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de carTa a carTa al direcTor
El foro de la comunidad
Mientras algunos autores identifican la sección de cartas al director
como un mercado de ideas, otros38 prefieren hablar de “tablón de la
comunidad” –community bulletin board–. En este tipo de definición, a
diferencia de las primeras que expuse en este apartado, se antepone
la relación de los lectores entre y también con el medio a la estricta
relación de un lector con la publicación. La evolución está clara: de la
aportación individual a la relación social, del periódico como excusa y
altavoz al periódico como símbolo y aglutinador de una comunidad que
comparte parecidos intereses. La sección de cartas se manifiesta como
un lugar en el que los miembros de una comunidad (ya existente en la
realidad o generada a través del medio de comunicación) pueden discu-
tir acerca de lo que son y de lo que les interesa: las cartas como espejo. O
en palabras de Towne: Lo que nosotros, la gente, realmente somos, lo
que pensamos, lo que queremos y necesitamos” (1976). Esa capacidad
que tiene la sección de ser espejo de una sociedad permite que, a veces,
algunos temas de preocupación ciudadana aparezcan antes en las cartas
que en las páginas de información de un diario (Gomis, 1991b: 92).
Y lo que puede ser espejo para Carter cobra vida y late. Las cartas
al director encarnan el latido de la comunidad, “the strenght of the com-
munity’s heartbeat”.39 No son las cartas solamente un punto caliente en
la lectura del periódico ni un mecanismo de acceso a sus páginas por
parte de los lectores (Clemon, 1976). Las cartas son el sonido de la
comunidad en el periódico y el motor de la comunidad en ese medio de
comunicación, su corazón.40 Y para que se construya una comunidad
alrededor de un periódico puede suceder que antes ya esté constituida
o que el periódico atrape a un grupo de lectores para los que se hará
necesario y constituya a su alrededor un grupo de personas que sin
su presencia no existiría. Que suceda esto último resulta complicado,
aunque no improbable. En ocasiones acontece con más fuerza si la
publicación es una revista especializada. En este caso, la gente que se
aglutina a su vera son personas que comparten una misma afición, un
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38 Por ejemplo, Franklin (1988) o Ringham (1990) entienden que la sección es un “tablón público”
–“public bulletin board”–.
39 También referido por Kapoor y Botan (1992: 8).
40 Para otros como Winslow, las cartas trasladan una “forma artística de la comunidad política” (1976)