¿Estaré soñando?
HAL 9000
Este libro ofrece una nueva visión del Feng Shui, la antigua sabiduría de la energía china. Una perspectiva inédita a partir del método que integra tanto la fuerza evocadora de las imágenes como la fuerza reflexiva de la palabra escrita, subordinando esta última a ser un simple complemento de la primera.
La «fuerza» de esta obra está en las cartas, caracterizadas por ilustraciones con una gran potencia energética que son un fiel reflejo de la expresión creativa de la energía del Feng Shui.
La originalidad del libro radica en mostrar la sabiduría del Feng Shui en cada una de las múltiples formas en que se manifiesta, intentando dar el merecido —y, aún así, superficial— reconocimiento a esta disciplina milenaria, que no se reduce simplemente al arte de saber disponer el ambiente de manera adecuada para el propio bienestar físico, sino que representa una feliz síntesis de las enseñanzas de la filosofía y de la cultura chinas.
De hecho, el Feng Shui ofrece experiencias universales, en resumidas cuentas, ofrece la experiencia de la energía universal. La energía no tiene espacio, ni tiempo, y el Feng Shui no es una disciplina perteneciente al pasado, sino que puede ser experimentado y seguido por cada uno de nosotros, todos los días.
Seguir los principios del Feng Shui en la vida moderna significa seguir lo que este libro, y sobre todo sus cartas, con unas imágenes fuertemente evocadoras, sabrá transmitirle para poderlo aplicar a la vida cotidiana.
Seguir el Feng Shui significa saber vivir en armonía y en equilibrio con la naturaleza y con el ambiente circunstante, en cualquier lugar. También significa «dejarse llevar», abandonarse al flujo de la naturaleza y de la energía; es decir, no vivir la vida de manera «rígida», fija e inmóvil, sino vivirla con una actitud abierta al descubrimiento y al cambio, a las transformaciones de la vida misma. Significa curiosidad hacia todo aquello que nos rodea. Sin curiosidad, todo se marchita.
Es esta, precisamente, la esencia ética de la transformación, de la perpetua y dinámica interacción entre el yin y el yang. Es esta la esencia del Chi, la energía del Tao.
Seguir los principios del Feng Shui implica cambiar por completo nuestra relación con el mundo, porque por fin podremos llegar a percibir las energías que atraviesan la realidad, las fuerzas que interactúan con nosotros y que nos modifican, y podremos utilizar dichas energías para mejorarnos a nosotros mismos y a los demás; al enmendarnos, mejoramos también toda la realidad que nos rodea, y como dicen los maestros del Feng Shui, «todos los innumerables universos que soplan en el Chi».
De este modo, dejamos nuestros rígidos prejuicios a un lado y nos aventuramos en el descubrimiento de la realidad, midiendo nuestra relación con el mundo en función de la empatía y del bienestar, tanto nuestros como de los demás, en lugar de medirla con criterios de cálculo y de utilidad. El valor de la vida se convierte en la calidad de la experiencia, y no en la acumulación de bienes materiales, tan inútiles como aparentemente atractivos.
Es así como cambia nuestra existencia gracias al Feng Shui, y de este modo, el antiguo arte chino de la energía puede llegar a ser patrimonio individual y colectivo de la sociedad moderna.
Ningún libro puede ser objetivo. Si es sincero, refleja las interpretaciones, las visiones, las ambiciones y los sueños (además de los errores) del autor. En este libro he dado mi visión del Feng Shui, una visión que no creo que pueda encontrarse en ninguna otra obra, porque integra los principios del Feng Shui con la complejidad del mundo vivo. Este ha sido el objetivo que me he propuesto cuando he decidido que, junto al libro, también se publicarán las cartas adivinatorias del Feng Shui, un objetivo destinado no sólo a alcanzar beneficios personales, sino universales.
Espero que los lectores queden satisfechos.