Características de la canción

Una melodía es acompañada por una segunda voz haciendo “comentarios” a la línea principal. El texto de la canción se repite con distinta melodía en la primera voz y un trueque entre ambas voces al final respecto a la primera parte. Un interludio instrumental separa ambas secciones vocales. Esta sección intermedia es una ornamentación de la primera voz de la canción mediante el recurso de la disminución de los ritmos. El acompañamiento de esta sección es simple y totalmente funcional en ritmo de blancas.

Dada la simpleza del ritmo, es posible encontrar o inventar otros textos para la misma melodía y así agregarle estrofas a la canción.

Cuando nieva tiene dos pequeñas secciones delimitadas por el ritmo de blanca en la primera voz. La primera frase es suspensiva (función de dominante) y la segunda es conclusa (función de tónica).

Es una canción apta para comenzar la práctica del canto a dos voces, con entradas desfasadas.

Posibilidades de instrumentación

La canción se puede interpretar:

1. A capella, sin la sección instrumental.
2. Con instrumentos melódicos de igual registro (violines, cellos, flautas, etcétera), los que además pueden realizar el interludio instrumental.
3. Voces dobladas por instrumentos en el mismo registro.
4. Con acompañamiento instrumental melódico o armónico, utilizando las funciones de tónica y dominante donde corresponda.
5. Primera voz cantada y segunda voz instrumental.
6. Cantando tres veces la canción sin el acompañamiento instrumental:

Primera vuelta, a capella, a dos voces todo el grupo; segunda vuelta, cantan dos solistas; tercera vuelta, canta nuevamente todo el grupo. Se pueden inventar otras estrofas y los solistas pueden ir rotando con textos diferentes.

Actividades sugeridas

La secuencia de trabajo propuesta para el aprendizaje de la canción, una vez que hayan sido realizados los ejercicios preparatorios (ver páginas siguientes), es:

1. Decir el texto de la primera voz con el ritmo, atendiendo a las sinalefas “nieva-en” y “desde-el”. Explicar cómo se interpreta en música una sinalefa y sus consecuencias rítmicas.
2. Leer el texto de la segunda voz con ritmo y observar que esta es un complemento de la primera. La segunda voz “comenta” el texto de la línea principal.
3. Cantar con nombre de nota y a capella cada voz por separado, atendiendo a la correcta afinación de la melodía y asegurando especialmente la llegada al sonido Sol como tónica.
4. Cantar a dos voces, trabajando las frases por separado para resguardar la correcta afinación y justeza rítmica de ambas líneas. Hacer notar a los estudiantes cómo la primera frase es suspensiva e invita a continuar la canción. Esto último reforzado por el texto, que ha comenzado a contar una historia que no ha concluido. Asimismo, señalar que la segunda frase es conclusa y que con ella, la idea literaria también se ha cerrado. Tener estos aspectos en consideración si es que se inventan nuevas estrofas para la canción.
5. Cantar a dos voces poniendo especial atención en las entradas y silencios de la segunda voz. Se debe invitar a los estudiantes que realizan esa línea a que canten mentalmente con sus compañeros el inicio de la canción, así la entrada es precisa al tener incorporado el tempo de antemano. La idea es considerar el silencio, en el contexto de una pieza musical, como parte de la música y no como ausencia de música.
6. Formar dos grupos. Cada uno de ellos canta alternadamente las dos voces de la canción, atendiendo a los diferentes roles que tiene cada línea melódica. Preguntarse luego de realizar la actividad: ¿qué se siente al estar cantando la voz principal o la voz acompañante?, ¿cuáles son las dificultades de cada una?, ¿qué secciones de la canción son más difíciles de afinar o sincronizar los ritmos?, ¿qué partes de la canción son fáciles de cantar fluidamente?
   Buscar ejemplos auditivos o piezas musicales interpretadas por los estudiantes en donde se produzca esta misma relación entre una línea principal y otra que cumpla el rol de acompañar.
7. Inventar otra melodía con el mismo texto, manteniendo el ámbito presentado por la canción (Sexta mayor). Pensar que las mismas notas se deben organizar de distinta manera . Esta actividad puede iniciarse con improvisaciones de los estudiantes y luego escribir algunas de las versiones resultantes.
8. Inventar la continuación de la historia de los conejos que caen u otra historia. Agregar más estrofas a la canción. También con esta actividad se puede improvisar texto, atendiendo al número de sílabas que cada frase debe tener. El profesor puede ejemplificar esta actividad con lo que realizan normalmente los payadores, que improvisan versos sobre un tema.

Preparación melódica,
Módulo 1: Cuando nieva

Actividades sugeridas

La secuencia de trabajo sugerida para el ejercicio melódico preparatorio es la siguiente:

1. Calcular la tónica con el diapasón y cantarla.
2. Cantar las cinco notas de la melodía principal del ejercicio (sol-La-Si-Fa# y re) en dirección ascendente y descendente, cambiando la altura del Sol (tónica) cada vez, de manera que la estructura interválica dada por la tesitura total del ejercicio sea incorporada no solo en su registro real, sino también transportada. Cuando se cante con otros sonidos la tónica, se sugiere hacerlo con un fonema. Si se desea que los estudiantes incorporen el “modelo” dado por la escala mayor, se podría cantar asignándole al sonido tónica el nombre “Do”, como lo sugiere el sistema del “Do movible”. Así se incorpora una parte de la estructura de la escala mayor y no alturas independientes entre sí.
3. Improvisar pequeñas melodías (4 a 6 notas cada una) con ritmo libre, jugando con los cinco sonidos utilizados en el ejercicio.
4. El profesor canta pequeñas melodías de cuatro notas cada una –con fonemas– con las notas utilizadas en la canción y en el ejercicio; los estudiantes repiten la melodía con nombre de notas (dictado oral). Luego cada estudiante dicta una melodía a sus compañeros repitiendo la misma experiencia. Atender de manera especial a que cada melodía que se dicte sea muy precisa y clara en la articulación, afinación y fraseo.
5. Hacer un pequeño análisis de los procedimientos que utiliza cada uno de los tres ejercicios propuestos:
    -  El primero tiene un acompañamiento en la segunda voz y figuras pequeñas en la primera voz.
    -  El segundo tiene el acompañamiento en la primera voz y la segunda es la que se mueve con figuras más pequeñas.
    -  El tercero presenta una pequeña imitación al inicio del ejercicio.
   
   La línea que presenta notas más largas de los dos primeros ejercicios se puede realizar con un instrumento (ojalá de cuerda frotada o viento) y ser un referente en cuanto a afinación y ataque para las voces que cantan la melodía con negras. Al cantar, se debe tener especial atención de que, cuando se hace la voz acompañante, esta debe escuchar la otra línea melódica para coincidir exactamente en los ataques del sonido. No basta solo con contar las duraciones de la propia voz. De la misma forma, cuando se canta la parte con mayor movimiento melódico, se debe ser claro en las duraciones, tempo y fraseo para que la voz que acompaña siga correctamente sus intenciones y se logre un buen ensamble entre ellas.
   Al cantar el tercer ejercicio, la voz que entra cuatro pulsos más tarde, debe escuchar y cantar mentalmente el inicio para que la entrada sea precisa en afinación, ataque y tempo.
6. En los tres ejercicios se debe determinar los puntos de respiración y consecuentemente las frases musicales. Para ello se sugiere probar distintas posibilidades y acordar entre todos, y a la luz del resultado sonoro, cuál es la opción mejor para cada ejercicio. Reflexionar acerca de la importancia de “respirar” cuando se hace música, y que se debe dedicar un tiempo de estudio y ensayo para definir este aspecto al momento de interpretar.

Conceptos claves

• Tónica
• Ascendente y descendente
• Ritmo libre
• Frase
• Tempo
• Articulación
• Afinación
• Tónica

Preparación rítmica,
Módulo 1: Cuando nieva

Autor:	María Elena Walsh (Argentina)
Poema:	Así es
N° de versos utilizados:	8
N° de compases:	55 en 2/4, con inicio anacrúsico.

Actividades sugeridas

1. Formar dos grupos. Hacer el ritmo con un fonema (na, la, pa u otro), cantando un intervalo de tercera mayor o quinta justa de manera armónica (una nota cada voz).
2. Realizar el ritmo con texto pronunciando claramente las palabras y destacando los acentos.
3. Inventar una línea rítmica que se toque simultáneamente al ejercicio dado para generar una polirritmia. Esta actividad se puede realizar, en una primera etapa, en dos grupos (uno dice el texto y el otro percute el ritmo inventado). Luego cada alumno –a solo– declama y percute el ejercicio.
4. Repartir los versos a distintos grupos de estudiantes (cuatro u ocho) y declamar alternadamente, dándole diferentes intenciones a cada verso. Luego de realizar el ejercicio, comentar qué elementos musicales estuvieron presentes en las distintas intenciones de los textos declamados.
5. Realizar el ejercicio incorporando variaciones de dinámica o intensidad.
6. Extraer del ejercicio algunas frases pequeñas e inventar otros ritmos para ellas. Destacar el hecho de que prima la intención “anacrúsica” del texto (me da mucha tos; el sol es de sol; la nube; la cara del sapo; el cielo es de cielo) y tenerlo en cuenta al momento de inventar otros ritmos para los mismos versos.

Conceptos claves

• Ejecución a solo
• Polirritmia
• Acento
• Elementos musicales
• Intervalo
• Anacrusa

Percusión de patrones rítmicos,
Módulo 1: Cuando nieva

Actividades sugeridas

1. Percutir el ejercicio (sin los ostinati) en diferentes velocidades y probando distintos timbres o colores sonoros con el cuerpo (palmas, manos alternadas sobre una superficie dura, chasquido de dedos, golpes de manos en las piernas, sonidos diversos emitidos con la boca). Seleccionar una de las posibilidades o combinar dos o más. También se puede utilizar instrumentos de percusión de altura indeterminada o parches.
2. Seleccionar un trozo musical grabado que en 2/4 o un compás binario simple, en un tempo cómodo, de modo que sea posible percutir el ejercicio sobre la música. Esta debe tener una pulsación más o menos constante para que sea factible seguirla mientras se percute el ejercicio. También se puede incorporar desplazamientos y/o movimientos corporales siguiendo el pulso o el acento.
3. Percutir el ejercicio sobre un trozo musical cuyas frases estén organizadas en cuatro u ocho compases cada una, para que el fraseo del ejercicio coincida con el de la música. Atender a esta coincidencia entre las frases del ejercicio y las del trozo escuchado. Determinar qué elementos musicales “muestran” el fraseo de una música.
4. Percutir el ejercicio sobre trozos musicales en 2/4 que presenten diversos tempi, cuidando especialmente la realización correcta de la acentuación que corresponde a la cifra de compás del ejercicio. En este sentido no siempre es necesario destacar todos los acentos. En ocasiones, y sobre todo en las piezas musicales con un tempo rápido, es necesario mostrar solo algunos acentos para darle mayor fluidez a la ejecución.
   
   Igualmente se debe explicar que acentuar una nota no necesariamente significa tocarla con mayor volumen, sino pensar en hacer más livianas las que no están en los tiempos fuertes.
5. Percutir el ejercicio –con o sin música grabada– alternando las frases con improvisaciones de los estudiantes que tengan la misma extensión de las frases del ejercicio. Se puede determinar previamente qué patrones rítmicos se podrían utilizar en la improvisación. Al terminar esta actividad, comentar sobre los resultados obtenidos en aspectos tales como:
   
   1. Precisión en la entrada de cada frase (leída e improvisada).
   2. Apego a los patrones rítmicos definidos para la improvisación.
   3. Duración de la improvisación acorde a lo definido con anterioridad.
   
   El establecimiento de ciertas condiciones antes de improvisar permite al estudiante manejar los elementos disponibles con mayor conciencia y voluntad.
6. Inventar una segunda voz usando los patrones rítmicos propuestos. Anotarla y tocar ambas partes a modo de polirritmia, ya sea a solo, en dos grupos, o dúos.
7. Cada estudiante selecciona un trozo musical de cualquier estilo sobre el cual pueda percutir el ejercicio. Para ello debe identificar un ejemplo que esté en compás binario simple, con frases musicales de 4 u 8 compases. Evaluar en conjunto con el grupo la pertinencia de los ejemplos seleccionados.
8. Seleccionar un trozo musical grabado en compás binario simple, con una forma musical determinada (por ejemplo: AB; ABA; AAB; ABB u otra) y con una extensión moderada.
   Inventar para esta pieza un ejercicio que se ajuste a su organización de frases y forma musical. Los ejercicios inventados se pueden utilizar como dictado rítmico una vez que hayan sido evaluados por el profesor.
9. Percutir el ejercicio unas tres o cuatro veces sobre una pieza musical grabada. Entre cada repetición, dejar un espacio de tiempo correspondiente a una o más frases musicales. La entrada de cada repetición debe coincidir con el inicio de una frase en la pieza que se ha seleccionado.
10. Percutir el ejercicio utilizando uno o más de los ostinati propuestos. También se puede inventar otros. El ejercicio se percute y el ostinato se realiza con la voz diciendo un extracto del texto presentado en la Preparación rítmica. Esta actividad se puede realizar en dos grupos o dúos. Ambas modalidades –percutir y declamar un ritmo– ejercitan distintos aspectos del dominio en la ejecución rítmica: coordinación rítmica y ataque en conjunto por un lado y disociación por otro.

Conceptos claves

• Forma musical  -  improvisación  -  acento
• Compás binario simple  -  tempo/tempi  -  timbre
• Polirritmia  -  pulsación/pulso