una dimensión social.
9.1.4. El trabajo en equipo
El desarrollo y la implantación de los grupos de participación
ha abierto paso a nuevas formas que responden mejor a los
requerimientos actuales de la empresa y a las aspiraciones de la
persona. Es así como nacen los fundamentos del llamado «traba-
jo en equipo».
Este nuevo modelo pretende incorporar la idea de participa-
ción en la misma concepción organizativa y técnica de la empre-
sa, de manera que deje de contemplarse como un añadido. Los
grupos se plantean formando parte del enfoque organizativo de
la empresa para promover, desde un principio, un proceso de
participación general que se extiende de forma natural en toda la
organización. Con esta concepción no existen problemas de rela-
ción entre los grupos y la línea de mando, porque estarán pre-
sentes en la misma línea de manera estructural y estable.
En este enfoque se requiere tener en cuenta dos aspectos impor-
tantes y novedosos que deben ser objeto de consideración y estudio:
a) El primer aspecto que hay que señalar dentro del «trabajo
en equipo» consiste en la obligación de participar que tienen
todos los empleados de la empresa, desapareciendo por tanto el
carácter voluntario. Si la voluntariedad era uno de los requisitos
básicos e inamovibles de los sistemas de participación, hay que
considerar el impacto que puede causar en las personas el hecho
de estar obligadas a participar por imperativos de la nueva orga-
nización. La respuesta a esta incógnita se encuentra en el desa-
rrollo del siguiente razonamiento: la empresa puede crear un
ambiente estable y natural de participación, puede animar al per-
sonal e, incluso, introducir algún sistema para incentivar a las
personas a que participen, pero es evidente que al final nos
encontramos con la voluntad de la persona y será ésta quien
decida, en última instancia, si se involucra en el proceso o asiste
a él como un mero espectador.
b) El segundo aspecto, no menos importante, del «trabajo en
equipo» consiste en la generalización del estilo y de la concep-
ción participativa en todo el equipo de mando y de supervisión de
la empresa sin excepciones, lo que conlleva la necesidad de una
cuidadosa elección de todos los cuadros de mando, una forma-
ción específica adecuada a este estilo y la exigencia de acepta-
La dirección de personal en la empresa
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