Un libro que tardó en escribirse más de mil años

La bitácora de un barco no es escrita por un solo marinero. Cada viaje y cada capitán van dejando en ella su propia impresión, colaborando en la integración de un conjunto de información valiosa. De igual manera, la vida de Dios y la historia de salvación tienen mayor duración que la vida de cualquier mortal y la trascienden.

Por ello, aunque Dios es el autor intelectual de la Sagrada Escritura, tuvo que inspirar durante varios años a diversas personas para que escribieran en su nombre. El Antiguo Testamento se escribió durante casi mil años. El Nuevo Testamento, escrito por los apóstoles de Cristo y algunos de sus colaboradores, tardó solo sesenta. Con la muerte del apóstol San Juan se terminó de escribir el último libro. Tomando en cuenta las grandes diferencias en tiempos, situaciones y personas que la escribieron, podemos encontrar en ella distintos géneros literarios. Incluye historias verdaderas y parábolas, cantos y poesías, leyes y normas, discursos y cartas, hechos históricos y anuncios del futuro. Por ello, cada libro debe leerse e interpretarse dentro de su propio contexto. Es necesario auxiliarse de materias complementarias como la historia, la arqueología, la tradición, etc. La Biblia católica tiene 73 libros. 46 en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento. Algunos grupos religiosos, llamados también protestantes, tienen incompleta la Biblia porque en lugar de 46 libros del Antiguo Testamento, solo tienen 39. Les faltan los libros de Tobit o Tobías, Judith, 1 Macabeos, 2 Macabeos, Eclesiástico, Sabiduría y Baruc. Además, no reconocen algunas partes de los libros de Ester y de Daniel. A esos libros se les llama “deuterocanónicos”. Por eso, para tener una Biblia católica completa, hay que fijarse que tenga también los libros “deuterocanónicos”. La mejor manera para comenzar a leer la Biblia es iniciar por el Nuevo Testamento: los Evangelios, Hechos de los Apóstoles y las Cartas o Epístolas. Estos libros son tan claros y sencillos que, para su comprensión, no necesitan de mayor explicación. Para comprender los del Antiguo Testamento y el libro del Apocalipsis se requiere de un estudio particular o un acompañamiento especial. Recordemos que es necesario conocer los distintos momentos históricos, la cultura de cada tiempo y los signos que los acompañan. La Biblia, como un libro de lectura personal, será siempre de gran ayuda para la vida espiritual y la formación de la propia fe; sin embargo, para no caer en errores o falsas interpretaciones, necesitamos ayuda y orientación.

En el capítulo 8 del libro Confesiones, San Agustín dice que en cierta ocasión escuchó una voz que le decía: “Toma y lee”. Abrió la Biblia al azar y encontró respuesta a lo que necesitaba.