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Después de terminar sus es-
tudios en la Escuela de Minas de
Copiapó se dirige a Santiago para
ingresar a la Universidad de Chile
donde se hará acreedor de una
beca otorgada por la empresa Sali
Hochschild, para la cual tuvo que
trabajar durante 2 ó 3 años. Más
tarde ingresa al Instituto de Inves-
tigaciones Geológicas trabajando
en geología de campo, primero, y
luego en el programa de prospec-
ción de mineral radiactivo, hecho
por la comisión atómica de ..
Eran los tiempos de la guerra fría
y .. llevó a cabo un programa
en toda América Latina para asegurarse las reservas de uranio. Con
este programa conoció todo Chile, en búsqueda de reservas de uranio
para ser utilizado en energía nuclear.
De la época en evoca con cariño las favorables relaciones
humanas que se daban dentro de la empresa y los notables encuentros
con los compañeros de trabajo siempre ornamentados con varias bo-
tellas de vino y del mejor pisco traídos desde las soleadas tierras del
interior de Vallenar: «Pisco Horcón Quemado, del Valle del Huasco,
traíamos cajas, no andábamos con bromas, si íbamos a comprar a la
Viña Concha y Toro eran cincuenta botellas de vino. Después hacíamos
una reunión algún n de semana y nos tomábamos la mitad del vino
[…]», recuerda Mario. En esa época todos mis compañeros de
tenían como pasatiempo acudir los nes de semana a comprar a las
viñas cercanas, las cuales eran mucho más baratas que los almacenes.
mall por los cuales hoy suelen
pasear los santiaguinos. Yo iba a la Viña Cousiño Macul, donde des-
pués fueron arrancados los viñedos para construir poblaciones. Era
un hermoso paseo sabatino al cual acudía con mis hijos y javas de 12
botellas vacías que volvían cargadas de Don Matías, Doña Isidora y
de Cosecha Macul que eran catados durante la semana.
Mario Serrano recibe el premio
Afecto Minero (i i m c h )