un lenguaje verbal, percibe sin embargo la comunicación no ver-
bal: si le insulto con una amable sonrisa se llenará de alegría pero
si le alabo con tono brusco y gesto hosco, provocaré en él el llan-
to. Todo ello es traspasable a la organización empresarial y allí
podemos descubrirlo porque está presente como en la familia.
A pesar de que la denominada «pirámide de Maslow» contem-
pla una visión psicosociológica del ser humano que es incom-
pleta, no cabe la menor duda de que el conjunto de necesidades
humanas que aquí se expresan:
a) físicas: comida, vestido, seguridad
b) sociales: de amor y afecto
c) autoestima: para el desarrollo de la propia identidad
d) autorrealización
encuentran perfecta cobertura en el marco familiar para los
miembros que la integran. El dinero es para sus miembros un
medio y no un fin, medio que permite alcanzar las metas que me
propongo al dar cobertura a unas y otras necesidades.
La estabilidad familiar es elemento imprescindible para que
sea posible la cobertura continuada de estas necesidades. Sin la
denominada por Rof Carballo «urdimbre afectiva» que se produce
en la familia, el niño no sólo queda incapacitado para amar a
otros sino que sufre un deterioro intelectual en sus cualidades
como consecuencia del deficiente desarrollo afectivo1. Quien no
ha sido amado es incapaz de amar, lo que no significa que quien
ha sido amado no tenga que aprender a amar para no convertir-
se en un egoísta y caprichoso (un histérico, en terminología clí-
nica). Los «niños de la calle» de Brasil, por ejemplo, evidencian lo
que aquí se expone: las madres biológicas carecen de instinto
maternal y abandonan a sus hijos porque tampoco ellas han sido
queridas antes por sus progenitores.
Sin embargo, la estabilidad familiar no debe confundirse con
la «armonía familiar». Tanto en la familia como en la empresa, la
estabilidad es más necesaria que la armonía. Esta última, normal-
mente no se consigue en plenitud sino que es algo hacia lo que
se tiende al ir superando las diferencias interpersonales median-
te la simpatía y la reciprocidad. La estabilidad familiar es conse-
cuencia del amor de los cónyuges, el cual no suprime sus dife-
rencias pero ayuda a superarlas: el amor conyugal da origen a
una «solidaridad no funcional» que se traduce en un orden huma-
no mejor.
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