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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
la catarsis individual, porque se convierte en una manera de quejarse
sobre la baja representación de los propios lectores (1992).
Davis y Rarick ya propusieron en 1964 la explicación de las cartas
al director como catarsis. Este concepto aristotélico se aplicó al efec-
to purificador de las pasiones que se producía en el público cuando
contemplaba una tragedia. También podía aplicarse a la poesía, pero
era menos frecuente. En el caso de las cartas, la posibilidad que tiene
todo lector de mostrar públicamente en el periódico sus desacuerdos
alivia, o puede aliviar, su desencanto: “La sección de cartas da al aira-
do, al antagonista, al disgustado, una oportunidad para hablar y para
ser escuchado” (108-109). Hal Davis y Galen Rarick concluyeron que
las cartas al director funcionan como una válvula de seguridad en las
sociedades democráticas.28
También hay quien resuelve contra este efecto de válvula de segu-
ridad. Wahl-Jorgensen se pregunta si la publicación de una carta en
un periódico puede satisfacer realmente a quien está agraviado (2001).
Tanto si se llega a creer que las cartas al director se convierten en una
espita necesaria para eliminar vapor y así rebajar la presión social, como
si tal explicación resulta insuficiente, el enfoque que pretenden estas
explicaciones sigue siendo individual. Se teje en tal teoría la relación
entre el individuo único y el medio de comunicación. Y el periódico
responde en su sección de cartas al director con una suma de individua-
lidades que poco tienen en común; si acaso, por un lado, ser cauce para
los optimistas y, por el otro, ser altavoz de los agraviados. O recuperan-
do a Wahl-Jorgensen: “Haciendo eso, el periódico abre el camino para
un entendimiento del público mediante una vaga y azarosa asamblea de
individuos aislados” (2001).
Y te diré quién eres
Con la recepción de cartas de sus lectores, los responsables de una
publicación se hacen una idea bastante ajustada de su público. Es cierto
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28 Como apunta Michael E. Dupre: “Algunos estudios más recientes se distancian de las discusiones
habituales sobre el enfoque politico de las cartas al director para tratar los puntos de vista de los
autores sobre asuntos delictivos y judiciales” (2000)