cia y equidad. En cualquier caso, todas las normas de funciona-
miento deben ser conocidas por todos desde el principio. Y si
existe algún plan de sugerencias, es lógico que se aplique para
las mejoras que propongan los grupos pero sin establecer una
relación directa entre participación y política retributiva.
Resulta novedoso, en este sentido, las políticas que reciente-
mente están aplicando ciertos laboratorios farmacéuticos en rela-
ción con los profesionales de la medicina. En lugar de ofrecer
«muestras médicas» para promocionar sus productos en las visitas
realizadas a los profesionales, les aportan información sobre sus
medicamentos entregando «muestras médicas» sólo a petición de
los mismos, porque lo que pretenden, ante todo, es demostrarles
que tienen interés por ellos y, en consecuencia, se les realiza una
oferta gratuita sobre cursillos, conferencias o encuentros que patro-
cina el Laboratorio y en los que se van a tratar, con intervención
de todos los participantes que lo deseen, temas que atañen a su
vida diaria y a sus necesidades cotidianas como, por ejemplo, la
educación de los hijos, la comunicación en la pareja, cómo ayudar
a estudiar o elegir carrera a quienes se lo pregunten, cómo preve-
nir la drogadicción, etc., temas todos ellos de interés para el pro-
fesional médico en su propia familia y en el ámbito de su trabajo
para mejorar su convivencia con enfermos, superiores o inferiores,
prevención del estrés y mejora en la calidad personal de vida. Se
trata, pues, de invitarles a profundizar en el sentido de lo que
hacen y lo que viven, tanto en su profesión como en su familia.
Estamos así ante una aportación gratuita y a la carta en función
de las propias peticiones de quienes van a asistir y en las que se
cuenta con el asesoramiento de expertos para llevarlas a cabo.
9.2.4. Los objetivos de la participación
La experiencia demuestra que la razón que impulsa mayorita-
riamente a las empresas a crear estos sistemas de participación se
encuentra en la necesidad de sobrevivir en unos mercados cada
vez más competitivos. Esta causa no aparece, por tanto, como
consecuencia de una situación o convencimiento «estructural»,
sino de una determinada y puntual situación de los mercados.
Por tanto, podría pensarse que, si en el futuro se lograse una
mayor normalidad en los mercados, dejarían de tener sentido este
Recursos Humanos
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