Carácter de la obra
El texto de esta edición corresponde al producto de la recopilación y revisión de las recomendaciones efectuadas por la Academia Chilena de la Lengua en los cuarenta y tres números de las Notas Idiomáticas publicados a lo largo de los últimos quince años. No se trata de una obra de referencia normativa del mismo alcance que el Diccionario panhispánico de dudas, pues no pretende cubrir todos los temas y problemas con que se pueden enfrentar los hablantes de español. En el presente volumen se encuentra representada únicamente la casuística resultante del carácter recopilatorio del trabajo. De cualquier modo, la cantidad de asuntos tratados es considerable, como se puede apreciar en el «Índice de voces y temas» (págs. 241-255). Para los usuarios de este tipo de obras, el punto de acceso para los problemas normativos corresponde a las palabras, construcciones o problemas ortográficos particulares, de modo que este índice facilitará considerablemente la consulta. Por otra parte, los problemas particulares aparecen también agrupados de acuerdo con categorías más generales, que están señaladas en el «Índice de contenidos».
El primer número de las Notas Idiomáticas data de 1995. En tres lustros, aunque puede parecer poco tiempo para la milenaria historia de nuestro idioma, los usos lingüísticos cambian, así como las valoraciones de la comunidad respecto de su corrección o incorrección, adecuación, elegancia, prestigio, etc. En consecuencia, ha sido necesario replantear algunas de las recomendaciones efectuadas, sobre todo las de los números más antiguos, para procurar el realismo necesario en toda obra de carácter normativo. Usos que hace diez o más años se consideraba preferible evitar, por su novedad y poca difusión, hoy gozan de prestigio y arraigo en la lengua culta.
Por otra parte, el año 2005 fue publicado el Diccionario panhispánico de dudas, obra de referencia normativa con validez en todo el mundo hispanohablante y consensuada por todas las instituciones que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española, entre ellas la Academia Chilena de la Lengua. Asimismo, en fecha reciente han aparecido la Nueva gramática de la lengua española (2009) y la nueva edición de la Ortografía de la lengua española (2010). La publicación de estas últimas obras, en especial, ha hecho necesario un proceso de revisión y puesta al día de las normas presentadas en las Notas Idiomáticas. Para satisfacer esta necesidad, la Academia se propuso incluir la presente obra entre los proyectos con que conmemoraría el 2015 sus 130 años de existencia.
Por último, debe tenerse en cuenta que las recomendaciones se efectúan considerando el español usado en Chile. En contadas ocasiones, los usos de la lengua culta local son distintos a los recomendados en obras como el Diccionario panhispánico de dudas. No se trata de que la Academia Chilena no considere lo que señala esta obra. Esta discordancia es, más bien, consecuencia de que el español es hoy una lengua de norma policéntrica (o pluricéntrica), esto es, cuyo centro normativo no está en un solo lugar (durante mucho tiempo se consideró que este centro normativo estaba en España). Cada capital hispanohablante, en la práctica, funciona como centro normativo dentro de su propio país, e incluso a veces en un ámbito supranacional. El español, entonces, tiene varias normas cultas, que coinciden en una gran cantidad de rasgos (así, se puede hablar de una norma culta panhispánica) pero asimismo tienen algunas diferencias. Los casos en que la recomendación de la Academia Chilena difiere de lo señalado en el DPD se encuentran identificados mediante el símbolo [≠dpd], que se ubica al final de las notas respectivas. Asimismo, hay muchos usos que no son tratados por el DPD, puesto que atañen única o principalmente al español de Chile. Estos se encuentran marcados con el símbolo [Ø dpd].
La obra tiene como destinatario principal al público no especializado en estudios del lenguaje que requiera resolver dudas idiomáticas mediante una fuente normativa autorizada y actualizada, por ejemplo al redactar un documento, o que desee aumentar su cultura idiomática. Igualmente, podrán sacar provecho de este libro una diversa gama de profesionales para quienes el español sea una de sus herramientas principales de trabajo: profesores, periodistas, traductores, correctores y editores, entre otros. En consideración del carácter no especializado del destinatario, hemos procurado no abusar de los tecnicismos propios de la especialidad, y redactar las notas con un lenguaje simple, directo y conocido por las personas cultas que han recibido instrucción de nivel secundario.
Organización del texto
Las notas se encuentran agrupadas en siete capítulos: «Gramática», «Léxico», «Ortografía», «Préstamos y elementos patrimoniales en el léxico», «Numerales», «Estilo» y «Siglas, acrónimos y abreviaturas». Cada uno de ellos representa un ámbito lingüístico de gran amplitud, por lo cual dentro de cada capítulo se pueden encontrar secciones, a su vez divididas en subsecciones. La estructuración jerárquica del texto se puede observar en el «Índice». Al final del volumen se incluye un «Índice de voces y temas», cuya consulta resulta indispensable para un aprovechamiento óptimo de la información.
En cada grupo de notas se pueden encontrar textos introductorios, las notas propiamente tales y recuadros.
Los textos introductorios encabezan los capítulos y algunas veces las secciones o apartados más específicos. En ellos se explican algunas nociones básicas y de carácter general pertinentes para el tema tratado (por ejemplo, qué es y qué estudia la morfología, qué criterios se usan para considerar aceptable un neologismo, etc.). Además, cuando resulta oportuno, se hacen recomendaciones normativas de alcance general. Los textos introductorios permiten alivianar las notas de explicaciones generales. Recomendamos encarecidamente su lectura, pues su contenido sirve de pauta para la comprensión de las recomendaciones efectuadas en cada nota en particular.
Las notas identifican usos problemáticos observados en medios de comunicación u otros contextos de uso y proponen alternativas adecuadas desde el punto de vista normativo. En algunas ocasiones, responden dudas planteadas por el público a las comisiones de Gramática y de Lexicografía.
Como encabezamiento de cada nota, se transcriben las citas, destacando con negritas la palabra o secuencia que se comenta e indicando entre paréntesis la procedencia del texto. En el comentario se señala, cuando corresponde, cuál es la forma recomendada para expresar lo resaltado en el encabezamiento; esta forma aparece marcada con negritas.
A continuación se ilustra lo explicado mediante un ejemplo:

Dentro de cada grupo, las notas que se refieren a temas idénticos o similares están próximas entre sí. En algunas secciones (por ejemplo, en «Léxico» y en «Préstamos…») las notas van encabezadas por una palabra clave, que tiene tamaño de letra mayor que el resto del texto. Dichas notas están dispuestas en orden alfabético.
Al final de las notas, o al final de un párrafo si se trata de una cuestión específica, se encuentran los símbolos que expresan si la recomendación no coincide con la doctrina del DPD o no es tratada en dicha obra.
Los recuadros pretenden entregar información útil de manera rápida y didáctica, o bien hacer comentarios adicionales respecto de temas tratados en las notas. Se encuentran ubicados cercanos a las notas o temas con que guardan relación. Se puede encontrar un índice de ellos en las págs. 239-240.
Por último, en los intersticios que se hallan entre los capítulos, hemos incluido una selección de citas, tomadas de diversos autores que se han pronunciado sobre cuestiones de norma idiomática, y que permitirán al lector hacerse una imagen global de las ideas que inspiran el trabajo de la Academia.