a) no es una simple unión de comportamientos sino de con-
vicciones profundas
b) se manifiesta en que los miembros comparten y respetan
unos criterios que se consideran rectos, verdaderos y valiosos
desde lo más íntimo de cada uno
c) no estam os an te un c on ju n to de comportamientos presta-
blecidos sino de valores asumidos por cada uno con su propio
estilo personal, lo que convierte a la diversidad en enriqueci-
miento y no en disparidad o enfrentamiento
d) se logra así una mejora personal como ser humano para
servir a los demás por medio de auténticas relaciones personales
fraternas.
Es en este marco en el que la comunicación promueve el
entendimiento a partir de la confianza, que se basa en la justicia
y en la sinceridad. Ello potencia el desarrollo de la autoestima y
la autoaceptación y refuerza la cohesión del grupo que es el
resultado de practicar el binomio autoridad-obediencia. Todo lo
anterior, junto con la fortaleza, mansedumbre y humildad, alien-
tan el desarrollo de las potencialidades personales del propio yo,
como persona única, irrepetible y valiosa y que nos ponen en
camino para iniciar la práctica de la «No Violencia», esto es: «yo
no puedo obligar a nadie a que sea mi amigo pero tampoco
nadie puede conseguir de mí que yo sea su enemigo». Llegamos
así al límite de lo humanamente posible en nuestras relaciones
con los demás, paso previo al amor a los enemigos pues, este
último, implica ya elementos de orden superior al meramente
humano natural aun cuando se exprese a través de ellos3.
La familia promueve virtudes, la empresa busca resultados.
Pero los resultados que busca la empresa, cada vez está más claro
que han de ser téc n ic am en te c orrec tos y hu m a n am en te valiosos.
Cuando hablamos de la «calidad total» o de la «plenitud» en ter-
minología de Crosby4, no nos referimos sólo a los contenidos y
resultados técnicos sino también a los «valores hum an os» que se
im plican en el funcionamiento de la organización: actuar de
forma responsable y justa, demostrar interés por lo que necesita
el cliente más que por lo que busca, fomentar el desarrollo de
unas auténticas relaciones humanas constituyen algunos de los
más esenciales. Por eso, la «calidad total»de una empresa depen-
de de la «riqueza humana»de sus miembros, es decir, de lo qu e
son : seres libres, con desarrollo integral, y de lo qu e hac en como
Lo que aporta la experiencia de la vida familiar a la dirección de los recursos
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