te, limitado y rutinario que encasilla a las personas. Al invertir las
posiciones, el puesto de trabajo queda al servicio de la persona.
Los puestos siguen existiendo pero se ven agrupados dándoles
una nueva dimensión: ahora la persona se sitúa no en un pues-
to de trabajo sino en un «área natural de trabajo». Se sustituye así
el modelo tradicional por uno nuevo que contempla las mismas
funciones y los mismos puestos pero nuestra mirada no se dirige
al puesto de trabajo sino al «equipo de personas» relacionadas
con un «conjunto de puestos» que configuran el «área natural de
trabajo»:
Gr áfico 24
Definir cuáles son las áreas naturales de trabajo es una tarea
más sencilla de lo que parece dado que, los distintos puestos de
trabajo, están integrados en un área que tiene encomendadas
funciones determinadas, lo que nos permite obtener una visión
más de conjunto e integradora.
Delimitada el área de trabajo con sus funciones y sus puestos,
vamos a dar un paso más: encomendar a un «equipo de trabajo»
la responsabilidad de esas funciones. Cada miembro del equipo
empezará centrándose en unas funciones y en un puesto con-
creto, pero considerándolos desde un principio como parte de un
todo, con la mirada puesta en adquirir la formación y experien-
cia necesarias que le permitan en el futuro desempeñar cual-
quiera de las funciones del área de trabajo. De este modo y sin
forzar para nada las situaciones, hemos logrado contar con per-
Recursos Humanos
202
LA NUEVA CONCEPCIÓN
PERSONA Funciones del ámbito
de trabajo
GRUPO DE Equipo de trabajo y
PERSONAS Funciones del ámbito de
trabajo