INTRODUCCIÓN

 Esta mañana salí antes de casa porque los niños se iban de excursión con los de su clase y vi pasar a tu jefe en coche con su perro. ¿A dónde iba?

 Por las mañanas se levanta temprano y se va al campo a correr con su perro.

 Tú también podrías hacerlo, querido, sería una buena idea porque siempre dices que te gustaría hacer algo de ejercicio. Y además los domingos tendríamos la excusa perfecta para salir fuera con los niños.

 ¿Tú sabes lo que supone tener un perro? ¿No has pensado en las obligaciones?

 Por supuesto, pero piensa en los beneficios para nuestra salud y en lo divertido que será.

Tener un perro supone un cambio que afectará a todos nuestros quehaceres, ya que lo que él necesita y quiere hacer es precisamente lo que nos hace falta a nosotros para sentirnos más felices. Le gusta jugar, correr y explorar, y muchos de nosotros ya hemos olvidado cómo se hace y pasamos horas y horas sentados delante del televisor.

El perro nos llevará al aire libre, y nuestra vida mejorará gracias al vínculo con un animal que nos impondrá una relación de respeto y nos obligará a conocer la vida y el entorno desde un punto de vista más natural. Nos percataremos de que el fango y el agua existen, y reencontraremos el placer de pasear por el bosque o de leer un periódico a la sombra de un árbol.

La casa estará un poco más sucia, pero gozaremos de una libertad que nos permitirá asumir la responsabilidad que comporta tener un perro: deberemos dedicarle parte de nuestro tiempo, cuidarlo y hacer que se sienta bien en el seno de la nueva «manada», ya que a pesar de ser distinto de los humanos, él también necesita afecto y atención.

Los orígenes

Es bastante habitual que el origen de una raza esté envuelto en la leyenda, quizá porque la hace más atractiva. De este modo, durante muchos años el origen del golden ha estado vinculado al circo, a aquel espectáculo infantil capaz de hacernos soñar y evadirnos por unos momentos de la realidad.

Para indagar en los inicios de la raza debemos trasladarnos a Brighton y remontarnos al año 1858. Lord Tweedmouth (Sir Dudley Coutts Majoribanks) quedó fuertemente impresionado por un grupo de poderosos perros de pastor de manto amarillo dorado que tuvo la oportunidad de ver en un circo ecuestre procedente del Cáucaso. Al darse la circunstancia de que un incendio destruyó el circo, Lord Tweedmouth compró todos los ejemplares, atraído no sólo por el aspecto, sino también por la inteligencia que mostraron a la hora de realizar los ejercicios circenses. Su idea era incluirlos en su programa de selección de nuevos perros de caza, actividad que en aquel tiempo estaba experimentando notables cambios a causa de la evolución de las armas. Los fusiles de cartuchos habían sustituido a los de carga delantera, y la mayor rapidez en la carga repercutía en un mayor rendimiento por parte del cazador.

El trabajo llevado a cabo por Lord Tweedmouth está documentado por los registros de cría (1868-1889), gracias los cuales podemos remontarnos hasta la primera camada que, desde el punto de vista técnico, puede considerarse el origen de la raza conocida hoy en día con el nombre de golden retriever. Dicha camada fue el resultado del apareamiento de un macho retriever amarillo de pelo ondulado llamado Nous, y una hembra tweed water spaniel llamada Bell.

MÁS QUE UN SIMPLE PERRO DE COBRO

Reciben el nombre de retriever todos aquellos perros que ayudan a los cazadores en el cobro de las piezas abatidas por el cazador. Puede decirse que esta aptitud es innata.

Además de perro de caza, el golden retriever, es capaz de desempeñar satisfactoriamente trabajos de protección civil y de detección de droga; también ofrece garantías como guía para ciegos y es un amigo leal en los programas soporte terapéutico para personas con dificultades psicofísicas.

Este conjunto de cualidades, que le distinguen de los otros retriever, fueron apreciadas también en sus hipotéticos antepasados, en aquellos perros identificados con cierta imprecisión como pastores del Cáucaso de pelo rubio a los que nos hemos referido anteriormente. De los perros de rebaño ha heredado la adaptabilidad, la creatividad, la inventiva y el buen hacer.