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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
y personas; como lo denuncia la ‘caballerosa’ carta del tío integrista a su
sobrino jesuita progresista, publicada en el mismo número” (F.C.T., “Ilus-
tración del Clero”, El Ciervo, 138: 15).
Una manifestación protagonizada por sacerdotes en 1966, en
Barcelona, fue motivo asimismo de controversia en la sección de cartas
al director. La propia revista en el número 147 del “Apartado 12121”
anunciaba:
“Cerrado este número, la policía disuelve en Barcelona una mani-
festación de sacerdotes que trataban de entregar al inspector de
la Brigada Social una carta relacionada con los derechos huma-
nos y la denuncia de la madre de un estudiante detenido.
Debemos dejar para otro número la reflexión sobre las vehementes reaccio-
nes que alrededor de este hecho se están produciendo” (El Ciervo, 147: 19).
Las reacciones que motiva la represión policial de la manifestación
de sacerdotes se muestran con evidencia en las cartas que se transcri-
ben a continuación. El primer ejemplo acusa a los medios de comuni-
cación de dejarse influir todavía por consignas o por la autocensura, al
tiempo que, en la comparación de Estados Unidos con España, utiliza
el adjetivo democrático para aquel país y católico para éste, y da a
entender el déficit democrático español:
“Los sucesos han sido vistos desde dos puntos de mira: Los que se han
atrevido a enjuiciar duramente y siempre de una manera condenatoria, y
los que han preferido no estrenar el reciente regalo de la libertad de prensa
que nos hicieron las Cortes y, al menos por esta vez, han preferido callar
limitándose a reproducir las noticias de las agencias (...)
Por último: todo esto me trae a la memoria la tragedia contemporánea
que viven los católicos y sus sacerdotes en Norteamérica a cuenta del pro-
blema racial. ¿Es política para el clero americano ponerse al frente de una
manifestación ‘proderechos de negros’? (...) Muchos españoles, escritores
de premiada pluma, cuando han comentado noticias extranjeras han visto
cosa muy natural lo que pasa allí y la reacción de los curas yankis; allí es dis-
tinto, pensarán, es un país democrático...; pero España, que es un país tan
católico y que además no tiene negros (...) ¡En España todo es diferente!
(MANUEL VILLAFRANCO LÓPEZ, “Diferente”, El Ciervo, 148: 19).
“No estoy bien informado de los motivos que han tenido un grupo de nues-
tros sacerdotes para expresar su punto de vista sobre un determinado proble-
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