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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
de los consumidores de informaciones que expresa sin intermediarios
sus propios pensamientos sobre el periodismo. Las encuestas obligan
a la gente a elegir entre un número de opciones limitadas pero hay
otros modos de que los lectores hablen con su propia voz (Thornton,
1998). Sobre la riqueza de las aportaciones de los lectores, Lorenzo
Gomis escribió en un artículo publicado en La Vanguardia y titulado
“Las cartas al director”: “Las cartas al director –tanto las que se publi-
can como las que quedan inéditas– son la manera más sencilla que
tiene un diario de conocer a sus propios lectores. Es verdad que no
todos escriben, ni mucho menos, pero los que escriben dicen tanto
en poco espacio que ofrecen una información mucho más rica que
los sondeos o encuestas” (1996: 18).
Puede trazarse también el vector que une las opiniones reflejadas
en las cartas al director con la opinión pública.52 Esta identificación
entre la opinión expuesta en las cartas al director y la opinión pública
puede provocar alguna objeción. Brian Thornton explica cuál es el
problema de asimilar ambas opiniones: existe la posibilidad de que
la selección periodística de las cartas que se publican sea capricho-
sa o tendenciosa. No obstante, la memoria histórica de las cartas
publicadas proporciona elementos sobre el tono o los temas de
discusion pública y cómo esos temas han cambiado a lo largo de los
años (1998). La figura del director, que recibe y selecciona las cartas
que deben publicarse, puede escorar el pensamiento de la opinión
pública en la sección de cartas. Téngase en cuenta, que tal y como
explica Thornton, una publicación como la revista Time publica un
3% de las cartas que recibe. Anualmente esta revista recibe unas
50.000 cartas de sus más de cuatro millones de lectores semanales.
El director de la revista solo acaba publicando entre 1.000 y 1.500
cartas cada año. O dicho de otro, el 97% de las cartas que recibe el
director van a la papelera.
Si hemos de creer a Ray DeLong (1976: 10), los directores de los
diarios, al ser inquiridos acerca de ese potencial abuso de poder, se
declaran siempre libres de toda culpa. La selección, desde su punto
de vista, engloba diversos puntos de vista y equilibra lealmente dis-
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52 Argumento propuesto por David Hill en “Letter Opinion on ERA”, Public Opinion Quarterly 45, Fall
1981, pp. 384-392.