automóviles dependen de la calidad de los productos suministra-
dos por sus proveedores de componentes y de materias primas.
Recientemente, Volkswagen ha ido tomando conciencia de los
problemas que esto puede ocasionar. Por una parte, los deriva-
dos de López de Arriortúa («Superlópez») en su polémica con
General Motors y, de otra, porque algunos trabajadores y directi-
vos de la empresa se dejan sobornar por los proveedores a los
que piden comisiones para que éstos firmen operaciones de
suministro con la empresa30. Concretamente la multinacional
suizo-sueca Asea Brown Boveri (ABB) ha presentado una recla-
mación ante las autoridades alemanas y suizas contra una perso-
na que se hizo pasar por representante del departamento de
compras de Volkswagen, el cual exigió una comisión previa para
negociar la construcción de una fábrica auxiliar de subcompo-
nentes en la República Checa.
En el caso de Ford, la Filosofía que se practica es diferente. La
empresa centra su competitividad en la relación calidad-precio y,
por ello, una vez que ha diseñado un nuevo modelo de automó-
vil, procede a un concurso entre los potenciales proveedores de
componentes para que oferten a Ford sus condiciones. El control
de calidad de tales componentes es responsabilidad del proveedor
que ha ganado el concurso y se le adjudica el contrato de sumi-
nistro durante toda la vida de ese modelo. Ahora bien, si la red de
asistencia técnica o los usuarios de los citados vehículos ponen de
relieve, bien con sus reparaciones continuadas o mediante quejas
personales, que un determinado componente presenta un número
de averías o deficiencias superior al exigido por los controles de
calidad, Ford procede a la rescisión del contrato de suministro con
el citado proveedor y adquirirá tales componentes a otro fabrican-
te que se comprometa y demuestre asegurar la relación calidad-
precio pactada. De este modo, tales proveedores no se consideran
entorno empresarial sino parte integrante de la empresa, por la
importancia que tienen para nuestros fabricados cuyas prestacio-
nes dependen de la calidad de los componentes adquiridos y mon-
tados en los vehículos Ford. La citada rescisión de contrato de
suministro es, por ello, equivalente al «despido» procedente de un
trabajador que no cumple con sus obligaciones libremente asumi-
das y a las que se comprometió por escrito.
La actuación de General Motors es similar a la de Ford pero
da un paso más: no sólo exige de sus proveedores una relación
Recursos Humanos
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