el tiempo, surgen las denominadas «enfermedades psicosomáti-
cas» que tienen su origen en la psique o alma (la voluntad) pero
que se manifiestan en el cuerpo: problemas respiratorios, taqui-
cardias, arritmias, úlceras de duodeno, problemas digestivos y cir-
culatorios, pérdida de pelo (alopecia), acné, halitosis, anorexia,
alergias, pérdida de defensas que provoca frecuentes enfermeda-
des infecciosas, etc. Es lo que denominamos una situación de
estrés. Como estas manifestaciones tienen una causa determina-
da no pueden resolverse sólo con medicación que afecte al desa-
rrollo de la enfermedad pero no corrija sus causas u orígenes que
no son somáticas o bacterianas sino psíquicas. El p r o b l e m a , por
tanto, no son los acontecimientos que uno vive sino cóm o los vive.
El sufrimiento o la presión por alcanzar el éxito se convierten así
en tragedia que nos destruye, y los médicos, al pretender curar
una por una las manifestaciones externas, se encargan de rema-
tarnos con múltiples medicinas.
En estos casos, el empeño de someter todas las capacidades
de mi persona (cognoscitivas, activas y decisorias) para conseguir
unos resultados concretos provoca tensiones intra-personales e
inter-personales de las que mi organismo intenta desfogarse. Este
desfogue puede llevarse a cabo a través de múltiples reacciones
como la prepotencia o el dominio que intento ejercer sobre otras
personas. Las represiones y bloqueos de unas áreas de mi perso-
nalidad se compensan con desfogues en otras y esto explica, por
ejemplo, que una persona puede ser extremadamente ordenada
en su trabajo y desordenada en su habitación.
Conviene advertir en relación con lo expuesto que el autocon-
trol es aconsejable y necesario en situaciones pun tuales, algo muy
distinto a practicarlo de manera permanente de modo que viva-
mos «agarrotados». En la vida diaria necesitamos soluciones per-
manentes que nos permitan resolver adecuadamente estas cues-
tiones sin crearnos conflictos y, para ello, contamos con la
educación, que es la forma de practicar el autocontrol en el marco
de un «pacto social»que evita el estrés mediante salidas y solucio-
nes alternativas que nos permiten resolver, afrontar, defendernos
y protegernos de los problemas más normales y comunes deriva-
dos de la convivencia sin generar consecuencias nocivas, cuando
este conjunto de acciones y re-acciones están bien planteados en
el marco de una sana educación. Por ello, cuando me propongo
hacer todo «ahora», complacer a todos los que me piden «ya»... me
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