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de carTa a carTa al direcTor
cuestiones lingüísticas: el uso exagerado de extranjerismos y tecnicis-
mos, las malas traducciones, la utilización inadecuada de los idiomas
autonómicos y las faltas de ortografía (1996: 165).
El superlector
En la sección de cartas al director, el director se comporta como
destinatario de las cartas y también como el filtro que da el visto bueno
para su publicación a algunas cartas y que rechaza el resto. Este papel
resulta nuevo en las relaciones epistolares, puesto que una relación
epistolar mínima sólo requiere a alguien que escriba la carta y a alguien
que la reciba y la lea. Cuando el sistema epistolar se complica aparecen
nuevas figuras con distintas funciones. En el caso de las cartas trai-
cionadas, emergía de la sombra la figura del traidor.31 El traidor da a
imprenta cartas que nunca debieron ser publicadas porque así lo previó
quien las había escrito. Por lo que se refiere a las cartas extendidas,
tiene que haber alguien que amplíe el círculo de personas a las que llega
la carta. Esta figura suele escoger las cartas que van a ser leídas por nue-
vas personas y también orienta hacia qué personas deben extenderse
las cartas. Tiene el consentimiento del remitente o del destinatario para
poder extender las cartas a nuevos lectores. Muchas veces, incluso, se
trata del propio destinatario. Las cartas al director, como he dicho con
anterioridad, son un tipo de cartas privadas extendidas hacia el público
de un periódico.
Tomo en préstamo la argumentación de Janet Gurkin Altman
(1982: 94, 112) sobre los lectores que tiene una carta y la figura del
superlector. A diferencia de ella, que aplica esta reflexión a la narrativa
epistolar, adaptaré la herramienta para que sirva a las necesidades que
plantean las cartas al director. Y también para que resuelva la figura
bifronte del director de una publicación, que se comporta como desti-
natario de las cartas y también como seleccionador de las que publicará
en su medio. Altman plantea en el caso de la narrativa epistolar dos
lectores distintos con características dispares. Por un lado, habla del
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31 El traidor es un tipo de superlector. Es un superlector no reconocido por el remitente o por el des-
tinatario (lector interno) para que amplíe el público que puede leer la carta.