mucho más práctico y valioso que el anterior pues son esas viven-
cias y experiencias personales las que nos hacen ver cómo aplicar
los conocimientos que tenemos; de ahí que sea menos peligrosa
una persona con buena voluntad y escasa preparación que lo con-
trario: la primera, tratará de informarse antes de tomar decisiones
y, si se equivoca, al actuar de buena voluntad sabrá rectificar y
pedir disculpas mientras que, la segunda, puede perjudicarnos y
hacer ver a los demás que la culpa de todo lo ocurrido es nuestra,
quedando a salvo su reputación personal; 3) finalmente, nos
encontramos con el aprendizaje desarrollado a través de la estruc-
tura social y personal, esto es, la sociedad en la que nos movemos
y el desarrollo que hemos hecho de nuestra propia personalidad
que ha de actuar ahora en un ambiente concreto, todo lo cual nos
pone de manifiesto las posibilidades que tenemos de aplicar todo
lo anterior en la situación concreta en la que estamos. Los tres
aspectos que hemos señalado afectan a nuestro estado de ánimo y
a nuestra motivación personal. Este aprendizaje se realiza a lo largo
de toda la vida si bien, para cuestiones concretas, existen momen-
tos ideales para realizarlo (ej.: aprender a andar, hablar, etc.).
Aprendemos, pues, cultura pero aprendemos también a relacio-
narnos con lo que nos rodea.
2.3. La relación lúdico-ambital
¿Qué tipos de relaciones establecemos con lo que nos rodea?
Existen dos tipos fundamentales de relaciones: la de dominio y
la lúdico-ambital. En la relación de dominio, yo soy capaz de
someter a mis decisiones las capacidades que me ofrece algo que
es ajeno a mí: ya sea una cosa o una persona, de la cual uso y
ab-uso a mi capricho. Por eso, la relación de dominio resulta
siempre «incierta» de cara al futuro: el que yo lo haya logrado en
el pasado, no me asegura que lo siga consiguiendo en las próxi-
mas veces. Por el contrario, en la relación lúdico-ambital se pro-
duce una estrecha relación de cooperación, colaboración y com-
plementariedad entre los elementos que interaccionan entre sí:
persona con cosa o persona con persona, pues la persona es el
ámbito más rico que existe. Pongamos un ejemplo que nos ayude
a entender esto: cuando un niño se pone a jugar a los indios nin-
guno nos creemos que se haya convertido en un indio, pero él
Recursos Humanos
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