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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
lector interno (internal reader) y, por el otro, del lector externo (external
reader). El lector interno es, según Altman, el personaje que –dentro
del mundo de la narración– se relaciona con el remitente de una carta
y puede influirlo enviándole, a su vez, nuevas cartas. El lector externo
incluye al público en general de la carta –y por lo tanto también de la
novela– que la lee como un producto acabado y que en ningún caso
puede intervenir en la evolución de los personajes ni en la redacción
de nuevas cartas.
En una situación de cartas privadas que han sido extendidas, el
destinatario original de la carta sería lo que Altman denomina el lector
interno y el nuevo grupo de personas que acceden a los contenidos de
esa carta una vez ha sido extendida se comportaría como lector exter-
no.32 En el caso de las cartas al director, el director representa el papel
de lector interno y el público que lee la carta una vez ha sido publica-
da por el periódico conforma el lector externo. Pero en las cartas al
director, el lector interno promueve que el lector externo (público del
periódico) llegue a convertirse en lector interno, si lo cree conveniente.
Queda claro que en las cartas al director, el director o responsable de
la sección juega más de un papel. El director no ejerce solamente de
lector interno, sino que lee, interpreta, selecciona y edita las cartas que
recibe. A esta figura, imbuida de un conocimiento superior que decide
sobre el destino de las cartas de otros personajes (en la literatura epis-
tolar), Altman la denomina Super Reader (superlector). En el caso de las
cartas al director, el superlector –el director del medio– realiza todas
estas funciones y además promueve que una parte de los lectores exter-
nos de la carta se puedan convertir en lectores internos que animen la
relación y el debate en las páginas de una publicación.
A este perfil de superlector se le ha llamado tradicionalmente gatekee-
per (guardabarrera) en el ámbito de los medios de comunicación. El tér-
mino lo acuñó el psicólogo Kurt Lewin en el año 1947. Observó Lewin
que las noticias fluían por distintos canales hasta encontrar una serie de
obstáculos (barreras) que podían o no impedir su circulación más allá. El
guardabarreras acaba decidiendo qué noticias serán publicadas y cuáles
no. En general un guardabarreras acaba siendo cualquier figura con res-
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32 Aunque siempre puede darse el caso que una de las personas que acceden a la carta cuando se ha
extendido quiere ponerse en contacto con su remitente. Si lo logra, se convertiría en lector interno.