueólogos, que han llevado a cabo una investigación que pasará a la posteridad como un hecho científico singular. A la hora de recopilar toda la documentación para tejer el contenido de este libro, todos los integrantes del equipo multidisciplinar están aquí. Resultan imposibles las menciones aisladas, porque todas y cada una de sus aportaciones en forma de textos son el hilo conductor de esta historia.

Un reconocido equipo multidisciplinar

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Vicente Martínez de Vega

Jefe del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, el doctor Martínez de Vega es un referente de la especialidad. Forma parte de las principales sociedades científicas de radiodiagnóstico en España y en Europa.

Si en la década de 1990 fue un precursor en la utilización clínica de la resonancia magnética en nuestro país, especialmente en los campos cardiovascular, osteoarticular y de mama, hoy es pionero en la aplicación diagnóstica de la tomografía computarizada con multidetectores, con especial proyección en patologías cardíacas y vasculares.

Su reto profesional es que mediante el diagnóstico por imagen se puedan detectar las enfermedades a nivel molecular, antes de que se produzcan manifestaciones clínicas.

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Javier Carrascoso Arranz

Licenciado en Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y jefe asociado del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, es especialista en el campo de la radiología en la patología musculoesquelética y las reconstruccioness 3D. Es miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), de la Sociedad Española de Radiología Musculoesquelética (SERME) y de la European Society of Radiology (ESR), y coordina desde sus inicios el comité de tumores óseos del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Profesor asociado y coordinador de la asignatura de diagnóstico por la imagen de la Universidad Europea de Madrid, tiene gran pasión como docente, habiendo sido elegido padrino de las dos últimas promociones de Medicina que se han graduado en el hospital en 2017 y 2018.

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Silvia Badillo Rodríguez-Portugal

Especialista en Radiología y Medicina Familiar, acumula catorce años de ejercicio profesional y, pese a su juventud, es radióloga del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid desde 2014.

Desde que obtuvo su licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid, ha desarrollado una continua actividad, tanto formativa, a través de colaboraciones docentes o trabajos de investigación, como profesional.

Cursó su MIR en Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Universitario Puerta de Hierro y obtuvo su titulación como residente en radiología en la Fundación Jiménez Díaz. Actualmente imparte cursos teórico-prácticos para técnicos de radiodiagnóstico en la Universidad Europea de Madrid.

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Carmen Pérez-Die

Directora del Museo Arqueológico Nacional entre 1991 y 1997, actualmente es conservadora jefa del Departamento de Antigüedades Egipcias y del Oriente Próximo del citado museo.

Doctora en Egiptología por la Universidad Complutense de Madrid con premio extraordinario, dirige la Misión Arqueológica Española en Heracleópolis Magna (Ehnasya el-Medina, Egipto) desde 1984.

Medalla de oro del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias, encomienda de número de la Orden de Isabel la Católica, premio nacional de la Sociedad Geográfica Española y miembro del jurado de Ciencias Sociales del Premio Príncipe de Asturias entre 2011 y 2014, es fundadora de la Asociación Española de Egiptología, de la que hoy es miembro honorífico.

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Teresa Gómez Espinosa

Conservadora jefa del Departamento de Conservación del Museo Arqueológico Nacional, ingresó en 1995 en el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos. Es licenciada en Geografía e Historia, especialidad en Historia del Arte, por la Universidad de Salamanca y licenciada en prehistoria y arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid.

Trabajó entre 1981 y 2009 en el Instituto de Patrimonio Cultural de España, donde dirigió la Sección de Conservación y Restauración de Obras de Arte y el Servicio de Información.

Experta en la conservación preventiva de bienes culturales, ha desarrollado trabajos específicos en esta materia tanto en España como en América Latina.

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Esther Pons Mellado

Conservadora del Departamento de Antigüedades Egipcias y Oriente Próximo del Museo Arqueológico Nacional, es doctora en Historia Antigua y Arqueología por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona.

Entre 1988 y 1992 participó en la excavación de Heracleópolis Magna (Enhasya el-Medina, Egipto). Desde el año 2000 es miembro de la excavación arqueológica del yacimiento arqueológico de Oxirrinco (El-Bahnasa, Egipto).

Además de su participación en congresos nacionales e internacionales, ha impartido numerosos cursos, conferencias y seminarios sobre el Antiguo Egipto, y ha sido comisaria y asesora en diversas exposiciones y catálogos.

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Antonio Morales Rondán

Profesor de Egiptología en el Seminario de Historia Antigua de la Universidad de Alcalá, dedica su actividad docente al estudio de los textos religiosos y literarios, así como a cursos de lengua egipcia y escritura jeroglífica. Ha sido profesor de Egiptología en la Universidad Libre de Berlín e investigador posdoctoral en la Universidad de Heidelberg.

Ha participado en numerosas expediciones a Egipto y actualmente dirige el Middle Kingdom Theban Project, proyecto I+D+i del MINECO que se encarga del estudio y la publicación de tumbas del Reino Medio en Tebas.

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Juan Villa Herrero

Fundador de Prometeo Escultura, dedica buena parte de su vida profesional a fabricar elementos de atrezo para teatro, cine y televisión, donde colabora en el programa Cuarto Milenio. Entre sus creaciones, destacan réplicas de fósiles, piezas arqueológicas, figuras para museos y exposiciones, moldes, etc.

Su habitual colaboración con la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses ha hecho posible que el escultor haya desarrollado el modelado técnico forense que ha aplicado en la reconstrucción facial de Nespamedu.

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Pablo Aparicio Resco

Historiador del Arte, arqueólogo y especialista en virtualización del Patrimonio, ha puesto rostro a las dos momias egipcias femeninas desvendadas virtualmente por el escáner de Quirónsalud Madrid.

Especialista en ilustración digital por la Escuela Superior de Dibujo Profesional (ESDIP), fundó la plataforma PAR, Arqueología y Patrimonio Virtual, a través de la que ha llevado a cabo numerosos trabajos de documentación 3D. También ha realizado varias reconstrucciones faciales. Es profesor del máster de Patrimonio Virtual de la Universidad de Alicante e imparte cursos independientes de Arqueología virtual.

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Regis Francisco López

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, es director de Story Producciones, productora del documental «La historia secreta de las momias: la momia dorada », y uno de los impulsores del proyecto científico. Cuenta con una larga trayectoria nacional e internacional en la dirección y producción de televisión, y sus trabajos para History Channel, AMC Networks y TVE se han traducido a más de diez idiomas y se han emitido en cerca de 50 países.

El gran hallazgo: tan inesperado como oculto

Del mismo modo que la momia de Nespamedu ha sido la estrella de esta investigación pionera en nuestro país, los amuletos en forma de placas distribuidas en el cuerpo del médico del faraón constituyen un trascendental hallazgo científico del proyecto. Sin un tomógrafo de alta generación como el que ha puesto al servicio del proyecto el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, las piezas, de las que se desconocía su existencia, nunca hubiesen sido descubiertas ni analizadas, ni por su situación, muy profunda en el interior del cuerpo momificado, ni por su material y su densidad. Tampoco hubiese sido posible sustanciar el descubrimiento sin la participación en la investigación de expertos especialistas en diagnóstico por la imagen que, con el apoyo de tipo iconográfico de las egiptólogas del MAN, han profundizado durante meses en los resultados ofrecidos por su herramienta de trabajo.

Las placas descubiertas se encontraban repartidas por todo el cuerpo de Nespamedu, dispuestas sobre la capa más profunda del vendaje. Son unas estructuras planas, de forma rectangular y de baja densidad, de 2,2 mm de grosor, 26,5 mm de anchura y 99 mm de longitud.

Su hallazgo fue una sorpresa, que se convirtió enseguida en objeto de interés y estudio para descifrar lo que había sido hasta ese momento un enigma. Resultaba esencial escudriñar su significado. Al procesar las imágenes de las placas con los protocolos de una TC, con la que se obtuvieron más de 2500 imágenes de cada cuerpo, y aplicar reconstrucciones multiplanares y tridimensionales, empezaron a presentar una apariencia reconocible de amuletos y divinidades egipcias. Las placas, poco densas y planas, muestran relieves, pues en caso de haber sido meros dibujos no podrían haberse visualizado con la TC. Tras un proceso muy laborioso de reconstrucción tridimensional, se fueron añadiendo las placas y los adornos sobre el cuerpo.

El resultado se puede calificar de magnífico. Esos amuletos los eligió el mismo Nespamedu para ser colocados sobre su cuerpo, lo que supone un salto inmenso de la investigación en el tiempo. Había placas colocadas sobre el tórax, los antebrazos, el abdomen y una sobre cada muslo. Algunas están parcialmente deterioradas por las resinas, en especial las del abdomen, pero la mayoría están perfectamente preservadas.

Tras muchas jornadas de intensas pruebas y análisis, se pudo observar que los amuletos dispuestos sobre la momia representan a divinidades. Hay dos placas sobre el hemitórax izquierdo, una sobre cada antebrazo, cinco sobre la porción superior del abdomen, una en la parte inferior derecha del abdomen y una sobre cada uno de los muslos de la momia. Las ilustraciones de dichas placas representan a divinidades: las diosas Isis y Nephtys, que actúan como plañideras; los cuatro hijos de Horus (Hapi, Amset, Duamutef y Quebehsenuef), y el dios Thot.

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Sobre la capa más profunda del vendaje. Sin un tomógrafo de alta generación, como el que ha puesto al servicio del proyecto el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, las piezas nunca hubiesen podido ser descubiertas ni analizadas. Entre ambas capas de vendajes aparecieron 15 amuletos: 12 placas, un corazón y dos ojos udjat. Además, había 10 adornos: una diadema, un collar usek, dos hombreras, dos brazaletes, dos pulseras y unas sandalias.

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Descubrimiento de las placas. El hallazgo de unas estructuras planas, poco densas y rectangulares sobre la capa más profunda de vendaje del cuerpo de Nespamedu fue tan importante como inesperado.

En la secuencia de imágenes puede observarse cómo al reconstruirlas coronalmente y aplicar un volumen tridimensional, las figuran empezaron a cobrar una apariencia reconocible; representaba a la diosa Isis, esposa de Osiris, elevando los brazos en actitud de plañidera.

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Comparativa de cartonajes. ¿Pero de qué material estaban hechos los adornos y las placas? No era metal, piedra ni fayenza, porque al ser estos materiales más densos podrían haber sido más fáciles de identificar. Los investigadores vieron que las imágenes grabadas en los cartonajes eran muy similares a las representadas en las placas. ¿Por qué no podían ser del mismo material? En febrero de 2017 se realizó una TC a los cartonajes y a diferentes objetos egipcios del MAN, tanto de metal como de piedra y fayenza, determinándose que el grosor, la densidad y las figuras representadas en los cartonajes eran muy similares a los de las placas. La deducción científica es que se puede afirmar que el material de los amuletos es el mismo que el del cartonaje.

Ya con todas las placas identificadas como divinidades del Antiguo Egipto, los científicos tenían que dar respuesta a otra pregunta: ¿de qué material estaban hechas? Tenían la certeza de que el material no podía ser piedra ni tampoco metal, pues ambos materiales habrían sido fácilmente identificables a través de un escáner e incluso mediante las radiografías convencionales.

El indicio para la identificación del material de las placas vino precisamente de la mano de las diosas y de los dioses representados en ellas, ya que se comprobó que la iconografía y el estilo coincidían plenamente con las imágenes representadas en los cartonajes que recubren a la momia. Por ello, se planteó la hipótesis de trabajo de que el material de las placas fuese el mismo que el de los cartonajes que envolvían la momia dorada de Nespamedu. La respuesta la dio una vez más el escáner del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Se realizó una TC a estos cartonajes, que determinó que el grosor, la densidad y las figuras representadas eran muy similares a los de las placas. La deducción científica es que se puede afirmar que el material de los amuletos es el mismo que el del cartonaje. No se trata de una cuestión menor, sino esencial en esta investigación. Es la primera vez que sin necesidad de desvendar a una momia, se describe en un estudio de TC la presencia de este material en adornos y amuletos, un hallazgo fundamental de cara a futuras investigaciones, tanto a nivel nacional como internacional, con otras momias.