PISCINAS PRIVADAS

El agua, desde siempre y en todas partes, ha sido considerada un elemento fundamental de la casa, fuente de bienestar.

Representa un valor permanente de la vida privada, a través de la historia y de las culturas. De esta forma, las características de los espacios dedicados a la natación y a los baños de agua caliente de la casa romana han llegado a nosotros sin cambios: no como forma o como función, sino como valor. Lugares de descanso, apartados, donde recrearse solos o en compañía, donde se accede sólo si se está invitado, habitaciones que relacionan el ambiente con el comportamiento en función del bienestar. Por todo ello, en la actualidad, a pesar de que las casas están estandarizadas, como tantos otros productos industriales, la piscina (también un producto industrial) se caracteriza por su interpretación comportamental del espacio, anteponiendo los aspectos perceptivos a los formales.

Sencillez formal y cuidada elección de los materiales son los elementos fundamentales para una correcta integración de una piscina en un contexto histórico. Lo nuevo tiene que reconocerse como tal, evitando caricaturizar el pasado, pero también tiene que respetar el ambiente en el que se coloca, sobre todo por lo que se refiere a materiales y colores

Piscinas que imitan el estilo antiguo

La percepción de la piscina debe encajar en el ambiente en el que se ubica, y la realización de una piscina para nadar y relajarse en un jardín histórico o en un palacete de época puede ser un argumento para un proyecto muy estimulante. En realidad, es el proyectista el encargado de la instalación, para que esta sea armoniosa y evite la vulgar imitación de lo que había sido, respetando a la vez la peculiaridad del lugar.

Una elección correcta, en este sentido, es la de intervenir con «mano blanda», prefiriendo la sencillez de las formas y los materiales, y revalorizando el contexto. Más discutible, aunque muy difundida, es la transformación en piscina de un recinto anterior, equipándolo con instalaciones y accesorios.

La sencillez de la piscina colocada al abrigo de un grupo de edificios accesorios de un antiguo chalet exalta, susurrante, la belleza del lugar

La serena relación entre la nueva piscina (totalmente recubierta con piedra natural y con el borde decorado por el efecto cascada) y la antigua residencia se mantiene por el emplazamiento de la fuente, un elemento de decoración del jardín tradicional

Colocada al borde del lago, esta piscina está recubierta con mosaico y, en el borde de la misma, las plantas que se reflejan en el agua contribuyen a crear una rica gama de matices. De ello se desprende una armonización respetuosa del contexto, y el diseño es coherente con la distribución clásica del jardín. En este caso era obligatorio realizar la escalera de acceso de obra, escondida bajo el agua para no molestar en cualquier caso la simetría y la ilusión de encontrarse delante de la fuente de un antiguo palacete

También en el parque de un antiguo palacete, la elección de una forma clásica, típica de las piscinas del siglo xix, y la ausencia de elementos accesorios como trampolines y escaleras, permite la inserción correcta de una piscina prefabricada, revestida con PVC y bordes de piedra artificial formada por un granulado unido por cemento blanco

La piscina clásica, con la ancha escalera que se sumerge en el agua, se adapta al jardín y al palacete (realización y fotografía de Piscine Pecchini)

Para limitar al mínimo el impacto de la piscina en la gran instalación de este jardín histórico se ha escogido el revestimiento de la piscina con placas de mármol verde, intentando dar al espejo de agua los matices naturales de un pequeño lago o de una antigua fuente. La cerca de metal se ha hecho necesaria en una instalación en que, por motivos estéticos obvios, no era posible introducir una cobertura de persiana enrollable (realización y fotografía de Bauen Piscine)

Esta piscina de diseño clásico tiene dos escaleras anchas y simétricas, con un nivel de agua que permite permanecer cómodamente sentado y casi sumergido. El rectángulo central tiene una zona más profunda para los saltos (realización y fotografía de Bauen Piscine)

El tema clásico de la piscina simétrica se reproduce a través de todos los elementos de decoración: los fijos, como el florero de piedra y el quiosco de hierro con cubierta de placas de cobre envejecido, y el mobiliario: los sillones y la tumbona de hierro forjado

Los materiales y el diseño hacen que esta piscina sea coherente con la atmósfera del jardín y del gran palacete de fachada imponente (realización y fotografía de Piscine Pecchini)

Una agradable y sencilla piscina rectangular en el centro de un jardín victoriano de pequeño tamaño (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu)

MATERIALES Y DETALLES PARA UNA PISCINA QUE IMITA EL ESTILO ANTIGUO

Construir una piscina imitando el estilo antiguo no tiene que limitarse a copiar algo histórico o unir y repetir detalles de elementos decorativos; significa actuar con sencillez y atención, interpretando y respetando el pasado. Por este motivo es de gran importancia la elección de los materiales: color y superficie.

Se tienen que evitar los bordes de plástico y cerámica, o de áridos unidos con cemento blanco; es mejor utilizar piedra natural u otras soluciones. El revestimiento de las paredes de la piscina tiene que ser claro, de piedra o de mosaico vidriado, y no de lona de PVC turquesa o cerámica.

Se tendrá que prestar una especial atención al proyecto previsto para el pavimento exterior y para los accesorios: también en este caso se tienen que preferir materiales naturales y tradicionales, decoraciones sobrias (no necesariamente imitando el estilo antiguo) y elegantes, colores únicos para sombrillas y cojines, etc.

Es mejor no ceder a la tentación de recrear balaustradas, nichos con falsas estatuas y falsas columnas e intentar, en cambio, valorizar y resaltar los detalles del lugar.

Un último punto se refiere a las escaleras metálicas de acceso a la piscina: intentar camuflarlas puede resultar incluso ridículo; se trata de elementos funcionales y se consideran como tales.

Colocar una piscina en un contexto como este significa prestar una atención particular sobre todo a la elección de los materiales: en este caso con la forma clásica de la piscina se combinan materiales especiales, como el travertino para el borde y la pavimentación y el mosaico de pasta vítrea para el revestimiento de la piscina (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu)

Piscinas con jardín

El jardín es el lugar privilegiado para la realización de una piscina que, durante el verano, lo transformará en una verdadera estancia al aire libre.

Cada jardín tiene sus características particulares que ofrecen detalles estimulantes al proyectar la zona de la piscina: cuencas naturales y terraplenes, matorrales de vegetación, parterres y muros bajos, panorámicas visuales y ángulos curiosos.

Por lo tanto, si las características fundamentales de una piscina son la singularidad (intrínseca y de ambientación) y el bienestar (del que la utiliza y también de quien se limita a observarla), el proyecto deberá tener en cuenta qué uso se le dará. Y no sólo desde el punto de vista funcional, sino también desde el sensorial (bienestar físico y perceptivo).

Gracias a la piscina, la relación entre la casa y el ambiente que la rodea puede hacerse más armoniosa y modificarse de forma radical. De hecho, junto a la piscina también se realizan otras estructuras, permanentes o temporales, que mejoran el disfrute del conjunto jardín-piscina, entendido como lugar favorito de acogida, relax y diversión: verdaderos salones veraniegos, diurnos y nocturnos, con accesorios como barbacoa y quiosco que garantizan el bienestar en los momentos de ocio.

La integración entre la piscina y la naturaleza que la rodea se tiene que proyectar con atención, sobre todo en cuanto a la vegetación que la circunda. La presencia de árboles como abedules y tilos cerca de la piscina, aunque asegura la existencia de agradables zonas de sombra, podría complicar el mantenimiento del espejo de agua o del solárium.

Es necesario recordar que matorrales de acebo, de coníferas, de espino o también de rosas (plantas con espinas), podrían causar algún pequeño incidente durante los juegos alrededor del agua que es mejor evitar desde el principio.

Una piscina en posición panorámica hace más admirable la percepción del paisaje que la rodea al convertirse en un punto de vista privilegiado

También cuando el jardín y la piscina no son muy grandes, la relación recíproca entre agua, pavimentación y elementos vegetales puede ser muy sugestiva

Los aspectos relacionados con la contemplación son tan funcionales para la piscina como los asociados con la diversión, porque el bienestar que se deriva de ella para quien la utiliza es doble: físico y perceptivo

Un bonito jardín representa el lugar ideal para realizar la piscina

ESPECIES VEGETALES (PLANTAS)

Tal como aparece en las imágenes propuestas, puede ser muy sugerente la colocación de pequeños estanques de profundidad escasa cerca de la piscina para cultivar plantas acuáticas. Este tipo de estructura puede ser útil para crear una zona de filtro entre la inevitable artificialidad del espejo de agua de la piscina y el paisaje que la rodea. La atención se desplaza sobre la fuente, sobre la superficie de agua animada por las flores de loto o por los nenúfares, y suple los aspectos negativos que la piscina puede presentar durante el periodo de inactividad invernal. Estanques de este tipo, así como macetas de obra integradas en la estructura de la piscina, pueden servir para señalar la presencia de la piscina cuando se encuentra muy cerca de la casa, o para unir formando un dibujo unitario el desarrollo horizontal de la piscina y de la pavimentación a su alrededor, con estructuras elevadas como la caseta para piscinas o las barreras de protección del viento o de la intimidad. De todos modos, la decoración vegetal contribuye —y en muchos casos es esencial— a la definición del espacio piscina. A priori no es necesario renunciar a ella por los ya citados problemas de mantenimiento y depuración. La presencia de hojas en el agua se puede limitar escogiendo árboles de copa perenne o que pierden las hojas tarde, a las puertas del invierno, es decir, cuando, incluso en el caso de una piscina con agua climatizada, la estación no haga posible la utilización de la piscina, que ya se habrá cubierto con las lonas de protección adecuadas. Con respecto a esto es esencial que, mediante flotadores o estructuras hinchables, las propias lonas se mantengan a la distancia adecuada de la superficie del agua de forma que las hojas no se empapen y se puedan eliminar fácilmente con los instrumentos comunes del jardín o con un fuelle, muy eficaz en caso de piscinas muy grandes.

Para la elección de las especies vegetales que se tienen que plantar alrededor de la piscina, a parte de las consideraciones precedentes acerca de la pérdida de hojas, se pueden aplicar otros criterios: se han de preferir especies no melíferas para que no constituyan un reclamo para insectos molestos o peligrosos para el hombre, teniendo en cuenta que la ropa de baño no garantiza ningún tipo de protección.

Algunos ejemplos de una correcta disposición de plantas, acuáticas o no, en el borde de la piscina

Las características ambientales, de luz y humedad de una piscina cubierta hacen de ella el lugar ideal para hacer crecer de forma sorprendentemente lozana las tradicionales plantas de interior (a la izquierda: realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu; a la derecha: realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu con el arquitecto J.-P. Secq)

La elección de un platanero para la maceta del borde de la piscina es ideal por diversos motivos: al no producir inflorescencias llamativas no atrae molestos insectos para los bañistas; el tamaño de las hojas y su tiempo de deterioro y sustitución no constituyen un inconveniente por lo que se refiere a la limpieza del agua y a la eficacia del sistema de circulación y de depuración

En este caso la necesidad de proteger a niños y animales de caídas accidentales en el agua ha hecho que se buscara una solución muy interesante: la colocación de la cerca será el soporte para la hiedra que, entrelazándose con la red y arrastrándose sobre el fondo de grava para drenaje, marcará la división entre el césped y la pavimentación de la piscina. De esta forma se obtienen distintas ventajas; entre ellas, evitar que la hierba, durante las operaciones de siega, pueda ensuciar la pavimentación y el agua (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu)

Piscinas cubiertas

La piscina interior es sin duda alguna la mejor solución para los que pretenden hacer de la natación una irrenunciable costumbre diaria y doméstica. Respecto a las piscinas al aire libre no existen diferencias particulares por lo que se refiere a los aspectos técnicos: tecnologías y materiales son de hecho los mismos. Pero cambia la forma de vivir la piscina, sobre todo en relación con el ambiente que la rodea que, a menudo, es uno de los factores más valiosos.

Para convivir de forma óptima con la piscina interior se ha de tener muy en cuenta la iluminación y la relación entre la superficie de la piscina y la pavimentada en los bordes.

El local en el que se ubicará la piscina tiene que estar situado en la planta baja o en un nivel enterrado; de hecho, en terrazas o en plantas superiores, la realización de una piscina podría crear problemas en la estructura de la casa cuando no se ha previsto su construcción desde un principio.

Tampoco la instalación de la piscina presenta problemas cuando su construcción se realiza paralela a la de la vivienda: en este caso es posible establecer dimensiones compatibles con la estructura portante del edificio y disponer los locales técnicos para un funcionamiento óptimo. Asimismo, será posible obtener un mayor resultado estético si se estudian con cuidado las aberturas al jardín y si se integra la piscina con el ambiente que la rodea.

También en el caso de la piscina cubierta son válidas las mismas consideraciones realizadas para las piscinas al aire libre, según el uso que se quiera hacer de ella. Una piscina técnica, estudiada para una actividad deportiva intensa y dotada de un dispositivo de natación contracorriente, podría realizarse incluso en un semisótano, de tamaño pequeño y sin detalles particulares por lo que se refiere a su ambientación.

La correcta funcionalidad de la piscina interior depende de dos factores: la iluminación y la relación entre la superficie de la piscina y la pavimentada al borde de la piscina. En este caso, la iluminación natural está garantizada por la cubierta acristalada que se puede abrir, así como por las amplias ventanas que rodean la piscina, durante el verano

A menudo la piscina cubierta se realiza en un apéndice de la verdadera casa, a veces dotada de una sauna o de un área de fitness: para colocar el equipo de gimnasia es suficiente disponer de una zona al borde de la piscina de 3 m de distancia hasta la pared

Una solución más cara, ideal para las personas a las que les gusta practicar la natación, pero que buscan un efecto de prestigio, es la de la piscina en parte cubierta y en parte al aire libre. La conexión entre interior y exterior puede realizarse, como en este caso, a través de un pequeño canal cerrado con una reja en la parte inferior y una vidriera corredera en la superior

Planta y sección del detalle de conexión entre la piscina cubierta y la descubierta

Es distinto el caso de un espacio que se quiere que sea representativo y disfrutarlo de forma colectiva. La solución de mayor efecto, pero técnicamente más laboriosa y cara, es realizar una piscina en parte interior y en parte al aire libre, con un apéndice en el jardín. La realización de una estructura de este tipo precisa detalles técnicos particulares, sobre todo en cuanto al sistema de cierre y de separación entre interior y exterior: desde el cristal (o reja) de separación, que desciende desde el techo hasta unirse con una mampara móvil bajo el nivel del agua, a otras soluciones más sencillas, con una piscina en el interior y otra en el exterior de la casa, unidas por un canal corto con un sistema de cierre técnicamente más sencillo y menos costoso.

Para un local para piscina de tamaño medio, es decir, de aproximadamente 110 m² con una piscina de 10 x 5 m, se tendrá que disponer una instalación dotada de algunos componentes fundamentales:

 generador de calor;

 intercambiador de calor para calentar el agua de la piscina;

 unidad de tratamiento del aire para caldear el ambiente;

 grupo electrobomba al servicio de los circuitos hidráulicos.

La unidad de termoventilación tiene que asegurar las condiciones idóneas de temperatura y humedad relativa, dosificando el aire que se hace circular de nuevo y el que se toma del exterior.

El agua de la piscina se evapora constantemente y de forma proporcional a la temperatura ambiental; para evitar la formación de condensación en las vidrieras, en el suelo y en las paredes, se aconseja disponer un sistema de acondicionamiento del aire de entrada y salida, mejor desde el pavimento. En este caso, a lo largo de la piscina se tienen que disponer conductos de obra, equipados con las adecuadas rejillas, más resistentes que las canalizaciones corrientes de chapa que podrían desgastarse rápidamente a causa de la elevada humedad y de la presencia de cloro. La distribución de aire caliente a través de estos conductos, según un sistema muy similar al utilizado en las termas romanas de la época imperial, permite mantener a una temperatura ideal y constante incluso la pavimentación y facilita un secado rápido. Para evitar o por lo menos reducir la evaporación del agua se puede implantar una cobertura isotérmica de persiana enrollable; así se podrá reducir el periodo de funcionamiento del sistema de termoventilación con la mayor naturalidad y limitar la actividad a los periodos de utilización real de la piscina.

A la derecha de la fotografía es posible ver los paneles forrados con listones de madera que con una sencilla operación pueden cubrir la piscina, transformando el ambiente de este interior en una amplia sala para fiestas. Los paneles están realizados con perfiles de aluminio de gran resistencia y se sujetan encajándolos en el borde de la piscina (realización y fotografía de Bauen Piscine)

Las amplias vidrieras correderas que se abren sobre el jardín y la pavimentación de madera, que continúa incluso en el exterior, integran la piscina interior con el espacio abierto que la rodea. El amplio prado se deja sin árboles para que la luz no encuentre ningún obstáculo y pueda entrar en el espacio de la piscina colocado bajo la vivienda

Grandes ventanas en forma de arco se abren sobre el jardín y se reflejan en la superficie tranquila del agua de la piscina. El techo se ha pintado con un tema de nubes y también los soportes para las trepadoras adosados a las paredes contribuyen a recrear en el espacio de esta piscina interior las sugestiones de un jardín al aire libre (realización y fotografía de Bauen Piscine)

La iluminación natural de una piscina interior es un aspecto fundamental del que es necesario ocuparse durante la fase de proyecto para prever la realización de amplios ventanales hacia el exterior y la utilización de colores claros, en particular para las paredes y el techo (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu con el arquitecto J.-P. Secq)

Esta minúscula piscina cubierta se asoma a un pequeño patio, también muy pequeño, realizado a un nivel inferior respecto al del jardín. Los colores claros y el nicho al fondo, como el trompe-l’oeil (trampantojo) realizado en el techo, contribuyen a crear la ilusión de un espacio más amplio, interrumpido sólo por la cortina que introduce una nota de color y de calor en un ambiente muy sencillo y casi totalmente ocupado por la piscina (realización y fotografía de Bauen Piscine)

Para hacer llegar la luz del sol a esta piscina interior se ha pensado en elementos distintos: amplias vidrieras correderas, lucernarios en la cubierta y rendijas verticales

Detalle de las rendijas verticales realizadas en la pared de hormigón armado visto, cerradas con ventanas fijas de aluminio

Detalle de los lucernarios vistos desde el exterior: pequeños invernaderos perfectamente integrados en el jardín

Otro detalle de las grandes ventanas correderas que relacionan la piscina y el jardín

El local piscina, equipado también con una bañera de hidromasaje, está organizado y decorado como una verdadera sala de estar alrededor del agua (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu)

En el caso de esta piscina, realizada en un semisótano, para mejorar las condiciones de iluminación natural se han realizado verdaderos pozos de luz sobre la cubierta del local (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu)

Cuando es posible, para garantizar la mejor iluminación de una piscina interior, la solución ideal es la de realizar una cubierta transparente, que se pueda incluso abrir como en el caso de una estructura para invernadero (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu con el arquitecto Didier Morlet)

MATERIALES Y DETALLES PARA UNA PISCINA INTERIOR

En una piscina interior se pueden utilizar los mismos materiales que se emplean en la que se construye al aire libre, pero con mayor libertad de elección, en particular en cuanto a los revestimientos del borde de la piscina, una libertad asegurada por la protección de la intemperie. Así, se podrán elegir materiales más valiosos y delicados, como la madera o el mosaico.

Este último es ideal para el revestimiento de la piscina, un ambiente en el que en cierta manera se siente protegido por la propia presencia del agua; en cambio, si se colocara en el exterior podría sufrir shocks térmicos y microinfiltraciones que perjudicarían los estucados. También las paredes del local en el que se sitúa la piscina tendrían que forrarse por razones higiénicas, para protegerlas de la humedad y evitar la formación de manchas y moho que se pueden eliminar con una cuidada limpieza y desinfección periódicas. Los materiales que se empleen en una piscina cubierta tienen que ser de colores claros, debido a la escasa iluminación natural.

Finalmente, es mejor evitar la madera sin tratar y los materiales con yeso, puesto que son muy sensibles a la humedad del aire.

La libertad de elección de materiales y detalles para una piscina cubierta es mayor, naturalmente, respecto al caso de una piscina al aire libre. Se tiene que prestar una atención particular durante la fase de proyecto y en la realización de la instalación de climatización ambiental, que tiene el objetivo de mantener controlada la evaporación del agua de la piscina y, durante la estación fría, el fenómeno de la condensación sobre las paredes, las ventanas y el techo. En este caso, las boquillas de introducción del aire se encuentran sobre todo en el perímetro del local para permitir una mayor ventilación en las zonas en que se formaría la condensación. También en este caso es curiosa la utilización de moqueta, del tipo utilizado en las embarcaciones, que recubre la pavimentación del local y que constituye una superficie antideslizante

Piscinas sobre la cubierta

Realizar una piscina sobre una cubierta o una terraza puede resultar muy complejo, aunque el resultado final garantice una segura comodidad para los habitantes y un valor añadido a la propia terraza. Ante todo es necesario distinguir entre piscinas realizadas al mismo tiempo que la vivienda y piscinas, un caso mucho más frecuente, que se incluyen en un contexto preexistente.

En el caso de una nueva construcción es posible, obviamente, proyectar de entrada la estructura del edificio, potenciando la fortaleza de todos sus elementos (vigas, pilares, forjados y cimientos) según la carga de la piscina que se haya previsto, y que, por lo tanto, puede ser también de tamaño considerable. Cuando se tiene que intervenir sobre una estructura existente, ya en la fase preliminar del proyecto es necesario realizar una investigación cuidadosa y verificar las posibilidades reales de la estructura de soportar las nuevas cargas.

En la mayor parte de los casos en que esta investigación tenga un resultado positivo, sólo será posible realizar piscinas pequeñas, del tipo prefabricado y colocadas sobre el suelo, y con una estructura lo más ligera posible: el ahorro de peso de la piscina vacía incrementa la cantidad de agua que se vaya a emplear.

Los forjados de las terrazas comunes están calculados para soportar una carga accidental (el peso total de todo el material que se apoya en ellos) comprendida entre los 250 y los 350 kg por metro cuadrado: un metro cúbico de agua, es decir, un cubo de un metro por un metro por un metro, pesa 1.000 kg. Por lo tanto, es evidente que en el momento de proyectar una minipiscina para una terraza se tienen que adoptar todas las debidas precauciones. Para no renunciar a la comodidad de la piscina sin comprometer la estructura del edificio, la solución ideal sería dotar a la terraza de una pequeña piscina para hidromasaje, integrada en la decoración y también incluida en una galería de forma que se pueda utilizar durante todo el año. La estructura prefabricada de la piscina puede protegerse con paneles de madera que reproducen los motivos decorativos utilizados para la pavimentación externa, o integrarse en el interior de unos maceteros de obra. Matorrales bajos o plantas trepadoras definirán un rincón para el relax en el que encontrar un poco de sombra durante los tórridos veranos de la ciudad.

En el ejemplo, una piscina dotada de instalación para hidromasaje se ha colocado en la galería de la terraza. Se trata de una solución que no sobrecarga la estructura del edificio y permite disfrutar en cualquier estación del año de la comodidad de una piscina. La estructura prefabricada de la piscina está rodeada con paneles de madera, así como también es de madera la pavimentación de este «jardín de invierno». Amplios ventanales móviles ofrecen una agradable vista de la vegetación de la terraza

Para este jardín colgante de inspiración oriental se ha ideado una pequeña piscina: en el nivel inferior había una cavidad excavada en la roca

MATERIALES Y DETALLES PARA UNA PISCINA EN LA TERRAZA

La solución más válida es la de instalar una piscina prefabricada sobre el suelo, realizada con una estructura metálica y forrada en su interior con una lona de material vinílico. Estas piscinas no pueden tener mucha profundidad ni gran tamaño; sin embargo son rápidas de montar y están dotadas de las instalaciones necesarias y, finalmente, representan una buena solución respecto a la relación calidad-precio.

Puesto que una piscina de este tipo se dispone encima del pavimento, plantea el problema del acceso al agua con peldaños o escaleras, con total seguridad. Se realizan ante todo estructuras adecuadas para impedir la caída accidental al vacío. Las barandas añadidas tendrán que ser sólidas, de madera o de metal, e integradas con el aspecto de la casa, quizás utilizándolas también como soportes para plantas trepadoras.

Por lo que se refiere a la pavimentación y a los accesorios, la elección de materiales y tipologías es más amplia y vasta, condicionada sólo por la disponibilidad de un lugar donde guardarlo todo durante el invierno.

Piscinas para entrenarse

La piscina privada no está destinada sólo al relax y a la diversión; a menudo la necesidad de permitir un entrenamiento semiprofesional o la práctica de terapias físicas es la premisa fundamental para realizar el proyecto de la piscina.

Para la práctica de la natación no es indispensable una piscina de tamaño igual a las de un centro deportivo (12 x 25 m) o a las reglamentarias (25 x 50 m), puesto que es posible dotar a la piscina incluso de pequeño tamaño (5 x 10 m) de un dispositivo de natación contracorriente.

Estos aparatos, realizados por primera vez en Alemania a principios de la década de los sesenta, están ya muy extendidos en las piscinas privadas, sobre todo en las cubiertas. Su funcionamiento es bastante sencillo: generan un flujo de agua en el que es posible regular la dirección y la intensidad, que frena el movimiento del nadador.

Los dispositivos para la natación contracorriente, utilizados también como generadores de chorros de agua para hidromasaje, también se pueden instalar en una piscina ya existente, sin obras particulares, porque hay modelos aplicables a la parte exterior que se sujetan en el borde de la piscina. Pero una solución de este tipo podría no ser suficiente para un entrenamiento «duro»; en este caso, la corriente contraria se tendría que extender a toda la masa de agua y convertir en bidireccional. Finalmente, y siempre con el objetivo de realizar un buen entrenamiento, si se prevé la utilización de aparatos para la natación contracorriente es necesario tener en cuenta la forma de la piscina: aunque estos dispositivos se pueden instalar en piscinas de cualquier forma, ofrecen un resultado óptimo en las rectangulares.

En cuanto a las piscinas privadas para uso terapéutico, han de tener un equipamiento especial. Puede bastar con instalar barras y tiradores, de acero inoxidable o material plástico, con cuidado de no interrumpir la continuidad del revestimiento y la de la capa impermeabilizante. Si la exigencia fisioterapéutica estuviera presente ya en el momento de la ideación de la piscina, es posible prever también una zona, similar a una cama, de muy poca profundidad, ideal para ejercitar los músculos abdominales.

Un dispositivo para la natación contracorriente, en funcionamiento en esta imagen, es indispensable para permitir la práctica deportiva de la natación en una piscina de pequeño tamaño (realización y fotografía de Idoine Piscines Carré Bleu con el arquitecto Didier Morlet)

¿QUÉ SE NECESITA PARA REALIZAR UNA PISCINA EN EL TEJADO?

En primer lugar es necesario verificar la capacidad de la estructura para soportar la nueva carga que se le va a imponer: piscina más agua.

Si no se trata de la terraza o del tejado de un edificio unifamiliar, es necesario solicitar el permiso de todo el inmueble: el tejado es una propiedad común, mientras que la terraza, aunque es de uno de los vecinos, podría, con su transformación, comprometer de alguna forma las partes comunes o las propiedades ajenas.

Si la piscina que se quiere realizar es de tipo permanente y modifica de alguna forma el aspecto exterior del edificio, es necesario obtener de la administración municipal una autorización para construir.

De todos modos, es oportuno obtener en las oficinas técnicas del municipio las informaciones preliminares necesarias que deberán tenerse en cuenta para construir la piscina en el tejado para que esta cuente con todas las garantías de seguridad imprescindibles.

Bañeras de hidromasaje

A menudo es posible integrar a la estructura de la piscina una bañera para hidromasaje con un equipo muy similar al de la natación contracorriente. En este caso, la temperatura del agua será igual a la de la piscina principal (comprendida entre los 23 y los 24 grados), y el hidromasaje desarrollará una acción mecánica, producida por los chorros de agua y de aire dirigidos hacia el cuerpo.

Sin embargo, el principio que caracteriza las llamadas spa pools (piscinas sauna), verdaderas minipiscinas muy difundidas en los países anglosajones en las que el agua se encuentra a temperatura más elevada, es completamente diverso. Se pueden instalar bañeras de hidromasaje de este tipo tanto en el interior como en el exterior de la vivienda. Naturalmente en el segundo caso, como en las verdaderas piscinas, es necesario prever una protección para el periodo invernal.

La spa pool se puede instalar tanto encima del terreno como parcial o totalmente enterrada; la solución que se tiene que adoptar depende del tipo de instalación de hidromasaje que se haya escogido. Según la forma, el tamaño y, en parte, también la cantidad de boquillas regulables para la salida de aire y de agua, el número de personas que puede utilizar la bañera varía de tres a ocho. La acción de los chorros se regula a través de dos bombas, y dos boquillas de reabsorción completan el sistema de circulación del agua.

Las bañeras para hidromasaje están provistas de un sistema de filtración con filtro de cartucho y de una bomba de circulación con un elemento prefiltro para bloquear las impurezas mayores; la instalación de calentamiento consta de un intercambiador de calor agua-agua alimentado de forma eléctrica. Debido al reducido tamaño de la bañera no es necesario mantener constantemente la temperatura en régimen y los tiempos de calentamiento del agua son bastante breves, programables con pocos minutos de anticipo sobre la utilización efectiva.

Debido a su tamaño, la bañera de hidromasaje constituye una de las alternativas más válidas a la piscina en contextos como terrazas o pequeños jardines de ciudad, asegurando a los usuarios comodidad y diversión al igual que una piscina tradicional, aunque su concepción difiera notablemente.

Este ejemplo muestra un caso bastante articulado de piscina realizable con la técnica tradicional del hormigón armado fraguado en obra. La piscina está compuesta por tres zonas muy diferenciadas formal y funcionalmente: una principal para la natación, una de tamaño más reducido y de profundidad limitada para los niños, unida a la precedente por una escalera sumergida, y una tercera equipada con hidromasaje

Cada vez está más difundida la práctica de integrar a la estructura de la piscina una piscina para hidromasaje: una zona delimitada (incluso sólo parcialmente) que presente la posibilidad de estar sentado, dotada de un equipo similar al utilizado para la natación contracorriente. No se trata de una verdadera instalación de hidromasaje puesto que el agua (y por lo tanto su temperatura) es la misma en las dos piscinas o en las dos zonas de la piscina

En este caso, la zona para el hidromasaje está aislada y se pone en evidencia respecto a la piscina, dotada de bordes con efecto playa. De hecho, las dos piscinas están físicamente separadas (la de hidromasaje está situada en un nivel superior) y unidas sólo idealmente por la cascada que desciende a la piscina a través de la discontinuidad del borde de la piscina superior

Naturalmente también es posible realizar una verdadera piscina de hidromasaje con agua muy caliente, spa pool, y unirla con la piscina para la natación: soluciones como estas están muy difundidas en Estados Unidos, sobre todo en California, donde no se concibe una sin la otra

La zona para el hidromasaje enriquece la piscina tanto desde el punto de vista estético, como de la comodidad y la diversión. En el ejemplo de la imagen inferior, la separación entre las dos zonas se trata de manera que se forma un recorrido sobre el agua muy sugestivo

La zona de hidromasaje puede resolverse también de esta manera, con sencillos peldaños para sentarse revestidos de mosaico y con los chorros orientados de forma oportuna (realización y fotografía de Bauen Piscine)

Esta pequeña piscina, integrada en un frondoso jardín, es en realidad una bañera para hidromasaje, con agua caliente si se quiere, alegrada con dos cascadas artificiales

Los juegos de agua han decorado siempre piscinas y fuentes de los jardines tradicionales y contemporáneos, con las más prestigiosas realizaciones de alegres y sutiles elementos: en esta imagen se recogen los tipos más comunes