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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
y la Doctrina social-política de la Iglesia son inagotables en realizaciones
concretas de espacio y tiempo” (CÉSAR ARNER, pbro., “Punto final”,
El Ciervo, 128: 11).
Otra cuestión de carácter político que mantuvo el interés durante
tres números de la revista trataba de los crímenes de guerra realizados
por los nazis y se ejemplificaba en la figura de Eichmann.
“Por ello, suena a voces de un pasado ya superado los términos de la carta de D.
J. L. Caballero Andrade a El Ciervo (número de noviembre), en la que invoca
el sentido del deber para justificar los crímenes de Eichmann. [...]
Sin embargo, el señor Caballero Andrade entiende lo contrario y para ello
intenta analizar esta cuestión desligada de la verosimilitud [...].
Y puesto que el deber, aunque el señor Caballero Andrade opine otra cosa,
está determinado por las normas de la moral según nos hace ver el P. Vito-
ria, Eichmann fue reo de genocidio” (MANUEL REQUENA JOVER,
“La obediencia y la moral”, El Ciervo, 111: 11).
En ese mismo número de la revista, José María Martirena inisitía
sobre el tema:
“Con asombro y pena he leído, amigo Caballero, su frase: ‘Me intere-
sa destacar sin circunloquios que Eichmann no hacía más que cumplir
con su deber’.
¿Qué opina usted de los perseguidores del cristianismo, gobernadores de
provincia romana, por ejemplo?
El que ayuda a la máquina debe responder, en lo que le atañe, de los actos
del Estado. Hay una diferencia entre deber moral y obligación jurídica.
Eichmann no fue una víctima del régimen nazi, sino un o de sus pilares”
(“La obediencia y la moral”, El Ciervo, 111: 11).
Dos meses después, el diálogo se reanuda:
“Hago referencia a la polémica sobre Eichmann: y es que cuando se pro-
yectaba la película tuve ocasión de discutir sobre el mismo tema del ‘cum-
plimiento del deber’ y quedé muy confusa en aquella ocasión con esta
respuesta. He querido muchas veces encontrar luz sobre esta frase y me
ha sido imposible; ahora veo en El Ciervo planteada esta misma discusión
entre los señores Caballero Andrade, mes de noviembre, y Manuel Reque-
na Jover, Alcoy, y José Mª Martirena, Navarra, mes de enero.
Porque a fin de cuentas lo que discuten estos señores es sobre lo que entra-
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