De lo que venimos exponiendo podemos concluir admitiendo
la presencia de un mundo de valores al lado de un mundo de
seres y esto supone que los valores son objetivos, materiales y a
priori. Matizando un poco más esta afirmación podemos indicar
que los valores presentan entre sus características:
a) Objetividad, porque la intuición del valor es un juicio de
existencia: detecta la presencia de algo (percipi, por tanto esse)
b) Polaridad: el valor es positivo o negativo, a diferencia del
ser que no es polar porque el ser negativo es la nada y la nada
no puede ser intuida como presencia de algo
c) Gradación: todo valor puede ser poseído o realizado con
mayor o menor intensidad
d) Jerarquía: unos valores existen cuando previamente se han
dado otros que son requisito previo. Así, la amistad exige pre-
viamente el respeto y, siguiendo a Scheler y Hartmann, podemos
establecer una jerarquía de valores que denominamos primera
ley axiológica
e) Socialidad: la importancia personal y social de los valores
es distinta. Así, los valores éticos tienen una importancia funda-
mental para la convivencia social, pero, desde el punto de vista
individual, aportan poca valiosidad al sujeto que los practica si
los comparamos por ejemplo con los valores estéticos (la amis-
tad) o ascéticos (el amor interpersonal de amistad) y, sin embar-
go, en estos últimos lo personal es más importante que lo social.
3.6. El cacter em ocional de la intuicn axiológica
El contraste entre Kant y Scheler surge de nuevo con ocasión
del excesivo racionalismo del primero. El corazón o el senti-
miento tienen mucho que ver con los valores: la frialdad de prac-
ticar el deber por el deber y sólo por el deber es inhumana, por-
que la persona no tiene sólo voluntad y razón. Pero también es
obvio que, si la razón es ciega para el valor, entonces los valores
dependerían sólo de una intuición propensa al autoengaño inte-
resado y no se podrían aducir razones para expresar a alguien
que su conducta, que él considera buena en su opinión, es con-
siderada objetivamente mala. Es decir: la captación de lo bueno
tiene su parte de sensibilidad y su parte de razón. El emotivismo
radical no es menos inaceptable que el racionalismo absoluto.
Ciencias positivas y ciencias normativas: El mundo de los valores
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