Hugo se sienta, pero no sin antes preparase un buen bol de cereales con yogur. Supongo que las tostadas expulsadas a propulsión en forma de CIEN MIL migas no cuentan como desayuno, ¿no?

 

Daniela, por su parte, se comporta como una reportera a punto de descubrir la historia del siglo: no pierde de vista a Hugo ni un segundo mientras saca paté de la nevera y coge unos crackers del armario.

—Pues… A ver, por dónde empiezo… —dice Hugo.

—¡¡¡POR EL PRINCIPIO!!! —contesta Daniela, quien parece que no quiere perderse ni un detalle.

—Bueno…, ¿recordáis que hace unas semanas me encargué de envolver el anillo con poderes para enviárselo de vuelta a Hannah y Klaus?

—Sí, te quedaste haciéndolo mientras nosotros preparábamos unas omelettes —contesto.

—Bien. Pues dentro de la caja que enviamos al futuro metí una carta para Hannah.

—¿Una carta? ¿DE AMOR? —pregunta Daniela, que está deseando que Hugo confiese su amor por Hannah.

—¡No, tonta! De amor no. ¿Cómo va a ser de amor? ¡Si a mí no me gusta Hannah!

 

Hugo tiene un PROBLEMA. Su cara es incapaz de mentir. De hecho, no sabe ni siquiera DISIMULAR. Puede estar diciendo algo y hacer totalmente lo contrario. Como el día que Mami lo pilló comiéndose el pastel para el cumple de la abuela Max…¡¡¡y él lo negó mientras se limpiaba la boca llena de chocolate con una servilleta!!! Vamos, que necesitaría unas lecciones de Lady Gaga sobre cómo poner POKER FACE, ¿lo pilláis?

La TOTAL descoordinación entre sus palabras y su lenguaje corporal lo convierte en un mentiroso PATÉTICO. Es el PEOR mentiroso del mundo, incluso peor que Pinocho en un polígrafo: ¡se le nota al instante!

—Si no era de amor, ¿de qué era la carta? ¿Qué le decías? —insiste Dani, que no está dispuesta a quedarse sin historia.

—Pues le pedía que inventara algo para poder verla, digo…, ¡PARA VER A KLAUS! —contesta Hugo. Al instante se da cuenta de que no suena demasiado convincente e intenta arreglarlo—: Como están en el futuro, no podemos comunicarnos ni vernos cuando queramos, y a lo mejor algún día nos hace falta algún invento especial o saber algo del futuro…

—Ah, pues no es mala idea… —admite Daniela.

No puedo creerme que volvamos a lo mismo. ¿Es que acaso no tienen MEMORIA? ¿Es que no recuerdan lo que pasó con la CÁMARA y con el ANILLO?

 

A ver si se enteran:

—No, no es mala idea, Daniela: ¡es una PÉSIMA idea, la PEOR idea de la historia! —La corrijo—. ¿No veis que todos sus inventos hasta ahora solo nos han metido en líos?

—Ya, pero… ¿qué sería la vida sin aventuras? —responde Daniela.

—Sí, y yo quiero ver a HANNAH. Digo…, ¡a KLAUS! —añade Hugo.

—Bueno, ¡CENTRÉMONOS! —exclamo mirando a Hugo—. Nos estamos yendo del tema. Cuando Hannah recibió tu carta, ¿qué pasó?

—Al día siguiente, cuando me estaba preparando el desayuno, recibí un mensaje suyo escrito en las tostadas donde decía que había recibido la carta.

—¿Otro POP MESSAGE? Lo digo porque cuando las tostadas salen de la tostadora hacen «POP».

—Sí, ya lo hemos pillado, Daniela —dice Hugo mirándola con condescendencia—. En las tostadas Hannah decía que me quería ayudar, pero que aún no sabía cómo.

—¿Y por qué le has seguido escribiendo? —pregunta Daniela. Está empeñada en que Hugo confiese su amor por Hannah, pero él no se lo pone nada fácil.

—Bueeeno, para no perder el contacto. Mami siempre dice que tenemos que ser amables y educados, ¿no? Pues SOLO para ser POLITE, cada noche dejo una carta en la entrada, viene el mensajero del futuro y por la mañana ella me responde a través de la tostadora.

—¡Por eso llevas toda la semana desayunando tostadas! —grita Daniela.

—¡Qué va! ¡Si yo paso de sus mensajes! Solo es que… ¡me encantan las tostadas!

CONFIRMACIÓN ABSOLUTA:

Hugo no sabe disimular ni mentir. Espero que no se tenga que ganar la vida jugando al PÓKER o siendo POLÍTICO.

Pero lo importante no es eso.

Lo importante es que tenemos una vía de comunicación DIRECTA con el futuro: nosotros podemos enviar cartas y ellos nos contestan vía tostadas.

Podríamos hacernos MILLONARIOS preguntándoles los números ganadores de la lotería; ¡o podríamos sacar siempre SOBRESALIENTE en el cole si supiéramos de antemano qué preguntas nos van a poner en un examen! Esto se pone IN-TE-RE-SAN-TE…

—Entonces, Hugo, tú les has pedido un invento para poder comunicarnos en persona, pero no saben cómo hacerlo, ¿no? —pregunto, resumiendo. La verdad es que eso sería un INVENTAZO.

—Sí, pero no hay manera… Parece que es demasiado difícil —contesta él.

—¿Y si usamos la cámara imposible?

—¡Es verdad, Daniela! Con la cámara imposible podemos viajar al pasado y al FUTURO. —¿Cómo no me he dado cuenta antes?

—Ya, pero recordad que la cámara solo funciona durante quince minutos. ¡Y yo quiero pasar muuucho rato con HANNAH! Digo…, ¡con KLAUS!

 

Miro hacia Hugo y veo que se está poniendo rojo como el botón de YouTube.

—Hugo, no puedes engañar a tus hermanos… ¡Tú quieres que Hannah sea tu novia! —le acusa Daniela.

—Vale, ¡sí! Pero es que… si me voy al futuro con ella, me pierdo mi presente, y si ella viene al pasado, se pierde el suyo. ¡¡¡No sé qué hacer!!!

—¿Por qué no haces una lista con los pros y los contras de vivir en cada época? Así podrás decidir…, ¡aunque recuerda que solo en el PRESENTE nos tienes como hermanos!

 

Parece que la idea de Dani lo ha convencido, porque coge un papel y empieza a apuntar mientras lee en voz alta:

 

 

—Pues no lo veo muy claro… ¿Y si Hannah viene aquí y ahora? ¡Hagamos la lista!

 

 

 

—Creo que no es buena idea que ella venga para siempre… Y yo no quiero ir al futuro para siempre. ¿Por qué no podemos estar un rato en cada año?

Nunca había visto a mi hermano así. ¡Esto es TRUE LOVE! No me extraña que Hugo esté triste… No me puedo imaginar estar enamorado de alguien y no poder ni verla porque está en el futuro.

 

—Pero… ¿cómo podemos solucionarlo? Necesitaríamos algún cacharro para que Hugo pudiese ir al futuro todo el tiempo que quisiera o para que Hannah pudiese venir aquí. Y luego, cada uno a su casa.

Un momento.

¡Creo que tengo una IDEA!

—¿Y si lo que necesitamos realmente es algo que os permita estar juntos todo el tiempo que queráis, pero que no sea ni en el futuro ni en el pasado, ni aquí ni allí?

Hugo me mira con expresión interrogante. Y Daniela remata:

—¡EXPLÍCATE, MATEO! ¿Qué quieres decir con eso?

—Lo que quiero decir es que Hugo quiere estar con Hannah, ¿no? Tiene que haber una manera de crear un sitio donde no exista ni el tiempo ni el espacio… Allí Hugo y Hannah podrían estar juntos sin que pasara el tiempo, y sin que ese tiempo que pasen juntos pertenezca a ninguna época.

—Uf, Mateo, pero ¡eso es IMPOSIBLE! —dice Hugo.

—Sí, e imposible de entender… —apunta Daniela.

—¿Imposible? Pero ¿no decíais que no hay nada imposible para Hannah y Klaus? ¡Y mucho menos para The Crazy Haacks!

—¡¡¡TIENES RAZÓN, MATEO!!! —grita Hugo, feliz.

—¿Y yo también podría ver a Hannah, Mate? ¡Quiero hacer musical.lys con ella!

—Sí, Daniela, ¡cualquiera de nosotros podría estar con gente de otros lugares y tiempos! Solo hay que inventar algo que nos permita crear una pasarela temporal.

—¿Pasarela temporal? Mateo, eso parece muy difícil de hacer… No sé yo si Klaus y Hannah van a poder inventar algo así. ¡No lo ha conseguido ni Stephen Hawking!

—Tranquilo, Hugo… Tú quieres estar con Hannah, ¿verdad? Nosotros vamos a ayudarte a conseguirlo. Coge PAPEL y BOLI, vamos a enviar una carta al futuro para explicarles nuestro CRAZY PLAN.