bondad de los fines que se persiguen sino de los medios apro-
piados para conseguirlos, de forma que no todo lo que es posi-
ble podemos afirmar que es valioso. Por ello, y porque la eco-
nomía la realizan personas para otras personas, no todo trabajo
que es rentable resulta humanamente valioso: el factor trabajo no
puede desvincularse de la persona trabajadora, que tiene una
dignidad y merece un respeto. El utilitarism o ec onómico parte de
una ética a posteriori, lo que le lleva a confundir por identifica-
ción lo práctico y eficaz desde el punto de vista técnico con lo
ético y correcto hasta tal punto que, el Premio Novel de Economía
de 1993, reconocía que la esclavitud fue técnicamente valiosa
para el desarrollo económico de los Estados Unidos y, tal afir-
mación, no debería llevarnos a afirmar que, en consecuencia, su
práctica resulta humanamente deseable.
Cuando nos enfrentamos con los valores económicos hay que
tener en cuenta que los bienes económicos lo son en tanto que
son útiles para satisfacer necesidades humanas, pero son éstas (y
no las preferencias o gustos personales) las que determinan la uti-
lidad y valiosidad de los bienes económicos y no al revés. Por otra
parte, tales valores económicos han de estar orientados hacia la
suficiencia, esto es, lograr una cobertura adecuada de las necesi-
dades personales y colectivas en el marco no del igualitarismo
sino de la igualdad de oportunidades. No obstante, la suficiencia
debe estar guiada por la austeridad que ponga un límite razona-
ble y personal a los bienes económicos que se buscan en aras de
posibilitar la práctica de valores superiores. La austeridad pro-
mueve así un orden, una ordenación interior de prioridades que
es valiosa no por lo que deja sino por las posibilidades a las que
me dirige. Los valores económicos y éticos suprimen los aspectos
molestos de nuestra vida, pero son los valores estéticos y ascéti-
cos los que posibilitan el camino de la felicidad personal. Por eso,
considerando el arco completo de los valores, podemos afirmar
que «lo valioso siempre es útil» pero la relación no es biunívoca:
lo ú til, lo adecuado a mis preferencias, no siempre es valioso.
Cuando relacionamos los resultados técnico-económicos con
los valores humanos que en tal actividad se practican o son posi-
bles, nos encontramos con las siguientes situaciones:
1º) Resultados técnicos: favorables
Valores humanos: se promueven
Alcanzamos: economía humana eficaz y valiosa
Ciencias positivas y ciencias normativas: El mundo de los valores
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