Ca. 12-43 a. C., Vietnam
Libertadoras de Vietnam
A continuación, les presento una vista panorámica increíblemente simplificada de la situación política de lo que ahora es Vietnam. En los primeros años de nuestra era, Vietnam estaba bajo el control de la dinastía china Han. Los chinos derrocaron el gobierno vietnamita en 111 a. C. y anexaron todo el país a su territorio. El pueblo vietnamita sufrió la supresión de su cultura, el derrocamiento de sus líderes y la perturbación de su vida por las leyes tiránicas de sus nuevos gobernantes supremos extranjeros.
Este es el contexto en el que nacieron Trung Trac y Trung Nhi, en la provincia actual de Mê Lihn. Eran las hijas de un señor vietnamita y crecieron con una educación basada tanto en los libros como en la guerra.
Trung Trac y su esposo, Thi Sach, estaban muy inconformes con el gobierno chino represor, pero el mayor encono lo tuvieron cuando un nuevo gobernador chino asumió el control de su provincia y empezó a cobrar impuestos por necesidades básicas, como la sal o la pesca en los ríos, hasta que exprimió la última gota de los ignorantes campesinos vietnamitas.
Entonces, Trung Trac y Thi Sach empezaron una conspiración. ¿Qué pasaría si movilizaban a la aristocracia? ¿Y si peleaban por la independencia? ¿En contra de la China entera? ¿Qué pasaría si ganaban? ¿Y si después reestablecían un nuevo gobierno vietnamita?
Eran soñadores.
Sin embargo, Thi Sach tenía la mala costumbre de hablar con profusión sobre lo tremendamente descontento que se sentía y lo grandioso que sería que alguien sacara de Vietnam a patadas a los chinos.
Los chinos se enteraron de su franca oposición e hicieron que lo ejecutaran. Su cuerpo fue colgado de las rejas de la ciudad como advertencia para otros aspirantes rebeldes de que no podían meterse con los déspotas chinos. Supusieron que, una vez que se deshicieran de la oposición más abierta a su gobierno, tenían garantizado el continuo exceso de control de Vietnam.
—¡Están equivocados, imbéciles! —dijo Trac— porque yo sigo aquí.
O algo por el estilo.
Trac continuó desde donde su esposo se había quedado. Incluso, tuvo una temeraria segunda al mando, justo como ella lo había sido para Thi Sach: su hermana Nhi. Las hermanas Trung empezaron a reunir lo que probablemente consideraron que sería un pequeño ejército del pueblo, limitado sobre todo a los residentes de su localidad. Sin embargo, su llamado a las armas se expandió y, de repente, tenían ya 65 ciudades y 80 mil soldados voluntarios para derrocar a los chinos e imponer el liderazgo de las hermanas Trung.
Ninguna de las hermanas tenía entrenamiento militar formal, pero Nhi era luchadora, Trac era política y las dos eran intrépidas. ¡Carajo! Las hermanas Trung eligieron a 36 mujeres de sus filas de voluntarios —incluyendo a su madre— y las entrenaron para convertirlas en generalas. Estas damas guiaron a 80 mil soldados contra los chinos, mientras Trac y Nhi (que posiblemente montaban elefantes, la historia es un poco difusa en este detalle) iban al frente de la carga.
Y esos 80 mil soldados sacaron a patadas al ejército chino de Vietnam.
Después de la victoria, el pueblo proclamó que Trung Trac fuera su gobernadora. La rebautizaron Trung Vuong o “Rey-femenino Trung”. Con Nhi todavía en su lugar como chica ruda número dos, Trac estableció su corte real en el poblado natal de las hermanas, Me Lihn, un antiguo centro político en la planicie del río Amarillo. Inmediatamente, eliminó todos los impuestos tipo sheriff de Nottingham que habían impuesto los chinos y restauró un gobierno tradicional vietnamita.
Si esperas un final feliz, deja de leer ahora.
Después de dos años de liderazgo cabrón de las reinas del pueblo, los chinos regresaron como un mal resfriado, esta vez con un ejército enorme y con la intención de recuperar Vietnam de las manos de las Trung.
Pero ¿las hermanas Trung se rindieron sin dar pelea?
Cuatro palabras: ¡Por supuesto que no!
Durante los siguientes tres años, las hermanas Trung se convirtieron en tornados guerreros de la justicia que rechazaron los intentos de China por reclamar Vietnam.
Sin embargo, las superaban en formación militar y en número. Como resultado, Vietnam volvió a caer en manos de la dinastía Han en el año 43 de nuestra era. La rendición no era una opción para las hermanas Trung, pero tampoco lo era morir sin el honor intacto. Entonces, con el ejército Han respirándoles en la nuca, las hermanas Trung cometieron suicidio ahogándose.
Su último acto de desafío fue negarse a morir a manos de los chinos.
Las hermanas Trung han inspirado siglos de luchas de independencia y, actualmente, se les alaba como las primeras libertadoras de Vietnam en historias, poemas, obras de teatro, altares, templos, monumentos, celebraciones anuales… incluso, en timbres postales.