te o de guante blanco) para conseguir unos resultados, sino que
confío en el otro como persona y, por ello, dada mi actitud y
talante, le doy la oportunidad de que, si quiere, también él pueda
acudir y confiar en mí, algo que se refuerza profundamente cuan-
do yo le trato como he indicado al tener él un error y recono-
cerlo.
Evidentemente, hay problemas que deben resolverse a medio o
largo plazo. Si lo que detectamos es una falta de capacitación
profesional o de habilidad en la ejecución de una tarea, debere-
mos proceder al igual que en el caso anterior pero explicando
cuál es nuestra propuesta para llevar a cabo un proceso de for-
mación y perfeccionamiento que permita obtener el aprendizaje
y entrenamiento oportuno a esa persona en relación con la tarea
encomendada.
8.3. La aplicación de premios y sanciones como instrumentos
para fomentar la autoestima, responsabilidad e integración
Ante todo, hemos de comenzar señalando que lo que se pre-
tende con ellos es alcanzar una buena relación interpersonal. A
los trabajadores se les debe hablar ante todo de objetivos y no de
tareas. Si los objetivos son claros e interesan a los trabajadores,
las tareas se ejecutan sin mayor problema y se hacen con ilusión:
el propio grupo resuelve cómo realizarlas de modo atractivo por-
que su deseo es alcanzar los objetivos. Por ello, si queremos
lograr una buena relación interpersonal que desemboque en el
entendimiento y la co-laboración, tendremos que recorrer un
camino muy concreto que tiene su origen en buscar la verdad,
como actuación la práctica del bien y como resultado nos pro-
porciona la concordia basada en la confianza interpersonal.
Pretender la concordia a toda costa para ver si así llegamos a
practicar el bien y, posteriormente, buscamos la verdad es una
actitud suicida, que en nada asegura que lo logremos.
Es necesario, por eso, alabar y reconocer lo que se ha hecho
bien para animar y ayudar a la otra persona a superarse: fijarse
más en los éxitos que en los fracasos y tomar fuerzas en los
logros para superar los errores, que tampoco han de ocultarse. Si
reconozco lo mucho o poco que se ha hecho bien, siento las
bases para poder abordar aquello que no se ha hecho del todo
La dirección de personal en la empresa
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