274
Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
tizaba con la Juventud de la ‘Lliga Regionalista’ de Barcelona y viceversa.
En cierta ocasión, encontrándome en Madrid, visité a mis amigos mauris-
tas y aquel día estaba con ellos un general, joven, entonces el más joven de
nuestro ejército. Mis amigos llevaron la conversación, y supongo adrede, a
tratar de la misión del ejército y, como se esperaba, el general habló y los
hizo en estos términos: ‘El Ejército es y debe ser el brazo del elemento
civil para defender el territorio nacional de cualquier agresión exterior y en
casos graves restablecer el orden público en el interior’.Tal definición para
mí sigue en pie y entiendo que al ejército no se le debe pedir más.
Y esta es mi respuesta, ignorado ‘lector’” (XAVIER TUSELL GOST,
“Definición del ejército”, El Ciervo, 151: 15).
La mención al general “más joven de nuestro ejército” resulta explí-
cita.
También proliferaron las cartas acerca de temas políticos de carác-
ter más abstracto. En este sentido, durante dos números se publicaron
respuestas y alusiones que trataban del universalismo frente al localis-
mo y al nacionalismo.
“Discrepo del Sr. Urrestarazu y estoy con el Sr. Santamaría. Todos que-
remos contribuir a ese Universalismo planetario o, hablando más sen-
cillo, a hacer un mundo más unido, más fraterno; en una palabra,
mejor. Y no considero que le pese al señor Urrestarazu y nos integre-
mos en ese nuevo mundo con un traje que no nos va. [...]
Otras hay que ensanchar, otras que, alardeando de universalistas y hablando
continuamente de ello, son de un nacionalismo bastante más cerrado, feroz
y dogmático que el de las sectas que menciona el Sr. Sevilla, de Valencia [...]
(ALBERTO DE ARZÚA, “Ensanchar todas las ropas”, El Ciervo, 104: 10).
El mencionado Sr. Urrestarazu de la carta todavía tendría dos res-
puestas más en el mismo número 104 de la revista:
“Viejo lector de El Ciervo, leo con gran interés la carta firmada por el Sr.
Urrestarazu: Discrepancia.
Es muy curioso observar en universalistas a ultranza cuando dicen que
discrepan radicalmente de la singularidad de las culturas y en la Europa
de las patrias y seguramente de la sinfonía de las patrias de Card. Feltin de
Pax Christi, ver cómo les duele ceder en lo suyo: ‘Nadie me había hecho
ver, sentir y palpar el bien común nacional’; ver cómo desprecian lo suyo
cuando dicen que la lengua vasca no les sirve para nada. [...]
274