en este caso estamos haciendo alusión a la existencia de una
virtud operativa sobre la que se asienta la motivación espontá-
nea sentida que se pretende satisfacer, para lo cual se pone en
marcha la motivación potencial racional y procedemos, sin
más, a ejecutar la acción anunciada. El hecho de que en nues-
tro idioma o en francés se utilice la misma palabra para refe-
rirnos a realidades tan distintas, no debe llevarnos a identificar
una con otra. Podemos apreciar, así, cómo las virtudes morales
nos sitúan ante la motivación actual discernida a través de los
valores humanos.
Sin embargo, los tres tipos de motivaciones no son exclu-
yentes sino que se complementan entre sí ya que la motivación
extrínseca o material coincide con la dimensión económica de
la empresa, la motivación intrínseca aborda la dimensión
social-profesional de los trabajadores y la motivación trascen-
dente tiene su base en la Etica, en el interés por el otro, dando,
de esta manera, un salto cualitativo sobre las dos anteriores:
son los resultados humanos (= unidad) los que conducen al
buen ambiente de trabajo (= atractividad) y, todo ello, se
expresa en los buenos resultados económicos (= eficacia),
visualizándose, de este modo, las consecuencias que mis accio-
nes tienen para los demás.
Por tanto, sólo cuando nos dirigimos hacia lo que nos rodea
(personas y cosas) con ánimo de colaboración y sin pretender
dominarlos y ponerlos a nuestro servicio, nos situamos en una
relación lúdico-ambital en la que yo puedo con-jugar mis cuali-
dades y capacidades con las de los demás. Los valores humanos,
las virtudes morales y la motivación actual discernida, a través de
la cual se controla la motivación espontánea sentida, nos condu-
cen a estos resultados tanto humanos y personales como econó-
micos.
E) La carencia de voluntad, como ocurre por ejemplo en un
drogadicto, pone de manifiesto que no son las virtudes operati-
vas (= virtualidad) las decisivas para la acción sino las virtudes
morales, pues son éstas las que determinan la capacidad efectiva
de querer realmente y con obras lo que somos capaces de reali-
zar (= virtualidad), por lo que estamos ante una decisión eficaz
que, lo que quiere y puede, lo hace, teniendo así consecuencias
operativas en lugar de quedarse en el plano de los deseos inefi-
caces.
Recursos Humanos
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