24 o 48 horas, que es el tiempo permitido para faltar al trabajo
sin necesidad de aportar una baja médica. Parece evidente que,
todos estos casos y otros similares que podrían ponerse, son vis-
tos desde fuera de la empresa como una situación de «boicot
legal» pero nada se puede hacer para impedirlos con la legisla-
ción laboral.
Por todo ello, hay que ser sumamente cuidadosos con los
aspectos que afectan a la confianza, la cual se tarda mucho en
adquirir, pero se puede perder muy rápidamente y, después, se
tarda mucho en recuperar porque, esto último, depende de
cómo sean interpretados los futuros gestos ajenos y en qué
medida se les quiera conceder de nuevo credibilidad, es decir,
que soy yo quien he de responder a la pregunta de si tales ges-
tos y detalles representan un interés claro hacia el bien de mi
persona o, por el contrario, los considero una nueva trampa que
se me tiende. La mayor dificultad en todo esto reside en que
una persona sólo puede ver en otra lo que admite, de antema-
no, que esa otra persona puede tener, afirmación que es muy
grave y muy dura pero, también muy real: si yo creo de ante-
mano que alguien no es de fiar, ninguna de sus acciones, por
buenas que sean, me inspirará confianza y siempre las inter-
pretaré con una segunda intención. En definitiva, si alguien ha
procedido injustamente con otro y yo lo sé, no tengo seguridad
de que será justo conmigo por el hecho de que yo no dé moti-
vos para ser castigado: el otro no los dio tampoco y ello no impi-
dió ser tratado injustamente.
Por ello, como pondrá de relieve la rejilla de Blake y Mouton,
son los resultados humanos los que hacen posibles los resultados
técnicos y no al revés: es el espíritu de co-operación, co-labora-
ción, participación e ilusión personal y de grupo el que hace que
el trabajador se integre en la empresa con ese talante y, fruto de
ese talante, rinda. Apoyándome, pues, en los resultados humanos
alcanzaré los resultados técnicos pero, a partir de los resultados
técnicos, no puedo asegurar que se alcancen los resultados
humanos que implican ese talante y espíritu de actuación perso-
nal y de equipo. Es decir, a partir de la relación humana de amis-
tad podemos desarrollar una buena relación de trabajo profesio-
nal en equipo pero, sin embargo, una buena relación profesional
entre los miembros no asegura que lleguemos a una buena rela-
ción humana interpersonal de amistad y cooperación: puede, tal
Introducción a los recursos humanos en la empresa
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