motivación intrínseca o canalizarlo para adquirir determinados
bienes que me interesan, que es lo que llamamos motivación
extrínseca.
11.2. ¿Cuál es la motivación más importante?
Sabemos que existen tres tipos de motivaciones: extrínseca,
intrínseca y trascendente. Pues bien, la formulación de la pre-
gunta induce a error cuando su contenido lo interpretamos «opo-
niendo» una de las motivaciones a todas las demás.
De lo expuesto a lo largo de este capítulo se deduce que lo
que venimos proponiendo no es que una motivación crezca a
costa de las demás, sino que unas se integren con las otras71. Se
trata, por tanto, de «sumar» unas con otras y no de enfrentar unas
a otras. Como sabemos, el sacrificio presente en el que incurri-
mos para conseguir un resultado futuro, debe guardar cierta pro-
porción subjetiva con la valoración personal que hacemos de lo
que buscamos alcanzar: de otro modo, la opción planteada pier-
de el mínimo de atractividad necesaria y se produce un rechazo.
Por eso, cuando sólo hacemos hincapié en la motivación tras-
cendente con menoscabo de las demás, quien nos escucha aca-
bará pensando: «¿es que yo no necesito las otras dos? Y los que
me rodean, ¿tampoco las necesitan?». Pues bien, si experimenta-
mos la necesidad de las otras dos, tendremos la sensación de
que quien nos habla es una persona des-encarnada de la reali-
dad que nos está presentando una utopía. Por ello fácilmente,
como reacción defensiva y de rechazo, nuestra postura psicoló-
gica refuerza los aspectos materialistas de nuestra vida, con lo
que se consigue en definitiva todo lo contrario de lo que se pre-
tendía: situar, adecuadamente, la motivación trascendente en
nuestras decisiones.
En definitiva, el dinero es importante pero también todo lo
demás, lo que explica que las personas no trabajan «sólo» por
dinero pero «también» lo hacen por dinero. Es muy importante
ser serviciales pero sin olvidarnos de ser buenos profesionales
(algo imprescindible para poder ayudar a los demás con lo que
somos y tenemos) y también lo es tener lo necesario para vivir
que, como se verá posteriormente72, implica, saber combinar
adecuadamente el valor humano de la suficiencia con el de la
La dirección de personal en la empresa
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