5Valverde SJ, Carlos, Antropología Filosófica, Ed. Edicep, Valencia 1995,
capítulos IV a VI, pp. 107-204.
6Conde Herranz, Jesús, Introducción a la Pastoral Sanitaria, Madrid,
Septiembre de 1994, Servicio de Documentación, Arzobispado de Madrid, p. 11.
7Sayés, José Antonio, Más Allá de la Mu erte, Ed. San Pablo, Madrid 1996,
pp. 22-40.
8Lersch, Philipp: La estru c tu ra de la person a lid a d , Ed. Scientia, Barcelona
1964.
9AA. VV., Tratado de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Ed. Instituto
Nacional de Previsión, Ministerio de Trabajo, Madrid 1971, 3 vols.; Poza, José
María, Seguridad e higiene profesional, Ed. Paraninfo, Madrid 1990.
10 Sculley, John, De Pepsi a Apple, Ediciones B. Grupo Z, Barcelona 1993.
11 Boulding, Kenneth E., La economía del amor y del temor, Ed. Alianza
Universidad, Madrid 1976.
12 El sexo en el cerebro, Ed. Planeta, Barcelona 1992.
13 «Ellas no piensan como ellos», Re v ista Co n o c e r, Marzo de 1996, pp. 4-10.
14 «El corazón se sube a la cabeza: el coeficiente emocional derrota al coefi-
ciente intelectual», Re v i s t a ELLE n. 115, Abril de 1996, pp. 93-96.
15 «Así funciona el cerebro de su niño». Revista Blanco y Negro, 10 de Abril
de 1996, pp. 30-35.
16 AB C, 9 de agosto del 96, p. 71.
17 Rodríguez Porras, José María, El fa c to r h u m a n o e n la e m pr e sa , Ed. Deusto,
Bilbao 1990, pp. 54-56, sobre los elementos que integran el comportamiento de
un grupo tales como el «sentimiento requerido» y el «sentimiento dado».
18 Recuérdese lo ya indicado: el modelo mecanicista se asemeja a la relación
de prostitución; el psicosociológico, al amor afectivo sentimental para aprove-
charme del otro por mutuo acuerdo; el modelo antropológico, que es el correc-
to, desarrolla el amor de benevolencia y de beneficencia como camino hacia el
amor interpersonal de amistad.
19 Polaino Lorente, Aquilino, «Los cuatro puntos cardinales de la sexualidad
humana» en Cuestiones fundamentales sobre el matrimonio y la familia, Ed.
Eunsa, Pamplona 1980, pp. 450-470.
20 Las relaciones de dominio destruyen la organización. Cuando el capataz
de una obra pregunta: ¿quién se sube a ese andamio? y, dirigiéndose a los tra-
bajadores eventuales les indica: «si no lo hace, como aún no tiene contrato,
mañana no venga», está expresando un tipo de relación interpersonal muy con-
creta que se produce hoy en la vida real. Por eso, si yo asumo ese riesgo, lo
hago porque lo necesito para vivir, consciente de que satisfago el egoísmo del
empresario que se está sirviendo y aprovechando de mí.
21 1 Cor. cap. 1.
22 El Ho m b r e y e l Es t a d o , Ed. Encuentro, Madrid 1992, pp. 107 y ss.
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