3) practicarlo en nuestra vida; 4) proponerlo a los demás sobre la
base de nuestro conocimiento y experiencia. Como ya indicamos
al referirnos a la confianza y credibilidad mutua sobre la que se
asienta la autoridad, lo importante en todo esto no es que haya-
mos obtenido buenos resultados (porque éstos también se pue-
den obtener por casualidad y por error) sino que, con indepen-
dencia del resultado obtenido, lo intentemos que es lo esencial,
lo que está a nuestra mano y lo que se nos pide aunque el resul-
tado no siempre sea correcto. Pero, quien lo intenta de este
modo, acaba lográndolo en mayor o menor medida.
No olvidemos que la voluntad está al servicio de la inteligen-
cia y, en sí misma, constituye una fuerza ciega que hay que saber
utilizar para que no se vuelva en contra nuestra como si fuera un
boomerang. El desarrollo de la voluntad pasa por ponerla al ser-
vicio de la inteligencia y cultivarla al lado de otras virtudes huma-
nas que se complementan entre sí, siendo constantes y pacientes,
firmes y, a la vez, flexibles, etc. Cuando la voluntad se constitu-
ye en fuerza autónoma caemos en el voluntarismo y empezamos
a pensar que, a base de fuerza de voluntad todo es o será posi-
ble, lo que constituye una forma de perfeccionismo con todas las
consecuencias que ello trae consigo pues no todo puede lograr-
se a base de fuerza de voluntad.
4. EL CONTENIDO DE LOS RECURSOS HUMANOS
Y SUS RELACIONES CON OTRAS ÁREAS DE LA ECONOMÍA
DE LA EMPRESA
Como todos sabemos, en la Gestión Comercial o marketing de
una empresa, el vendedor trata con mentes, no con artículos,
vende satisfacciones, no productos, de forma que debe traducir
las características técnicas del producto en términos que mani-
fiesten los beneficios y satisfacciones que proporcionarán de cara
a las necesidades del cliente. Y ocurre así mismo que cualquier
comprador o cliente no se relaciona con un producto o servicio
ni entra en contacto con un muestrario que le indica las posibili-
dades de la oferta, sino con un vendedor con el que establece un
tipo de «relaciones humanas» tendentes a generar satisfacciones
mutuas, pues, si no existen para el vendedor, la venta se ha con-
vertido en un regalo, y, si no existen para el comprador, la venta
La dirección de personal en la empresa
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