1.1. El grupo humano y la dirección del mismo:
aspectos generales
Resulta así mismo evidente que nuestra actividad profesional
se ejerce en un grupo humano que se encuentra inmerso y con-
figurando una organización empresarial y, en esta organización,
nos encontramos con distintos tipos de miembros o personas.
¿Qué condiciones han de darse para que trabajemos a gusto junto
a ellos en esa organización? Una primera respuesta a esta pre-
gunta podría cifrarse en «sentirse cómodo con los compañeros
que forman parte de ese grupo humano». Pero, ¿qué tipos de per-
sonas lo integran? Con carácter general, podemos encontrar tres
grandes tipos:
a) el AMIGO, que es quien me respeta y valora como perso-
na, me ofrece lo mejor de lo que él es y tiene para compartirlo
conmigo y me hace propuestas y sugerencias que facilitan mi
enriquecimiento personal como ser humano. En definitiva, el
amigo me ayuda a mejorar como persona, a crecer en humani-
dad, fomentando un tipo muy concreto de relaciones interperso-
nales que se traducen en un comportamiento humano en la
empresa que es fuente de satisfacción interpersonal.
Esto que estamos planteando no es una utopía: de hecho, un
buen Director de Recursos Humanos debe buscar para cada uno
de sus empleados el tipo de trabajo en el que cada uno pueda
desarrollar mejor sus potencialidades, es decir, debe orientarse la
labor hacia la función personal en lugar de poner el énfasis en la
«persona funcional» que ha de plegarse a las condiciones exigidas
por la tarea que se le encomienda. No estamos aquí ante una
elección entre dos opciones sino ante dos concepciones de la
empresa y de las relaciones humanas en la organización y es la
primera la que tiene claras ventajas sobre la segunda, no sólo en
los aspectos humanos sino también (y como consecuencia) en los
resultados económicos que se alcanzan.
b) el COMPAÑERO, por su parte, es la persona que com-
parte conmigo tareas o aspectos concretos de mi trabajo, las
cuales son coordinadas por la Dirección de la empresa. Cada
uno tenemos nuestra propia responsabilidad en lo que hace-
mos y somos continuadores o predecesores de las tareas reali-
zadas por otros compañeros a los que, incluso, no llegamos a
conocer personalmente, si bien todos formamos parte de la
Recursos Humanos
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