Un hombre consecuente cree en el destino, uno caprichoso cree en la suerte.
BENJAMIN DISRAELI
Todos tenemos sueños… Todos queremos creer, en lo más profundo de nuestras almas, que poseemos un don especial, que somos diferentes, que podemos conmover a otros de una forma particular, y que somos capaces de lograr que el mundo sea un lugar mejor. En algún momento de nuestras vidas, todos nosotros tenemos una visión acerca de la calidad de vida que deseamos y creemos merecer. Y, sin embargo, esos sueños se han visto envueltos para muchos de nosotros en las frustraciones y rutinas de la vida cotidiana, hasta el punto de que ya no hacemos ningún esfuerzo por realizarlos. El sueño se ha disipado para muchos de nosotros, y con él también ha desaparecido la voluntad para configurar nuestro propio destino. Muchos han perdido ese sentido de la certidumbre que proporciona la ventaja del ganador. He dedicado mi vida a restaurar el sueño y hacerlo real, a conseguir que cada uno de nosotros recuerde y utilice el poder ilimitado que yace dormido en nuestro interior.
Jamás olvidaré el día en que me di cuenta realmente de que estaba viviendo mi sueño. Estaba volando en mi helicóptero desde una reunión de negocios en Los Ángeles, en dirección al condado de Orange, de camino hacia uno de mis seminarios. Al volar sobre la ciudad de Glendale, reconocí de pronto un gran edificio y situé el helicóptero sobre él. Al mirar hacia abajo, me di cuenta de que era el mismo edificio donde había trabajado como conserje apenas doce años antes.
En aquellos tiempos me preocupaba que mi Volkswagen de 1960 se mantuviera tan entero, como para permitirme recorrer el trayecto de treinta minutos hasta mi trabajo. Mi vida se hallaba totalmente enfocada hacia cómo iba a sobrevivir; me sentía temeroso y solo. Pero aquel día, suspendido allí, en el cielo, pensé: «¡Cuánta diferencia puede representar una década!» En otro tiempo había tenido sueños, pero parecía como si éstos no pudieran realizarse nunca. Hoy, sin embargo, he llegado a creer que todos mis fracasos y frustraciones del pasado no fueron sino los cimientos de las comprensiones que me han permitido crear el nuevo nivel de vida del que disfruto ahora. Al continuar el vuelo hacia el sur, a lo largo de la carretera costera, distinguí unos delfines jugando con los surfistas, allá abajo entre las olas. Se trata de una vista que mi esposa Becky y yo atesoramos como uno de los dones especiales de la vida. Finalmente, llegué a Irvine. Al mirar, me sentí un tanto turbado al ver que el camino de acceso al seminario se hallaba atestado de un tráfico muy denso a lo largo de dos kilómetros. Entonces pensé: «Muchacho, espero que lo que tenga que suceder esta noche empiece rápido, para que la gente pueda llegar a tiempo a mi seminario».
Pero, al descender sobre el helipuerto, empecé a observar una nueva imagen; había miles de personas, contenidas por los servicios de seguridad, en el lugar donde me disponía a tomar tierra. De repente, caí en la cuenta. El embotellamiento de tráfico lo producía la gente que acudía a mi seminario. A pesar de que habíamos esperado la presencia de unas dos mil personas, me encontraba ante una multitud de siete mil, en un auditorio en el que sólo cabían cinco mil. Al caminar hacia el escenario, desde el helipuerto, me vi rodeado por cientos de personas que querían abrazarme o decirme lo positivamente que mi trabajo había actuado sobre sus vidas.
Las historias que compartieron conmigo eran increíbles. Una madre me presentó a su hijo, al que habían etiquetado de «hiperactivo» e «incapaz para el aprendizaje». Utilizando los principios de «gestión en casa» que se enseñan en este libro, no sólo pudo apartarle del medicamento Ritalin, sino que desde entonces fueron transferidos a California, donde se volvió a evaluar a su hijo, para descubrir que tenía el nivel de un genio. Deberían haber visto ustedes su rostro en el momento en que compartió conmigo esta nueva etiqueta. Un caballero me habló acerca de cómo se había librado de la cocaína utilizando algunas de las técnicas del condicionamiento para el éxito, que podrán ustedes aprender en este libro. Una pareja de unos cincuenta y cinco años me comunicó que, tras quince años de matrimonio, habían estado a punto de divorciarse, hasta que se enteraron de la existencia de reglas personales. Un vendedor me comunicó cómo sus ingresos mensuales habían pasado de los 2.000 a más de 12.000 dólares en apenas seis meses, y un empresario me dijo que los ingresos de su empresa habían superado los tres millones de dólares en dieciocho meses, gracias a la aplicación de los principios de preguntas de calidad y gestión emocional. Una encantadora joven me mostró la fotografía de cómo era antes: había logrado perder veinticinco kilos de peso aplicando los principios de «fuerza» que se detallan en este libro.
Me sentí tan profundamente conmovido por las emociones que había en aquella sala que me atraganté y al principio fui incapaz de tomar la palabra. Al contemplar la audiencia y ver cinco mil rostros sonrientes, alegres y encantadores, me di cuenta de que ¡estaba viviendo mi sueño! ¡Qué sensación produce saber, más allá de toda sombra de duda, que poseía la información, las estrategias, las filosofías y habilidades capaces de ayudar a cada una de aquellas personas a capacitarse a sí mismas para introducir en sus vidas los cambios que más deseaban! Me sentí inundado por una verdadera oleada de imágenes y emociones. Empecé a recordar una experiencia que había tenido apenas unos pocos años antes, sentado en mi apartamento de soltero de casi cuatrocientos metros cuadrados en Venice, California, a solas y llorando al escuchar la letra de una canción de Neil Diamond: «No estoy unido a ninguno de los que están ahí.. Y nadie me escucha, ni siquiera la silla. Yo soy, grité. Yo soy, dije. Me siento perdido, y ni siquiera sé por qué, mientras continúo sintiéndome solo». Recordé que me sentí como si mi vida no importara, como si los acontecimientos del mundo me estuvieran controlando. También recuerdo el momento en que cambió mi vida, el momento en que finalmente exclamé: «¡Ya lo tengo! Sé que soy mucho más de lo que estoy demostrando ser en mi vida, tanto mental, como emocional y físicamente». Tomé una decisión en ese preciso momento; una decisión que alteraría mi vida para siempre. Decidí cambiar cada aspecto de mi vida. Jamás me conformaría con menos de lo que pudiera ser. ¿Quién podría haber imaginado que esa decisión me llevaría hasta un momento tan increíble como éste?
Aquella noche, di de mí todo lo que pude en el seminario, y al abandonar el auditorio la multitud me siguió hasta el helicóptero para verme despegar. Decir que me sentí profundamente conmovido por la experiencia sería poco. Una lágrima me resbaló por la mejilla al agradecerle al Creador todos estos dones maravillosos. Al elevarme sobre la hierba y ascender hacia la luz de la luna, tuve que pellizcarme para comprobar que nada de esto era un sueño. ¿Podía ser algo real? ¿Soy acaso el mismo tipo que hace apenas ocho años luchaba, frustrado y sintiéndose solo, incapaz de conseguir que mi vida funcionara? ¿Gordo, en bancarrota y preguntándome si lograría sobrevivir siquiera? ¿Cómo era posible que un muchacho como yo, sin nada más que una educación de bachillerato superior, hubiera sido capaz de crear unos cambios tan espectaculares?
Mi respuesta es bien sencilla: aprendí a controlar el principio que ahora denomino concentración de poder. La mayoría de la gente no tiene ni la menor idea de la gigantesca capacidad que somos capaces de desarrollar de forma inmediata cuando enfocamos todos nuestros recursos para dominar un solo aspecto de nuestras vidas. El enfoque controlado es como un rayo láser capaz de cortar cualquier cosa que parezca interponerse en el camino. Cuando nos concentramos en la mejora de cualquier aspecto de nuestra vida, desarrollamos singularidades acerca de cómo mejorar ese ámbito en particular. Una de las razones por las que pocos de nosotros alcanzamos lo que realmente deseamos es que nunca dirigimos nuestro foco de atención hacia un punto concreto; nunca concentramos nuestro poder. La mayoría de la gente avanza por la vida como meros aficionados, sin decidirse nunca a dominar nada en particular. De hecho, estoy convencido de que la mayoría de la gente fracasa en la vida, sencillamente, porque pone mucho interés en cosas menores. Creo que una de las grandes lecciones de la vida consiste en aprender a comprender qué nos induce a hacer lo que hacemos. ¿Qué es lo que configura el comportamiento humano? Las respuestas a esta pregunta ofrecen claves críticas que nos permiten configurar nuestro propio destino.
Toda mi vida se ha visto impulsada continuamente por un foco singular y compulsivo: ¿qué diferencia hay en la calidad de vida de las personas? ¿Cómo es posible que personas de orígenes a menudo tan humildes, con pasados tan devastadores, hayan logrado crear vidas que nos inspiran a todos a pesar de ello? Y, a la inversa, ¿por qué tantas personas nacidas en ambientes privilegiados, que disponen de todos los recursos necesarios para alcanzar el éxito con la punta de los dedos, terminan por convertirse en seres gordos, frustrados y a menudo adictos a las drogas? ¿Qué hace que la vida de unas personas sea un ejemplo y la de otras una advertencia? ¿Cuál es el secreto para modelar unas vidas apasionadas, felices y agradecidas en el caso de muchos, mientras que otros se preguntan si «eso es todo lo que hay»?
Mi propia y magnífica obsesión se inició con algunas preguntas muy sencillas: «¿Cómo puedo tomar inmediatamente el control sobre mi propia vida? ¿Qué puedo hacer hoy que represente una diferencia, que me ayude a mí y a otros a configurar nuestros destinos? ¿Cómo puedo expandirme, aprender, madurar y compartir ese conocimiento con los demás, de una forma significativa y agradable?»
Desde muy joven, desarrollé la creencia de que todos estamos aquí para contribuir con algo único, que en lo más profundo de nosotros mismos yace un don especial. Creo verdaderamente que en todos nosotros hay un gigante dormido. Quizá sea un talento por el arte o por la música. Puede tratarse de una forma especial de relacionarse con las personas a las que amamos. O de una actitud genial para la venta, la innovación o la extensión en los negocios o en la carrera personal. Yo prefiero creer que nuestro Creador no juega a producir favoritos, que todos nosotros hemos sido creados como seres únicos, pero con iguales oportunidades para experimentar la vida al máximo. Hace ya muchos años, decidí que la forma más importante de emplear mi vida sería invertir en algo que durara incluso después de que ésta se hubiera acabado. Decidí que debía contribuir de algún modo a algo que viviera mucho después de que yo hubiera desaparecido.
En la actualidad, tengo el increíble privilegio de compartir mis ideas y sentimientos con millones de personas, a través de mis libros, cintas y programas de televisión. He trabajado personalmente con más de un cuarto de millón de personas durante los últimos años. He asesorado a miembros del Congreso, a presidentes de consejos de administración, de compañías y de países, a directores y madres, a vendedores, contables, abogados, médicos, psiquiatras, consejeros y atletas profesionales. He trabajado con fóbicos, con personas clínicamente deprimidas, con otras que muestran personalidades múltiples, e incluso con aquellas que no creían tener personalidad alguna. Ahora, tengo la singular buena fortuna de compartir con ustedes lo mejor de todo lo que he aprendido, y me siento realmente agradecido y animado por esta oportunidad.
Durante todo ese proceso, he seguido reconociendo el poder que tienen los individuos para cambiar virtualmente todo y cualquier cosa que exista en sus vidas, y hacerlo en un instante. He aprendido que los recursos que necesitamos para convertir nuestros sueños en realidad están dentro de nosotros mismos, esperando simplemente el día en que decidamos despertar y exigir nuestros derechos. He escrito este libro por una razón: para que sea un despertador que desafíe a todos los que están comprometidos con la vida, y ponga a trabajar el poder que les ha dado Dios. En este libro hay ideas y estrategias que le ayudarán a producir cambios específicos, mensurables y duraderos, tanto en sí mismo como en otros.
Estoy convencido de saber quiénes son ustedes. Creo que ustedes y yo somos almas gemelas. Su deseo por expandirse es lo que les ha acercado a este libro. Se trata de la mano invisible que les guía. Sé que desean ustedes más, sin que importe el lugar donde se encuentre su vida. En lo más profundo de sí mismo, y sin que importe lo bien que le vayan las cosas, o los desafíos a los que se enfrente, existe la creencia de que su experiencia de la vida puede y debe ser mucho mayor de lo que ya es. Está usted destinado por su propia y única forma de grandeza, independientemente de que sea ya un profesional destacado, maestro, empresario, madre o padre. Pero lo más importante de todo es que no sólo cree eso, sino que ha decidido hacer algo, pasar a la acción. No sólo ha comprado este libro, sino que ahora mismo también está haciendo algo que por desgracia es poco habitual: ¡lo está leyendo! Las estadísticas demuestran que menos del diez por ciento de la gente que compra un libro supera el primer capítulo. ¡Qué despilfarro tan increíble! Éste es un libro gigante que puede usted utilizar para producir resultados gigantescos en su vida. Sin lugar a dudas, es usted la clase de persona que no se engaña a sí misma con vacilaciones. Al aprovechar de forma consecuente cada uno de los capítulos de este libro, se asegurará la habilidad para aprovechar al máximo su propio potencial.
Le desafío no sólo a que haga lo posible para acabar de leerlo (a diferencia de la gran mayoría que no lo hace), sino también a utilizar cada día lo que aprenda, y de forma sencilla. Ése es el paso más importante y necesario para que usted produzca los resultados que está empeñado en alcanzar.
CÓMO REALIZAR UN CAMBIO DURADERO
Para que los cambios sean auténticos, tienen que ser duraderos y consistentes. Todos hemos experimentado algún cambio pasajero, sólo para sentirnos deprimidos y desilusionados al final. De hecho, muchas personas los emprenden con miedo, ya que, inconscientemente, creen que sólo serán temporales. Un buen ejemplo de ello es alguien que necesita iniciar una dieta, pero que cada vez renuncia a hacerlo, fundamentalmente porque inconscientemente sabe que el esfuerzo que tendrá que soportar para alcanzar su fin sólo le proporcionará una recompensa a corto plazo. Durante la mayor parte de mi vida, he perseguido lo que considero los principios organizadores del cambio duradero, y en las páginas que siguen aprenderá usted muchos de esos principios, así como a utilizarlos. Pero, por el momento, me gustaría compartir con usted tres principios elementales de aquél, que podemos aplicar de forma inmediata para transformar nuestras vidas. Aunque estos principios son sencillos, también son extremadamente poderosos cuando se aplican con habilidad. Se trata exactamente de los mismos cambios que debe emprender un individuo para propiciar una transformación personal, o los que una empresa debe llevar a cabo para maximizar su potencial, o realizar un país para ocupar el puesto que le corresponde en el mundo. De hecho, y como comunidad mundial, éstos son los cambios que debemos hacer todos para conservar la calidad de la vida en toda la Tierra.
Primer paso: eleve sus criterios
Lo primero que tiene que hacer en cualquier momento en que desee sinceramente producir un cambio consiste en elevar sus criterios. Cuando la gente me pregunta qué fue lo que realmente transformó mi vida hace ocho años, contesto que lo más importante de todo fue cambiar lo que me exigía de mí mismo. Escribí todas aquellas cosas que ya no estaba dispuesto a aceptar en mi vida, todas las que ya no quería seguir tolerando, y todas aquellas en que aspiraba convertirme.
Piense en las consecuencias a largo plazo puestas en movimiento por los hombres y mujeres que elevaron sus criterios y actuaron de acuerdo con ellos, decidiendo que no estaban dispuestas a tolerar que estuvieran por debajo del listón. La historia conserva las crónicas de los principios inspiradores de personas como Leonardo da Vinci, Abraham Lincoln, Helen Keller, Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Rosa Parks, Albert Einstein, César Chávez, Soichiro Honda y muchos otros que dieron el paso, magníficamente poderoso, de elevar sus criterios. Ese mismo poder del que ellos dispusieron está también a su disposición, si tiene usted el valor de aspirar a ello. Cambiar una organización, una empresa, un país o incluso un mundo, empieza con el sencillo paso de cambiarse a sí mismo.
Segundo paso: cambie sus creencias limitadoras
Si eleva usted sus metas pero no se ve realmente capaz de alcanzarlas, ya se ha saboteado a sí mismo. Ni siquiera lo intentará; le faltará ese sentido de la certidumbre que le permite utilizar esa profunda capacidad que existe en su interior, incluso mientras está leyendo esto. Nuestras creencias son como órdenes incuestionadas, que nos dicen cómo son las cosas, qué es posible y qué imposible, qué podemos hacer y qué no podemos hacer. Configuran cada una de nuestras acciones, e incluso los pensamientos y sentimientos que experimentamos. Como consecuencia de ello, cambiar nuestros sistemas de creencias es fundamental para producir cambios verdaderos y duraderos en nuestras vidas. Tenemos que desarrollar un sentido de la certidumbre de que podemos y queremos alcanzar las nuevas metas, antes de que podamos hacerlo realmente.
Si no tomamos el control sobre nuestros sistemas de creencias, podemos elevar las metas todo lo que queramos, que nunca tendremos la convicción necesaria para alcanzarlas. ¿Cuánto cree usted que habría conseguido Gandhi si no hubiera creído con cada fibra de su ser en el poder de la oposición no violenta? Fue la congruencia de sus propias creencias lo que le permitió acceder a sus recursos internos y afrontar los desafíos que habrían derrotado a cualquier hombre menos comprometido que él. Dar poder y capacidad a las propias creencias —con ese sentido de la certidumbre— es la fuerza que subyace detrás de cada gran éxito que se ha producido en la historia.
Tercer paso: cambie su estrategia
Con objeto de mantener su compromiso, necesita utilizar las mejores estrategias para alcanzar resultados. Una de mis convicciones más profundas es la de que si establece un criterio más elevado, y logra creer en él, no cabe la menor duda de que conseguirá imaginar también las estrategias más adecuadas para alcanzarlo. Sencillamente, encontrará un camino. En último término, este libro trata precisamente de eso. Le muestra estrategias para realizar la tarea, y le diré ahora mismo que, en casi todos los casos, la mejor estrategia consiste en encontrar un modelo, alguien que ya haya alcanzado los resultados que desea usted conseguir, para luego utilizar los conocimientos de esas personas. Aprenda de lo que están haciendo, cuáles son sus creencias más profundas, y cómo piensan. Eso no sólo le permitirá ser más efectivo, sino que también le ahorrará una gran cantidad de tiempo, porque no se verá obligado a reinventar la rueda. Podrá sintonizar con ello, reconfigurarlo y, quizás, hasta mejorarlo.
Este libro le proporcionará la información y el ímpetu para comprometerse con estos tres principios básicos del cambio de calidad; le ayudará a elevar sus metas, permitiéndole descubrir cuáles son ahora y darse cuenta de cómo quiere que sean; le ayudará a cambiar sus creencias más profundas que le impiden llegar a donde desea, estimulando aquellas que ya le sirven; y le ayudará a desarrollar una serie de estrategias para alcanzar los resultados que desea con elegancia, rapidez y eficiencia.
Mire, en la vida hay mucha gente que sabe lo que quiere hacer, pero pocas personas son las que hacen realmente lo que saben. ¡Saberlo no es suficiente! Debe emprender la acción. Si me permite usted la oportunidad, seré como su entrenador personal a lo largo de este libro. ¿Qué hacen los entrenadores? Pues bien, en principio se preocupan por uno. Se han pasado años enfocando la atención sobre un ámbito en particular, adquiriendo experiencia, y han seguido estableciendo distinciones clave acerca de aquello que produce resultados con mayor rapidez. Al utilizar las estrategias que el entrenador comparte con usted, podrá cambiar inmediata y espectacularmente su actuación. A veces, el entrenador ni siquiera le dice nada nuevo, sino que se limita a recordarle algo que usted ya sabe, y luego le induce a hacerlo. Ése es el papel que, con su permiso, me dispongo a jugar con usted.
¿Y en qué le entrenaré, específicamente? Le ofreceré distinciones de poder acerca de cómo crear mejoras duraderas en su calidad de vida. Juntos, nos concentraremos (sin vacilaciones) en el dominio de cinco ámbitos de la vida que, estoy convencido de ello, son los que más nos impactan. Éstos son:
1. Dominio emocional
El dominio de esta lección es el que más le permitirá avanzar para dominar las otras cuatro. Piénselo. ¿Por qué desea perder peso? ¿Sólo por tener algo menos de grasa en su cuerpo? ¿O no será más bien por creer que se sentirá más libre desembarazándose de esos kilos de más, permitiéndole así obtener más energía y vitalidad, haciéndole sentirse más atractivo para los demás, y desplegando su confianza y autoestima hasta la estratosfera? Virtualmente, todo lo que hacemos es cambiar la forma de sentir; sin embargo, la mayoría de nosotros dispone de muy poco o de ningún entrenamiento acerca de cómo hacerlo de forma rápida y efectiva. Resulta extraño observar cómo utilizamos la inteligencia de que disponemos para meternos en estados emocionales sin recursos, olvidándonos de la multitud de talentos innatos que ya poseemos. Muchos de nosotros, demasiados, nos abandonamos a merced de los acontecimientos, sobre los que no ejercemos ningún control, fallando a la hora de hacernos cargo de nuestras propias emociones, sobre las que sí tenemos control, y apoyándonos en fijaciones a corto plazo. ¿De qué otra forma podemos explicar el hecho de que, siendo los estadounidenses el cinco por ciento de la población mundial, consumamos el cincuenta por ciento de la cocaína que se consume en todo el mundo? ¿O que nuestro presupuesto de defensa, cifrado en cientos de miles de millones de dólares, sea equiparable a lo que gastamos en el consumo de alcohol? ¿O que cada año se diagnostique como clínicamente deprimidos a quince millones de estadounidenses, y se gasten más de quinientos millones de dólares en adquirir el medicamento antidepresivo Prozac?
En este libro descubrirá qué le induce a hacer lo que hace, y qué es lo que dispara las emociones que experimenta con mayor frecuencia. A continuación, se le ofrecerá un plan paso a paso para demostrarle cómo identificar las emociones que le capacitan, cuáles son las que reducen su capacidad, y cómo utilizar ambas para obtener las mayores ventajas posibles, de modo que sus emociones no sean un obstáculo, sino una poderosa herramienta que le ayude a alcanzar su potencial más elevado.
2. Dominio físico
¿Vale la pena tener todo aquello con lo que había soñado, pero no disponer de la salud física que le permita disfrutarlo? ¿Se levanta cada mañana sintiéndose lleno de energía, fortalecido y preparado para afrontar un nuevo día? ¿O se levanta sintiéndose tan cansado como la noche anterior, acosado por dolores y resentido por tener que empezarlo todo de nuevo? Su estilo de vida actual, ¿le convierte en un objeto de estadística? Uno de cada dos estadounidenses fallece de enfermedad coronaria, y uno de cada tres de cáncer. Tomando prestada una frase del médico Thomas Moffett, del siglo XVII, estamos «cavándonos la tumba con los dientes» al cebar nuestros cuerpos con alimentos ricos en grasas, nutritivamente vacíos, envenenando nuestros organismos con cigarrillos, alcohol y drogas, y permaneciendo pasivamente sentados delante de nuestros televisores. Esta segunda lección de dominio le ayudará a hacerse cargo del control de su salud física, de modo que no sólo tenga un buen aspecto, sino que se sienta bien y sepa que controla su vida, con un cuerpo que irradia vitalidad y le permite alcanzar los resultados propuestos.
3. Dominio de las relaciones
Además de dominar sus emociones y su salud física, no se me ocurre ninguna otra cosa más importante que aprender a dominar sus relaciones: románticas, familiares, empresariales y sociales. Después de todo, ¿quién quiere aprender, madurar y alcanzar el éxito y la felicidad sólo para sí? La tercera lección de dominio que le ofrece este libro le revelará los secretos que le permitirán crear relaciones de calidad, primero consigo mismo y luego con los demás. Empezará por descubrir aquello que valora más, cuáles son sus expectativas, las reglas por las que rige su juego de la vida, y cómo se relaciona todo eso con los demás jugadores. Luego, cuando haya dominado esta habilidad fundamental, aprenderá a conectar con la gente en su estado más profundo, y se verá recompensado con algo que todos deseamos experimentar: una sensación de contribución, de saber que significamos una diferencia en la vida de otras personas. He descubierto que, para mí, el mayor recurso es una relación porque me abre las puertas a todo aquello que necesito. El dominio de esta lección le ofrecerá medios ilimitados para madurar y contribuir.
4. Dominio financiero
Cuando alcanzan la edad de sesenta y cinco años, la mayoría de estadounidenses se encuentran en bancarrota o muertos. No creo que sea eso lo que la gente desea para sí misma cuando contempla con ansiedad el momento de la jubilación. Sin embargo, ¿cómo puede convertir en realidad ese momento soñado sin estar convencido de merecer ese bienestar financiero, bien apoyado por un plan de juego factible? La cuarta lección de dominio de este libro le enseñará a ir más allá del mero objetivo de la supervivencia en los años otoñales de su vida, e incluso ahora mismo. Gracias a la buena fortuna de vivir en una sociedad capitalista, cada uno de nosotros tiene la posibilidad de convertir sus sueños en realidad. No obstante, la mayoría de personas se siente presionada por cuestiones financieras, y suele pensar que disponer de más dinero aliviaría esa presión. Se trata de un gran engaño cultural: permítame asegurarle que, cuanto más dinero tenga, mayor será, probablemente, la presión que sentirá. La clave no consiste en la mera persecución de la riqueza, sino en cambiar sus creencias y actitudes sobre ella, para verla como un medio de contribución, y no como un fin absoluto para alcanzar la felicidad.
Para forjarse un futuro financiero desahogado, lo primero que tiene que hacer es aprender a cambiar aquello que causa la escasez en su vida, y luego a experimentar, sobre una base consistente, los valores, creencias y emociones esenciales para alcanzar la riqueza, conservarla y ampliarla. Entonces, definirá sus objetivos y configurará sus sueños con la mirada puesta en alcanzar el mayor nivel posible de bienestar, sintiéndose lleno de paz mental y liberado para mirar hacia adelante con expectación, ante todas las posibilidades que ofrece la vida.
5. Dominio del tiempo
Las obras maestras requieren su tiempo. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros sabemos realmente cómo utilizarlo? No estoy hablando de la gestión del tiempo, sino de tomarlo y distorsionarlo, de manipularlo para que se convierta en nuestro aliado antes que en nuestro enemigo. La quinta lección de dominio de este libro le enseñará, en primer lugar, a comprender cómo las evaluaciones a corto plazo pueden conducir al agobio a largo plazo. Aprenderá a tomar una decisión real y a controlar su deseo de obtener un reconocimiento inmediato, dándole así a sus ideas, a sus creaciones e incluso a su potencial, el tiempo necesario para alcanzar su plena realización. A continuación, aprenderá a diseñar los mapas y estrategias para alcanzar su decisión, convirtiéndola en realidad por su voluntad para emprender una acción a gran escala, la paciencia de experimentar «tiempo de retraso» y la flexibilidad para cambiar su aproximación tantas veces como sea necesario. Una vez que haya dominado el tiempo, comprenderá que la mayoría de la gente sobreestima lo que es capaz de conseguir en un año, y subestima lo que puede conseguir en una década.
No comparto estas lecciones con usted para decir que dispongo de todas las respuestas o que mi vida ha sido perfecta y fácil. Sin duda alguna, yo también he pasado por tiempos difíciles. Pero siempre me las he arreglado para aprender, persistir y alcanzar el éxito a lo largo de los años. Cada vez que me enfrento a un desafío, he utilizado todo aquello que he aprendido para conducir mi vida por un nuevo camino. Y, al igual que el suyo, mi nivel de dominio sobre estos cinco ámbitos continúa expandiéndose.
También es muy posible que vivir mi estilo de vida no sea la respuesta para usted, que mis propios sueños y objetivos no sean los suyos. No obstante, estoy convencido de que las lecciones que he aprendido acerca de cómo convertir los sueños en realidad, cómo tomar lo intangible y hacerlo real, son aspectos fundamentales para alcanzar cualquier nivel de éxito personal o profesional. Escribí este libro con la intención de que fuera una guía para la acción, como una especie de libro de texto para aumentar la calidad de vida y la cantidad de disfrute que se puede derivar de ella. Aunque es evidente que me siento extremadamente orgulloso de mi primer libro, Poder sin límites, y del impacto que ejerció sobre muchas gentes en todo el mundo, tengo la sensación de que esta última obra aportará distinciones de poder nuevas y únicas que podrán ayudarle a dirigir su vida hacia el siguiente nivel.
Revisaremos algunos de los conceptos fundamentales, puesto que la repetición es la madre de toda habilidad. Por ello, confío en que éste sea un libro que lea usted una y otra vez, que hojee de vez en cuando y utilice como una herramienta para descubrir las respuestas que ya están en su propio interior. Aun así, recuerde, a medida que lo lea, que no tiene por qué creer o utilizar todo lo que hay en él. Aprópiese de aquellas cosas que le parezcan útiles, y póngalas en acción inmediatamente. No tendrá que poner en práctica todas las estrategias, ni utilizar todas las herramientas para conseguir cambios impresionantes. Cada una de ellas posee, individualmente, potencial para cambiar la vida, pero utilizadas juntas producirán resultados explosivos.
Este libro está lleno de estrategias para alcanzar el éxito que desea, y de principios organizativos que he modelado a partir de algunas de las personas más poderosas e interesantes de nuestra cultura. He tenido la oportunidad única de conocer, entrevistar y presentar como modelos a una amplia variedad de personas, gentes con influencia y con un carácter singular, desde Norman Cousins hasta Michael Jackson, desde el entrenador John Wooden hasta el mago financiero John Templeton, desde capitanes de la industria hasta taxistas. En las páginas que siguen encontrará no sólo los productos de mi propia experiencia, sino también los de miles de libros, cintas, seminarios y entrevistas que he ido acumulando a lo largo de los últimos diez años, mientras continúo la búsqueda excitante y permanente de aprender y madurar cada día un poquito más.
El propósito de este libro no es sólo el de ayudarle a efectuar un cambio singular en su vida, sino más bien el de ofrecerle un punto de apoyo que pueda ayudarle a llevar su propia vida hacia un nuevo nivel. El enfoque de este libro se centra en la creación de cambios globales. ¿Qué quiero decir con eso? Bueno, puede usted aprender a introducir cambios en su vida, como superar un temor o una fobia, aumentar la calidad de una relación, o superar su pauta de dar largas a las cosas. Se trata de habilidades increíblemente valiosas, y si ha leído Poder sin límites ya habrá aprendido muchas de ellas. No obstante, a medida que se vaya adentrando en las páginas que siguen, descubrirá que hay puntos claves de fuerza dentro de su propia vida capaces de transformar literalmente todos los aspectos de ésta con sólo introducir un pequeño cambio.
Este libro está pensado para ofrecerle las estrategias que pueden ayudarle a crear, vivir y disfrutar de la vida de una forma en la que quizá sólo haya soñado hasta ahora.
Aprenderá una serie de estrategias sencillas y específicas para afrontar la causa de cualquier desafío y cambiarla con la mínima cantidad de esfuerzo. Por ejemplo, posiblemente le resulte difícil creer que el simple hecho de cambiar una palabra que forma parte de su vocabulario habitual puede producir un cambio inmediato en sus pautas emocionales. O que, cambiando las preguntas consecuentes que se hace consciente o inconscientemente sobre sí mismo, puede cambiar de forma instantánea aquello hacia lo que enfoca su atención y, en consecuencia, las acciones que emprende cotidianamente. O que cambiar una creencia puede cambiar poderosamente su nivel de felicidad. En las páginas que siguen aprenderá a dominar estas técnicas, y muchas otras cosas, para efectuar los cambios que usted desee.
Así pues, inicio con un gran respeto esta relación con usted para que, juntos, empecemos un viaje de descubrimiento y actualización de sus potenciales más profundos y verdaderos. La vida es un don, y nos ofrece el privilegio, la oportunidad, y también la responsabilidad, de devolver algo, logrando ser algo más.
Así pues, iniciemos nuestro viaje dedicándonos a explorar…