y otro desaparezca. Esta relación interpersonal se plantea sobre la
base de diversas preguntas: dónde la busco, cómo la busco, qué
busco. La respuesta vital que demos a estas cuestiones explica la
relación de enriquecimiento personal que alcanzamos mediante la
relación de cooperación que surge entre ámbitos o la de empo-
brecimiento y destrucción que establezco al fomentar la relación
de dominio sobre objetos o cosas. Evidentemente, a esta relación
de madurez no se llega de forma automática y, en el normal desa-
rrollo de la persona, hay que pasar por la fogosidad impulsiva de
reacciones y criterios, de rebeldías juveniles, pero no para quedar-
se ahí sino para llegar a la madurez y el equilibrio. De ahí que la
m ism a pregunta n o busca siem pre lo mism o en la respuesta: cuan-
do yo pregunto a otro si me quiere puede ser que quiera yo salir
de dudas, aun cuando puedo preguntarme si realmente salgo de
dudas sólo por sus palabras; puede también que busque que me
regale el oído con su respuesta; puede que quiera darle yo la opor-
tunidad a esa persona para que ella misma pueda contrastar sus
palabras con sus obras y contrastarlo yo también.
Todo esto puede parecer muy complejo pero es real en el
comportamiento humano. Así, por ejemplo, el sexo puede ser una
forma de manifestar o expresar una afectividad, pero también
puede ser una forma concreta de violencia cuando:
a) es la expresión del poder que tengo sobre el otro para
imponerme yo
b) busco la propia autosatisfacción que alcanzo mediante el domi-
nio de los sentimientos ajenos al conseguir controlarlos a mi antojo
c) me sirvo de tí y dejo que, a cambio, tú te sirvas de mí gene-
rando una relación de dominio y aprovechamiento mutuo, basa-
da en los intereses personales pero ajena a una relación humana
interpersonal
d) si tú me pro-vocas (= llamar desde fuera) para buscar una
compensación a tu tristeza disfrutando y sirviéndote de mí, yo no
cuento para tí como persona
e) si me asaltas porque te apetece y me provocas, ¿qué sen-
sación creas en mí? La violencia que puede desatarse después,
¿no es continuación de la presente? Dado que «los dos lo hemos
pasado bien», ¿por qué en lo demás no nos entendemos?: porque
hemos desarrollado una relación de poder y dominio de uno res-
pecto al otro y no una relación de comunicación, colaboración,
complementariedad, compenetración...
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