La relación, que nace a partir de una atracción física que genera
dependencia mutua, desemboca ahora en una relación interperso-
nal basada en la autoridad-obediencia que implica respeto, comu-
nicación, confianza y no sólo información pues, cuando una per-
sona es madura, sabe que no existen en esta vida preguntas
indiscretas sino respuestas inadecuadas. La m adurez im plica siem -
pre este equilibrio en las actuaciones y las reacciones ponderadas en
el marco de un proyecto interpersonal de vida que resulta viable y
gratificante para ambas partes. Y, con el tiempo, se pasa del idea-
lismo al realismo: no sólo se acepta al otro con sus defectos sino
que se le quiere con sus defectos y limitaciones, lo cual es diferen-
te a decir que se le quiere a pesar de sus defectos y limitaciones.
El Director de Recursos Humanos debe tener muy claro que la
relación que se establece entre las personas sólo es de dos tipos
puros:
a) la relación inmadura de dominio de unos y sometimiento y
temor de otros, que conduce a los formalismos, legalismos, el
cumplo-y-miento, todo lo cual destruye la relación a largo plazo
y, cuando se une al perfeccionismo, genera personas escrupulo-
sas e insatisfechas en alto grado
b) la relación madura interpersonal de autoridad-obediencia
que es la única que asegura en el largo plazo una adhesión inter-
personal vital y una confianza real y profunda en el otro, fruto de
las experiencias compartidas y vividas, en el marco de un pro-
yecto de vida profesional y personal que resulta gratificante para
ambos, genera cooperación y colaboración y lleva a la unidad y
a la integracn como valores más altos de la Organización, al
igual que ocurre en la pareja humana.
Sucede, por tanto, en la empresa algo muy similar a lo que
contemplamos en la pareja humana: no se trata de que yo bus-
que argumentos para estar convencido de que mi mujer (o mi
Organización) es la mejor de todas las posibles, sino que consti-
tuye un bien personal para mí y, por ello, es una de las mejores
para mí que, poco a poco, por la experiencia y convivencia
mutua interpersonal en la que nos vamos enriqueciendo y adap-
tando unos a otros en el marco de un grupo humano, acaba sien-
do la mejor para mí. Lo importante es «crecer» en esa relación
interpersonal con el paso del tiempo.
Las relaciones interpersonales que se desarrollan en los gru-
pos humanos implican la cooperación, la colaboración y presu-
Recursos Humanos
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