te en sus actuaciones de una determinada forma, sabiendo que si
quiero que algo sea eficiente necesariamente he de partir y contar
con un mínimo de eficacia pues, de otro modo, estamos ante una
utopía. Por tanto, sin un mínimo de eficacia no hay eficiencia. Ello
es así porque todo lo valioso es útil y resulta eficaz pero, sin
embargo, no todo lo eficaz y rentable es valioso para el ser huma-
no. La prioridad estará siempre del lado de lo normativo.
Lo que acabamos de decir, puede ponerse en relación con la
Rejilla de Dirección de Blake y Mouton según la cual, la tenden-
cia a seguir debe ser la diagonal para no quedarnos en el míni-
mo estricto (1,1) ni en la gestión burocrática (5,5) sino tender al
(9,9) que fomenta la cooperación, colaboración y participación
de los miembros desarrollando el trabajo en equipo, posición que
se aleja del (1,9) que sólo busca el cumplo-y-miento de objetivos
y somete, presiona y agobia a los trabajadores, lo que no permi-
te asegurar resultados a largo plazo; pero también se aleja del
(9,1) que representa al jefe protector que convierte la empresa en
un club de amigos o un club de vacaciones como se indica en el
siguiente cuadro:
Gr áfico 37
Ciencias positivas y ciencias normativas: El mundo de los valores
293
Resultados
Técnicos
1,9 9,9
9,1
1,1
5,5
••
REJILLA DE DIRECCIÓN DE BLAKE Y MOUTON
Resultados
Humanos