NUESTRAS CARTAS

Empezaremos a examinar nuestras cartas, que son las herramientas indispensables para que tengan éxito los juegos que proponemos. Existen cuarenta, y cada una representa los distintos recorridos de la vida y está ilustrada con imágenes que recuerdan situaciones, acontecimientos o personajes característicos.

Cada carta tiene un número de referencia y presenta un sentido de lectura. El símbolo y la posición en la que esté dan a la carta un significado preciso que vamos a examinar con todo detalle.

Empezaremos por la lista de cartas que componen la baraja, y de esta forma podremos saber su denominación oficial. Siguiendo el orden numérico que se les atribuye obtenemos la siguiente relación:

Denominación	Números asociados	Tipología
La mujer rubia	1, 21	Carta personaje
El hombre rubio	2, 22	Carta personaje
La mujer morena	3, 23	Carta personaje
El hombre moreno	4, 24	Carta personaje
Los dos jóvenes	5, 25	Carta personaje
La juventud	6, 26	Carta personaje
La emperatriz	7, 27	Carta personaje
El rey	8, 28	Carta personaje
El ángel	9, 29	Carta acontecimiento
El mensajero	10, 30	Carta acontecimiento
El sabio	11, 31	Carta acontecimiento
La sirena	12, 32	Carta acontecimiento
El rayo	13, 33	Carta acontecimiento
El reloj	14, 34	Carta del tiempo
La rueda del tiempo	15, 35	Carta del tiempo
El cambio	16, 36	Carta del tiempo
La atracción	17, 37	Carta de los sentimientos y de las acciones
La repulsión y el abandono	18, 38	Carta de los sentimientos y de las acciones
La rabia y la impulsividad	19, 39	Carta de los sentimientos y de las acciones
El coraje	20, 40	Carta de los sentimientos y de las acciones
La felicidad	21, 41	Carta de los sentimientos y de las acciones
El sol y la luna	22, 42	Carta de los sentimientos y de las acciones
El baile	23, 43	Carta de los sentimientos y de las acciones
La soledad	24, 44	Carta de los sentimientos y de las acciones
La melancolia	25, 45	Carta de los sentimientos y de las acciones
La salida	26, 46	Carta del crecimiento interior
La voz interior	27, 47	Carta del crecimiento interior
La creatividad	28, 48	Carta del crecimiento interior
La búsqueda	29, 49	Carta del crecimiento interior
El juicio	30, 50	Carta del crecimiento interior
La tormenta	31, 51	Carta del crecimiento interior
El viento	32, 52	Carta del crecimiento interior
El delfín	33, 53	Carta de los encuentros
El cóctel	34, 54	Carta de los encuentros
La serpiente	35, 55	Carta de los encuentros
La naturaleza	36, 56	Carta de los lugares
El arco iris	37, 57	Carta de los lugares
La ciudad	38, 58	Carta de los lugares
La montaña	39, 59	Carta de los lugares
La hiedra	40, 60	Carta de los lugares

Las cartas pueden agruparse por temas; cada uno de ellos juega un papel particular en la dinámica de la interpretación. Tenemos, por tanto, las cartas personaje, las cartas acontecimiento, las que representan el tiempo, etc.

Vamos a examinar de nuevo la división de las cuarenta cartas agrupándolas ahora por categorías. Es muy importante reconocer el tema relacionado con cada grupo de cartas, puesto que ayuda a encuadrar mejor las figuras en el interior del juego y a captar todos los matices que puede presentar su interpretación.

■ Los personajes

Representan a los actores de las acciones o los acontecimientos. Pueden representar al consultante, a una tercera persona conocida o a uno o varios personajes que todavía no están muy bien determinados y que participarán en la realización de la acción. En las prácticas de magia blanca, estas cartas poseen normalmente una identidad precisa; encarnan al consultante o a una o varias personas destinatarias del ritual mágico.

■ Los acontecimientos

Estas cartas asocian su acción a un acontecimiento que tiene que cumplirse para que otras situaciones puedan seguir su curso. Se trata normalmente de anuncios, noticias que llegan, acontecimientos extraordinarios o encuentros con personajes que, aunque no son los protagonistas de los acontecimientos, influyen en las acciones del consultante o permiten que las situaciones sigan su curso. Se trata de cinco cartas que presentan simbolismos y características distintos.

■ El tiempo

El tiempo es un factor determinante en la predicción de los acontecimientos que deben realizarse. A menudo, en efecto, es necesario esperar que la situación evolucione antes de efectuar determinadas elecciones o antes de dar rienda suelta a acciones precisas y concretas. Estas tres cartas aconsejan esperar y calcular el lapso de tiempo que hay que respetar previendo el aplazamiento de una acción o un acontecimiento.

■ Los sentimientos y las acciones

Los sentimientos y las acciones están relacionados a menudo entre ellos a través de una relación de causa-efecto. Algunos estados de ánimo o algunas sensaciones precisas pueden ser la causa del acontecimiento, de la misma forma que algunas acciones y acontecimientos pueden provocar estados de ánimo muy fuertes. En las prácticas de magia blanca, estas cartas se definen como «dinámicas», porque tienden a producir estados emocionales capaces de generar acontecimientos o de influir en la vida del consultante y de otros individuos. Por lo tanto, es conveniente utilizarlas con muchas precauciones puesto que son capaces de provocar emociones tan fuertes que pueden condicionar totalmente la vida y las acciones de un individuo.

Acerca de esto, es conveniente recordar que la magia blanca se destaca por el objetivo noble de su práctica. El hecho de utilizar estas cartas para influir negativamente en la vida de las personas podría generar un peligroso efecto bumerán en relación con la persona que realiza el ritual mágico, con consecuencias a veces muy desagradables.

■ El crecimiento

Estas cartas representan la evolución interior del individuo, la maduración de la parte más íntima y profunda de la personalidad a través de la experiencia, de la búsqueda de una relación más profunda con uno mismo, o incluso a través de la puesta en práctica de sus propias capacidades.

Se trata de símbolos y de figuras que invitan a una relación más profunda y más madura con uno mismo pero también con los demás. Algunas cartas incitan a llevar a cabo nuevas acciones y nuevos proyectos.

Es importante considerar que no se trata nunca de cartas con un significado negativo, incluso cuando anuncian grandes trastornos tanto emotivos como materiales; indican que la mejora y el equilibrio sólo pueden saborearse después de periodos de crisis profunda.

Estas cartas se revelan igualmente preciosas en los rituales de magia blanca. Permiten darse cuenta y desarrollar las propias capacidades. Están ligadas a menudo con la producción artística puesto que favorecen el desarrollo y la utilización de las habilidades creativas individuales así como la producción de obras escritas o de objetos artísticos.

■ Los encuentros

A veces los acontecimientos o las acciones están condicionados por un encuentro cuya importancia se revela fundamental. Las tres cartas encuentro pueden referirse a personajes específicos o a situaciones más complejas en interacción con varias personas, pero se trata en todos los casos de acontecimientos capaces de modificar profundamente el resultado de las acciones.

En consecuencia, tienen que leerse captando todos los matices que contiene cada carta y prestando mucha atención a la eventual interacción con otras figuras presentes en ese preciso momento sobre la mesa. Una carta serpiente al lado de una carta personaje, por ejemplo, puede revelar intenciones explícitas pero también un conjunto de tentaciones y de pensamientos no necesariamente destinados a transformarse en acción. De la misma forma, en los rituales de magia blanca, estas cartas indican un devenir en potencia pero no garantizan el cumplimiento de la acción. Se trata de cartas que pueden influir en los pensamientos y en las formas de percibir la realidad, pero no garantizan la transformación de esos impulsos en acciones.

■ Los lugares

Se trata de cartas complejas que pueden representar cosas muy distintas entre ellas. Simbolizan los lugares de una escena pero también la dimensión natural hacia la que debería tender el consultante para obtener la eficacia máxima de sus acciones. La ciudad, por ejemplo, no representa sólo la decoración de un acontecimiento sino también su complejidad; recuerda asimismo el tipo de vida que se lleva a cabo, las relaciones con los demás, el dinamismo y hasta la competición y el caos.

Por tanto, estas cartas tienen que interpretarse en relación con las otras figuras presentes en la mesa y con las situaciones que se destacan para poder captar completamente su significado.

Resumiendo, las cartas pueden agruparse de la siguiente forma: