esta ineficacia y este fracaso en lograr los objetivos: no hace falta
que todos los medios sean ineficaces para que el fin no se logre,
pues basta o puede bastar con que un solo medio sea lo sufi-
cientemente ineficaz.
4º) Cuando tenemos:
i1i2i3.... I
t1t2–t3.... –tn
–v1–v2–v3.... –V
estamos ante el caso lamentable de una persona mala y tonta:
persigue fines malos, lo cual hace malos a todos los medios, pero
no alcanza los fines previstos a causa de su falta de habilidad
para encontrar medios técnicos apropiados. Lo mismo puede
concluir en un delito frustrado que en un crimen de mayores pro-
porciones que las buscadas.
Sabemos ya que todo lo que es un valor es un fin para el hom-
bre. Si algo no es un valor puede ser un antivalor o algo indife-
rente. Como hay que excluir los antivalores como fines de la vida
humana ya que, por esta vía, la humanidad se destruiría a sí
misma, queda plantearse si pueden ser fines para el hom bre las
acciones indiferentes. Pues bien, no hace falta mucho esfuerzo
para darse cuenta de que tampoco esta segunda posibilidad es
viable, porque significaría que tanto el individuo como la huma-
nidad consiguen vivir de espaldas a los valores sin violarlos y sin
cumplirlos y una vida así es utópica. ¿Cómo se puede vivir sin
verse afectados por el bien y el mal? ¿Cómo trabajar sin respon-
sabilizarse de lo que se hace y, al mismo tiempo, sin ser irres-
ponsables de un modo culpable? ¿Cómo tratar a nuestros padres
sin amarles pero tampoco ofenderles, ya que el mayor desprecio
puede ser el no hacer aprecio? La indiferencia c onstituye, en sí
misma, una forma de ofensa. Y ¿cómo firmar un contrato sin
compromiso de cumplirlo pero tampoco con intención de no
cumplirlo? Una vida humana al margen del bien y del mal es
impensable. Así pues, es obvio que sólo los valores son fines para
el hombre.
Sin embargo, queda pendiente una cuestión importante: dado
que el ser humano busca su propia felicidad, su placer, su pleni-
tud y perfección o como queramos denominar a lo que todos
deseamos como meta de nuestros actos (= Zweck), toda ética
hedonista o eudemonista encuentra aquí su punto de apoyo más
fuerte. ¿No es verdad que todo hombre busca ser feliz? Su mismo
Recursos Humanos
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