Todo lo que aquí se indica es fruto del liderazgo: hay perso-
nas a las que les reconozco autoridad y con las que practico la
obediencia, en ellas he depositado credibilidad y confianza por-
que las decisiones que toman tienen en cuenta cómo me afectan
a mí y nunca me ignoran. Por todo ello, el binomio autoridad-
obediencia no es posible en los modelos mecanicistas y psicoso-
ciológicos porque no generan aprendizaje positivo en la credibi-
lidad de las intenciones ajenas.
3. EL ACCESO AL MUNDO DE LOS VALORES:
INICIACIÓN A LA AXIOLOGÍA
Comencemos señalando que un subjetivista es aquella perso-
na que defiende que algo es bueno o malo para él pero no afir-
ma nada acerca de cómo pueda ser eso mismo para los demás.
Por eso, su postura se diferencia claramente de la asumida por
un relativista el cual no nos dice nada acerca de lo que es bueno
o malo para él ni tampoco para los demás: tod o es relativo. Por
ello, en el estudio de la lógica se advierte que una persona puede
ser relativista o subjetivista pero nunca ambas cosas a la vez.
Otra importante distinción es la referida al tipo de conoci-
miento que alcanza el ser humano quien, por su propia condi-
ción de criatura es lim itado y, por tanto, posee un conocimiento
inc om pleto de las cosas. Esto es lo habitual y lo más frecuente:
yo, conozco lo que ocurre, lo que ha pasado, pero no dispongo
de una información exhaustiva ni tengo capacidad para utilizar
toda la información que me llega de modo que sólo puedo alcan-
zar un conocimiento que, siendo certero y exacto, es incomple-
to. Así, por ejemplo, yo puedo ser consciente de que mi auto-
móvil se para y conocer la avería que provoca este hecho, pero
no saber qué he de hacer para repararla aunque disponga de las
piezas necesarias. Este tipo de conocimiento incompleto no debe
confundirse nunca con el conocimiento erróneo que, a diferencia
del anterior, no se ajusta a la realidad y nos desorienta. El cono-
cimiento erróneo proporciona una imagen falsa de la realidad y,
por tanto, no es válido operativamente hablando para conocer y
explicar una realidad: estamos, por ejemplo, ante la explicación
que da un niño acerca de un televisor o una radio al afirmar que
dentro de ella viven enanitos que hablan y salen por la pantalla.
Ciencias positivas y ciencias normativas: El mundo de los valores
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