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el peso de la sección de carTas
El estudio de APME muestra que los directores de las publicaciones
han decidido tener los oídos a punto para recibir cualquier sugerencia
de su público: las cartas, las encuestas... todo vale. A este respecto, se
dice que más del 70% de los periódicos permite que los lectores vean
reproducidas sus ideas en el diario con una presentación distinta de las
cartas al director (las nuevas comunicaciones electrónicas entre medio
de comunicación y público promueven nuevos y variados puntos
de encuentro). Y, además, nueve de cada diez directores de diarios
encuestados auguraron que el future de la industria de prensa depende
de la interacción que los diarios sean capaces de desarrollar con sus
lectores (Holland, 2001).
Por lo tanto, la sección de cartas tiene una importancia histórica.51
No sólo por haberse convertido en la primera manifestación de la rela-
ción entre lectores y periódico, sino, a la manera de Nord, por constituir
pequeños textos históricos que muestran a los lectores hablando direc-
tamente con los directores. Nord argumenta que un repaso histórico de
las cartas al director puede proporcionar las claves de mo reaccionó
el público a los contenidos periodísticos de una publicación. mo los
lectores leen y reaccionan sobre lo que leen sugiere lo que el diario es y
representa. La conversación entre lector y director, explica Nord, provee
una maravillosa ventana abierta sobre los lectores. Sobre cómo reciben
el diario y sobre cómo se ha recibido a lo largo de la historia (1995: 67).
Y ahí radica también la importancia de las cartas al director: en
la complejidad de la respuesta de los lectores. Y en la posibilidad
que tienen de explicarse y de implicarse en lo que escriben. Esa es la
superioridad de las cartas al director sobre otras formas de recoger
la participación de los lectores como las encuestas o las votacio-
nes. Thornton pone en evidencia esa superioridad del género. Las
encuestas son unos barómetros de la opinion pública valiosos pero
de segunda mano, pero un elemento vital está ausente en ellas: la voz
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receptor del medio informativo emitirá su libre, espontánea y democrática expresión y deseará que
su idea llegue al máximo [número] de lectores posibles, por ello enviará su mensaje a decenas de
periódicos de todo el territorio” (Méndez, 1991: 63). Pero equivocó el enfoque. No se trata de la
aparición de las opiniones de una persona en cuantos más medios mejor, sino de la incorporación del
lector implicado de una manera más directa y continua en los mensajes empaquetados por el medio
de comunicación.
51 Thornton (1998) apunta la importancia histórica de la sección y añade: “En los libros de historia del
periodismo, la ausencia de material sobre cartas al director y sobre lo que reflejan respecto al perio-
dismo es un descuido que pide ser corregido”.