Estas páginas te darán las herramientas para establecer un camino personal a partir de tus chakras —o centros energéticos— con ayuda de los cristales. Sabrás qué cristales puedes usar y cómo utilizarlos para activar y sanar diferentes aspectos de tu vida como el amor, la salud, la abundancia y las relaciones. Asimismo, podrás determinar qué cristal es ideal para potenciar o equilibrar tu personalidad según tus rasgos más característicos.
Cuando estás en equilibrio, cuando tus chakras, que son tu sistema energético, están alineados, no solo vas a estar más tranquilo, sino también más presente, más creativo, más empoderado, más amoroso, más expresivo, más intuitivo, más conectado con la fuente divina, al fin y al cabo, más tú.
Puedes leer este libro en el orden que prefieras, aunque está diseñado en un orden ideal para trabajar los diferentes aspectos personales y movilizar la energía en un proceso sincrónico.
Bienvenido y bienvenida a este viaje al interior en compañía de los cristales. Espero de corazón que este camino nutra tu vida, la llene de magia, de conciencia, de verdad; que puedas ir hacia adentro, encontrándote, aceptándote y permitiendo que tu verdadera esencia emerja para experimentar la vida siendo la vida misma.
Emprender un camino de sanación y de conciencia es una tarea que muchas personas asumimos como parte de la búsqueda personal hacia la felicidad. Detrás de las situaciones que hemos tenido que enfrentar y de lo que ocurre en cada aspecto de nuestra vida hay una trama inconsciente que no podemos ver o que muchas veces ignoramos y que constituye la base de lo que somos, no solo como individuos, sino también como seres humanos. Para transformar realmente la vida y conectarnos con el más alto potencial que abunda en nuestro Ser, es necesario ir al fondo: a lo profundo como ser físico, emocional, mental, espiritual y cósmico. En este viaje los cristales juegan un papel fundamental porque nos recordarán quién somos, despertarán nuestra memoria inconsciente, y nos enseñarán el camino para vivir desde nuestra verdadera esencia. Nos ayudarán a que integremos en nuestra cotidianidad la sabiduría profunda de nuestra alma, porque trabajando con ellos podremos emprender un proceso de reconocimiento personal y de exploración del mundo interno para tener una conciencia más clara de nosotros mismo y de nuestra relación con el mundo.
¿Sientes que hay algo que debas sanar en tu vida?
El primer paso es reconocerlo, y el segundo, emprender un camino hacia el interior con herramientas que la Tierra nos regala día a día: me refiero, en particular, a los cristales. A través de su uso podremos acceder a lo más profundo de nuestro ser, alinearnos con nuestros minerales internos y con las estructuras cristalinas presentes en la sangre, los huesos y las células. En este libro están las bases para poco a poco empezar a recordar quién somos y conectarnos con el origen. Los cristales enseñan a ir hacia adentro, a reconocer la magia de lo sagrado y el lenguaje del Universo que se expresa a través de la geometría y de todas sus características naturales que aún no han sido intervenidas por la mano del hombre.
Los cristales son minerales que han vivido millones de años debajo de la Tierra y han surgido luego de un largo y constante proceso de transformación. Ellos nos enseñan que, al igual que su proceso natural de formación desde las profundidades de la Tierra hasta la superficie, la vida se vive de adentro hacia fuera. La ciencia ha comprobado las cualidades de los cristales para amplificar, almacenar, proyectar y transformar la información y la energía desde hace muchos años con aportes muy importantes. Entre ellos encontramos los de los físicos Hans Bethe y John Hasbrouck van Vleck, quienes estudiaron a profundidad la estructura electrónica y magnética de los sólidos cristalinos; el del científico e inventor de IBM Marcel Vogel, quien a través de variadas patentes y estudios comprobó sus cualidades; o los del científico Nikola Tesla, quien estudió durante varios años el poder vibratorio de los cristales. Las diversas investigaciones de la actualidad han dado paso a la Cristalografía, ciencia que ha permitido la utilización de sus cualidades en campos tan cotidianos como la tecnología y la medicina. En la naturaleza, silenciosos y pacientes, los cristales se han estado preparando, recopilando toda nuestra historia, albergando la sabiduría de los antiguos maestros, almacenando la información del cosmos, permaneciendo presentes y sosteniéndonos a través del tiempo, aguardando el momento para volver a emerger y que los podamos utilizar por medio de nuestra conciencia como herramientas de reconocimiento y expansión de nuestro poder interior, para que podamos reconocer nuestra verdadera esencia.
Los cristales son una herramienta que está disponible para que emprendamos un encuentro personal profundo; son conciencias que se manifiestan en el plano físico, pues albergan la información de diferentes energías y momentos del cosmos y de la Tierra; y hacen parte del reino mineral, que constituye la base y el sostén de la vida. Así como nuestro cuerpo físico es el espacio en el que habita nuestra energía, los cristales son cuerpos que albergan diferentes energías y vibraciones y nos conectan con seres espirituales muy especiales.
Cuando hablo de los cristales no me refiero solamente a su color llamativo o a lo lindos que son; un cristal es un elemento cuyos átomos y moléculas se unen en una armonía perfecta para así formar una estructura ordenada, una geometría regular y geométrica. Es decir, son los elementos más ordenados de la materia, a través de un modelo que se repite periódicamente en tres dimensiones. Los cristales no son solo los que vemos en las tiendas: el agua se cristaliza, los huesos están compuestos de cristales, y, en general, a cualquier elemento de la materia que se ordena de esta forma se le llama cristal.
Los cristales tienen una estructura geométrica perfecta que no ha sido manipulada por el hombre. Por lo general tienen colores vivos, resultado de la interacción de varios minerales y las temperaturas a las que se someten cuando se encuentran bajo Tierra. Tienen una vibración (movimiento de la energía) y una frecuencia (ritmo de la energía) elevadas que los convierten en herramientas estables capaces de recibir, transmitir, almacenar, dirigir, amplificar y estabilizar la energía, entre muchas otras propiedades. No en vano son los primeros habitantes de la Tierra y por lo tanto, contienen la vibración del Universo. Los cristales son una expresión amorosa del Creador; sus colores expresan la magia, la geometría, la armonía y la perfección de la Creación; y su vibración estable nos recuerda nuestro origen divino.
Te invito a completar este rápido ejercicio para que comiences a conectarte con la energía de los cristales. Ten la seguridad de que te asombrarán los resultados.
Piensa en una intención que te gustaría trabajar con los cristales.
De la siguiente lista de cristales (tal vez los conozcas, tal vez no), señala con una X el que más te llame la atención.
| • Amatista |
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| • Citrino |
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| • Aventurina verde |
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| • Cuarzo ahumado |
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| • Turmalina negra |
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| • Cornalina |
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| • Cuarzo rosado |
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| • Calcita naranja |
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| • Prehnita |
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| • Ágata de encaje azul |
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| • Sodalita |
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| • Fluorita |
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| • Cuarzo transparente |
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De las siguientes formas, escoge la que más te llama la atención: (círculo, cubo, tetraedro, hexágono, octaedro).
Imagina que una de las formas anteriores corresponde al cristal que elegiste. Ahora dibújala y coloréala con alguno de los siguientes colores: negro, naranja, amarillo, verde, rosado, azul, violeta o blanco.
Descubre con la lista que encontrarás a continuación el mensaje que el cristal que elegiste tiene para ti. Más adelante podrás ampliar la información.
De acuerdo a tu intención:
El círculo representa la necesidad de unidad y de conexión contigo mismo.
El cubo te habla de que, de acuerdo a tu intención, necesitas conectarte con la Tierra, con tu cuerpo físico y con lo concreto.
El tetraedro o triángulo te indica que algo se está transformando, que es momento de sacar tu fuego interno y de conectarte con la sabiduría del universo.
El octaedro te invita a soltarte, a conectarte con la energía espiritual y dejar fluir.
El hexágono te invita a aceptar y a unir las diferencias.
De acuerdo a tu intención, el color representa la energía que necesitas:
Negro: Liberar energía estancada.
Naranja: Activar tu creatividad.
Amarillo: Sacar a relucir tu fuerza y tu poder.
Verde: Equilibrar tus emociones.
Rosado: Conectarte con la energía amorosa.
Azul: Calmar las tensiones y expresarte.
Violeta: Conectarte con tu intuición.
Blanco: Permitir que tu luz emerja.