es favorable a la propuesta que ha recibido, por lo que buscará
contactar con un hospital del Tercer Mundo al que ofrecerá sus
servicios profesionales.
La integración en la organización se va logrando con el paso
del tiempo sobre la base de las experiencias positivas que son las
que generan confianza en las personas de esa organización, con
las cuales yo estoy dispuesto a colaborar de modo espontáneo.
Por ello, los problemas en una empresa son siempre problemas
de integración (= falta de unidad) más que de inclusión (= inte-
rés por la tarea) porque lo que me han dicho (= Filosofía) no me
convence en la práctica (= Cultura Empresarial). De ahí que,
quienes no se integran realmente en la organización con el paso
del tiempo, constituyen un serio peligro para la supervivencia de
la organización: fácilmente, pueden abandonarla y pasarse a la
competencia con toda la información y experiencia que han
adquirido y, en estos casos, dependemos de su honestidad pro-
fesional para saber cómo van a utilizarla. Pensemos, por ejemplo,
en el «caso López Arriortúa» o los Inspectores de Hacienda o
Abogados del Estado que optan por la excedencia y se pasan a
trabajar al sector privado.
1.5. Filosofía y Cultura Empresarial
De lo que acabamos de exponer se observa que las respues-
tas que hemos dado a las cinco preguntas anteriores configuran
unas actitudes y posturas personales de las que brotan la ilusión,
integración, cooperación, colaboración, participación y espíritu
de equipo, es decir: la respuesta a las preguntas en sentido favo-
rable nos conduce a la aceptación personal de la Filosofía
Empresarial y, por tanto, hace visible el valor empresarial de la
unidad de donde se sigue esa forma concreta de hacer las cosas
por el grupo humano que denominamos Cultura Empresarial, la
cual expresa y manifiesta la forma, el estilo y el talante con el que
se hacen las cosas en esa empresa, todo lo cual afecta al grado
de atractividad que experimentan las personas al actuar, practi-
cando unos comportamientos determinados en los que se con-
cretan los valores que se practican en esa organización. El resul-
tado final de todo ello, la consecuencia a la que se llega, es la
eficacia como consecuencia de un estilo, un talante, un «buen
Recursos Humanos
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