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sobre la comunicación por carTa
La importancia de la recepción de la carta se cruza con el peso de
la fecha de su escritura. La fecha en la que está escrita una carta aporta
un tipo de información fundamental para su entendimiento. La fecha
imprime una caducidad al contenido de la carta. La materia de las car-
tas es la actualidad –más o menos difusa–, como el periodismo. Y el
diario, además, añade su fecha propia a la página en la que se publican
las cartas al director. La caducidad aporta una nueva prueba acerca
del carácter de las cartas. La caducidad es consustancial a las cartas
privadas, porque en ellas se establecen hechos y opiniones vinculados
a acontecimientos o personas. Los contenidos de las cartas públicas,
al contrario, carecen de caducidad o tienen una permanencia mayor,
puesto que en ellas las personas y los acontecimientos son coartadas
para la expresión de las reflexiones del remitente.
Los límites de las cartas
Los límites de las cartas aseguran la comunicación y tienen que
ver con su longitud y con su densidad. Las cartas deben ser breves20 y
claras. Aspecto que, como se verá, es asimismo crucial en las cartas al
director.
“Interesa esta brevitas porque no significa solamente una economía
verbal y un aspecto del estilo. [...] Nos obliga ante todo a tener en
cuenta que la carta, aunque no se encuentre circunscrita y sujeta como
un soneto, no carece de límites” (Guillén, 1998: 202). Esta afirmación
de Guillén no resulta baladí, puesto que una de las constantes en la
redacción de cualquier carta es la de una estructura deshilachada, dema-
siado parecida a la conversación como para ser escritura. Grube aclara
a partir del De elocutione de Demetrio en qué consiste la estructura de
esta composición amorfa: “La estructura de la carta debe tener soltura”
(1961: 112). Duchêne aplica de nuevo, en lo que a la estructura de las
cartas se refiere, su distinción entre épistoliers y auteurs épistolaires (autores
epistolares), en la que los primeros escriben cartas privadas y los segun-
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20 La brevedad de la que aquí hablo resulta plenamente actual, no en vano es una de las características
que permiten la selección de las cartas al director. Sigue siendo vigente la preferencia por la brevedad
en los mensajes interpersonales vía escritura: un correo electrónico largo se considera una descortesía
para el destinatario.