Bueno, ya sabe usted que es vasco y no se ha desmayado del susto, incluso hemos averiguado su nivel exacto de vasquitud. Ahora que ha pasado ese primer trago, vamos a saber qué clase de vasco es usted. Porque, a pesar de que desde fuera se nos vea a los vascos como un ente genérico que responde a una imagen unívoca, lo cierto es que, vistos desde dentro, somos muy diferentes. En este capítulo, retrataremos a los vascos en peligro de expansión, es decir, a esos tipos de vascos tan comunes en Euskadi que empiezan a exportar nuestros modos y nuestros modales por todo el mundo. Lea con atención, porque seguramente usted responde a uno de estos tipos.
‘VASCUS VASCUS’
A todas luces, el vascus vascus es la especie más numerosa de las estudiadas. Sus costumbres son muy regulares y han sido descritas por numerosos tratadistas. Se distingue fundamentalmente por tener un segundo nido o residencia en la costa mediterránea, en una franja comprendida entre el cabo de Creus y Torremolinos, aunque las concentraciones más importantes se localizan en Torrevieja, Salou, Cambrils...
Hábitat
El vascus vascus emigra en época estival. Abandona sus cuarteles de invierno en cuanto puede y vuela a tostarse al sol. Los individuos más viejos de la especie, también llamados jubilados, se han hecho sedentarios y rara vez regresan al norte.
Plumaje
En temporada estival, pantalón corto y camiseta, o camisa de flores para los machos; chándal con tacones y rubio de peluquería para las hembras. Fuera de temporada, azules y grises para ambos.
Alimentación
Básicamente, todo lo que encuentre en su lugar de descanso. Paellas y pescaíto frito en chiringuitos y restaurantes de playa.
Especies afines
Se diferencia de la subespecie veraneantis iberica, con la que indudablemente guarda similitudes, en que no toma tinto de verano así lo maten. Mezclar el morapio con gaseosa está considerado una herejía no permitida ni cuando el termómetro rebasa los 43º a la sombra. Claretico fresco y blancos de la tierra para apagar la sed.
‘VASCUS PEREGRINUS EVANGELICANTIS’
El peregrinus evangelincantis o religiosis es una especie con una extraordinaria capacidad de adaptación a cualquier tipo de medio por hostil y áspero que sea. Lo mismo encontramos religiosis en los humedales tropicales, en las sabanas africanas y entre las sábanas de medio mundo.
Plumaje
Tiende a la sotana, aunque también abunda el atuendo «cura obrero», que dificulta su identificación a simple vista.
Alimentación
Lo que haya, pero que haya mucho a ser posible.
Especies afines
Es clásico distinguir en este tipo dos subespecies ampliamente estudiadas: la religiosis a secas y la solidaria o sin fronteris. Aunque a nuestro modesto entender las diferencias son mínimas. Presentan los mismos hábitos, la misma entrega, la misma ingenuidad y la misma fe, son fundamentalmente internacionalistas y se les puede encontrar juntos, pero no revueltos, en cualquier área del mundo, siempre que sea calurosa, seca y haya un conflicto armado.
‘VASCUS PARASITUS’
La característica fundamental de esta especie es su prolongadísima estancia en el nido paterno. Se han documentado casos de permanencia en el hogar durante más de cuarenta y cincuenta años, sin dar golpe y sin aportar absolutamente nada al mantenimiento de la célula familiar, aunque lo normal ronda la treintena de años viviendo de la sopa boba.
Distribución
Se trata de una especie cosmopolita que vive exclusivamente en ciudades y pueblos grandes.
Costumbres
Noctámbulas, sobre todo el fin de semana. El domingo se estira en el sofá y se entrega al zapping hasta que deja el mando sin pilas. El resto de su tiempo lo distribuye como sigue: hace que estudia hasta los veinticinco, finge que busca trabajo hasta los treinta, simula que busca novia hasta los treinta y cinco, y si a los cuarenta sigue sin estudios, sin trabajo y sin novia, la cuadrilla le rinde un homenaje.
Canto o reclamo
No se le conocen más voces que «Aita, suelta la paga». «Ama, ¿qué hay para comer?» y «Vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos».
‘VASCUS COJONERUS’
La principal característica de esta especie es su natural capacidad para llevar la contraria. Vocingleros y discutidores, son el perejil de toda polémica y arruinadores vocacionales de sobremesas en bodas, banquetes y bautizos. El método para conseguirlo es sencillo: aunque el resto de las especies rehúya el enfrentamiento, ellos siguen erre que erre, hasta que alguien pica. El tema es invariable: el conflicto. El argumento principal, muy sólido: «La razón la tengo yo, y vosotros no tenéis ni puta idea». La pervivencia de ese espíritu a lo largo de los años hace que tengamos vascus cojonerus de todas las edades.
Distribución
Digamos que hay una media de uno por mesa dentro del País Vasco. Ésta es la razón por la que en Euskadi «ya no se puede hablar de política». Y siendo el país que es, pues ustedes nos contarán... Al igual que el resto de los vascos, el vascus cojonerus también se reúne con sus congéneres para manifestarse, pero la frecuencia de estos encuentros es mayor que la presentada por el resto de las especies. Además, mientras el resto de los vascos se manifiesta de manera silenciosa, el cojonerus lo hace con más aparato escénico que Pink Floyd. En algunas manifestaciones se ha gastado más dinero en cohetes que en la inauguración de unas olimpiadas.
Plumaje
El más identificativo es su atuendo para la manifa. Consta de deportivas de marca o botas, vaqueros, camiseta de rayas, pañuelo palestino y macuto opcional. Siempre tiene que aparecer una reivindicación legible en alguna parte del cuerpo: en forma de pegatina o de pin político.
Especies afines
Es absolutamente imposible confundir esta especie con ninguna otra.
‘VASCUS DEPREDATORIS’
Ésta es una especie muy común y extendida por todos los rincones del territorio. Laboriosos como hormigas, procuran tener siempre la despensa llena a expensas de los bienes de utilidad pública. Vivos y oportunistas, están a la que salta, y tienen un fuerte concepto utilitario del tiempo libre. Para ellos, un día de campo es un día perdido si no se vuelve con una docenita de setas en la cesta.
Hábitat
Emigran ocasionalmente y, dependiendo de la estación, se les puede ver en Navarra, La Rioja o Soria, cogiendo setas; en el Pirineo, buscando endrinas; en las playas del litoral, cogiendo pequeños crustáceos. También hacen acopio indiscriminado de maguillas (o manzanas silvestres), castañas, nueces, manzanilla, té de roca, diente de león, y de cuanto fruto dé la madre Naturaleza y no tenga dueño aparente.
Plumaje
En otoño, invierno y primavera, abunda esta especie, siempre vestida con su «atuendo setero», compuesto de botas de senderista, calcetines altos de lana para meter por dentro el bajo de los pantalones de pana, camisa de cuadros de leñador, pañuelo al cuello, cesta de mimbre o de castaño y bastón. Si tiene más de cincuenta años, llevará además txapela. En verano, su actividad desciende y se centra en la recogida de lapas, quisquillas y cangrejos en las playas. Complementos imprescindibles: bañador Meyba de más de diez años, salabardo inútil que se lleva por la ilusión que les hace a los hijos y bolsa de plástico por si cae algún pececillo. La actividad veraniega es mucho menor y su único objetivo (casi nunca logrado, por cierto) es matar el tedio de la playa. La colecta rara vez llega a la mesa.
Especies afines
No conviene confundir al vascus depredatoris con el vascus embotadoris, especie con la que guarda evidentes semejanzas. La principal característica del embotadoris también es su obsesión por mantener la despensa llena, pero, a diferencia del depredatoris, no pretende que le salga gratis. El embotadoris incluye en su dieta pimientos, tomates, atún, y otros alimentos que embotella él mismo después de haberlo comprado, eso sí, en plena temporada y buscando el chollo. Pero el depredatoris no busca el chollo, busca el milagro.
‘VASCUS COMUNICANTIS’
El comunicantis es un vascus atípico pero en franca expansión. Sus individuos precisan de un periodo formativo en el txoko, para después hacerse un hueco en los medios de comunicación, especialmente en Madrid. Allí se hacen los amos de la barraca.
Distribución
El vascus comunicantis nace en Euskadi pero madura en Madrid. O lo que es lo mismo, da el famoso «salto», tal como lo llaman los periodistas, de ETB a una cadena estatal.
Canto o reclamo
Es tal la variedad de cantos que ha elaborado esta especie, que nos vemos obligados a estudiarlos individuo por individuo. Señalar estas particularidades supone reconocer el alto rendimiento que son capaces de sacarle a un gesto o a una simple frase. Veamos unos ejemplos:
Carlos Sobera (levantando la ceja): «¡Sí! ¡Positivo! ¡Eres bueno, eres muy bueno!».
Anne Igartiburu (lanzando un besito al aire con el índice): «¡Hasta mañana, corazones!».
Ramón García (apuntando con el índice hacia delante, imitando a Matías Prats): «¡Veamos la repetición para deleitarnos con las bofetadas que se han dado los del equipo amarillo!».
Iñaki Gabilondo (no vemos la ceja, ni el besito, ni el índice): «Lo que necesita este país es más tolerancia, menos crispación y un espíritu dialogante».
‘VASCUS CREATORIS’
Especie espiritualmente muy idealista y materialmente muy hábil. Decimos lo primero porque si sus individuos se dedican, por ejemplo, a la escultura, se empeñarán en tareas tan útiles como «atrapar o apresar el vacío». Ahí es nada. Decimos lo segundo porque, lejos de manejar ellos mismos sus propios materiales, siempre tienen una mano amiga (una forja o una empresa hormigonera) que lo haga por ellos. Además, su habilidad material puede contabilizarse con sólo mirar sus cuentas corrientes.
Distribución
El creatoris es una especie muy difundida en el País Vasco, de manera que podemos decir que no hay población donde no anide un artista plástico. No obstante, la zona del Bidasoa ha sido, desde siempre, la que ha presentado una mayor densidad de creatoris por kilómetro cuadrado.
Especies afines
No se debe confundir con el vascus subventionantis. Esta última especie depende directamente de la subvención estatal para su supervivencia; es una especie parásita que vegeta durante el periodo que cubre la subvención, y entra en una actividad frenética en los días que preceden al cierre de convocatoria para la subvención siguiente.
Tampoco conviene confundir al creatoris con el vascus aburreostris o cantautoris, especie canora de canto tan triste y soso que nunca ocupará el número uno de Los Cuarenta Principales.
Una variedad del creatoris, el vascus cortometrajistis, está en fase de franca expansión y amenaza con desplazar de su nicho en la cadena trófica al cineastis, que se ha hecho ave migratoria por no llegarle con las ayudas del gobiernus vascus.
‘VASCUS UNIVERSALIS’
Esta especie de vascus se ha especializado en las grandes migraciones a través del planeta. Es un heredero de los primeros exploradores que abrieron rutas y descubrieron tierras y lugares aún vírgenes. Tiene alma de pionero y vocación de violador de parajes intactos.
Tipología
La tipología clásica distingue dos subespecies que han elaborado un comportamiento altamente diferenciado: vascus navigantibus y vascus ochomilis, o lo que es lo mismo, vascos que prefieren el mar y vascos que prefieren la montaña.
Vascus navigantibus: gran viajero, sus recorridos son de tal naturaleza que muchas veces circunvalan el globo. El primer navigantibus conocido fue Elcano. Muchos tratadistas han intentado explicar el sentido de esos viajes tan largos: la razón esgrimida —el necesario alejamiento de la madre— nos parece oportuna. Es tal el peso de la figura de la madre en el vascus, que cualquier cantidad de agua que se ponga por medio es poca.
Vascus ochomilis: esta especie se ha especializado en la alta montaña. Concretamente, en la altísima montaña, en las regiones de hielos perpetuos y vientos traidores. En esas altitudes, su energía fluye con naturalidad. En cotas más bajas, de los 7.000 metros para abajo —y no digamos nada a nivel del mar—, su vitalidad decrece hasta volverse laxa, pierde el habla y su mirada busca con insistencia la montaña.
EL BILBAÍNO
El bilbaíno es una especie con un marcado carácter territorial. Defiende su espacio a ultranza, como si fuera el mejor del mundo. Todo lo que se quiera comparar con su terruño es pequeño, insignificante y no merece la pena. Por el contrario, su casa es inmejorable. Consciente de su fama, el bilbaíno exagera esta tendencia todo lo que puede, y así disfraza su fanfarronería con un sentido del humor que invita a sembrar la duda. ¿De verdad es tan chulo? Pues sí, lo es. El bilbaíno también transmite una instintiva sensación de seguridad al declararse capaz de superar todos los obstáculos.
Origen y distribución
Bien es sabido que el bilbaíno nace donde le da la real gana. Bajo esta premisa, podemos decir que la categoría de bilbaíno se refiere, más que a un origen, a un estado del espíritu. La especie se distribuye universalmente, pero con una marcada predilección por el hemisferio Norte. Obviamente, el bilbaíno necesita poderío económico para ejercer su generosa personalidad.
Canto
El bilbaíno canta bilbainadas, una especie de canciones populares en las que se relatan anécdotas, se exaltan esencias y se subrayan sucedidos cuyo protagonismo siempre recae en la ciudad de Bilbao («Y un inglés vino a Bilbao y...»).
Reclamos
Varios son los reclamos utilizados por la especie, entre los que destacan pensamientos tan profundos como los siguientes:
«¡Que no sea por dinero, la óspera!».
«Mira, esa pirámide será lo que quieras, pero donde esté el puente colgante...».
«Donde esté Bilbao, que se quite Washington».
«Tu madre, una santa; pero tú, un hijo de puta».
«¡Que no se diga, si es que no parecemos de Bilbao, la órdiga!».
«¡Aúpa el Erandio!».
«¡Athleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetic!».