PREÁMBULO

Cuando me propusieron escribir un libro sobre los ángeles, me debatí durante varios días entre dos estados de ánimo distintos: por un lado, la alegría de poder hablar de estos maravillosos amigos y compañeros y, por el otro, el miedo de no conseguir expresar correctamente todo lo que sentía en mi corazón y, sobre todo, de no ser capaz de comunicarlo correctamente a los lectores.

Dejé descansar durante algunos días estas sensaciones y, como sucede a menudo, obtuve una señal positiva traducida en el «Mensaje de los ángeles» que reproduzco más adelante. De esta forma, me di cuenta de que esta contribución mía podría nacer precisamente gracias a los ángeles, y me sentí inmediatamente aliviada y confiada.

El objetivo que me marqué fue el de ejercer de acompañante en la búsqueda de un diálogo con el ángel custodio y con los ángeles que pueden ayudar a afrontar los pequeños y grandes problemas cotidianos, dando consejos con sabiduría y comprensión.

La estructura del libro, repartido en tres partes que se centran, respectivamente, en el conocimiento de los ángeles tal como nos lo ha transmitido la tradición cristiana, en el uso de las cartas como instrumento para desarrollar la intuición y para facilitar el contacto con el ángel y, finalmente, en una concepción «esotérica» de la angelología, se merece seguramente una puntualización preliminar.

A lo largo de los siglos, la angelología tradicional, fundada sobre la verdad transmitida por las Sagradas Escrituras, se ha visto acompañada por otras corrientes interpretativas, en las que han confluido diversas tendencias filosóficas, religiosas e iniciáticas. A partir de allí, se produjeron diversas tentativas de síntesis de todos estos conocimientos que condujeron al nacimiento de una nueva y compleja tradición, generada a partir de la fusión del cristianismo con el pensamiento antiguo, las doctrinas esotéricas, la astrología y la magia.

Incluso la cábala judía se alejó de las revelaciones bíblicas y dedicó un gran espacio a la búsqueda de los nombres y de las funciones de los ángeles.

Evitando adentrarme en un ámbito que continúa siendo competencia de los investigadores, me parece que muchos hemos percibido la exigencia de salir de los recorridos trazados por los textos bíblicos, ampliando los horizontes de búsqueda y aportando una contribución distinta a la propuesta por la angelología.

Es desde este punto de vista que justifico mi elección de integrar en este libro una visión cristiana, por decirlo de algún modo, «ortodoxa», y una visión «alternativa», pero que no pretende oponerse a la primera sino completarla. Con esto, espero no herir la sensibilidad religiosa de nadie, y espero que mi elección pueda parecer aceptable para todos, o por lo menos comprensible.

Al utilizar las cartas he pretendido simplemente aportar a los lectores una oportunidad para entrar en contacto con su ángel, tanto para aquellos que ya lo han encontrado y que desean comunicar con él como, y sobre todo, para aquellos que todavía lo están buscando.

Confiémonos pues a los ángeles y tendremos la posibilidad de utilizar los preciosos consejos que sabrán darnos para llevar una vida cotidiana más serena y más responsable.