259
las carTas al direcTor en Tiempos de censura
En otros casos la información tiene un carácter más general:
“Queridos amigos, para información de nuestros lectores, os agradecería-
mos que dierais noticia de que las rutas ‘Pax Christi’ se celebrarán este año
en Bretaña, durante la segunda quincena de agosto” (UN GRUPO DE
MILITANTES DE PAX CHRISTI, “Rutas de la paz”, El Ciervo, 66: 4).
“Como presidente de la Junta Nacional de Apostolado Litúrgico me es
grato dirigirme a Ud. interesándole en la Campaña Nacional sobre parti-
cipación de los fieles en S. Misa, que la Confederación de Metropolitanos
ha declarado oportuna celebrar durante dos años” (FRANCISCO, obispo
auxiliar de Toledo, “Participación en la misa”, El Ciervo, 75: 15).
“Vosotros, lectores del Ciervo, no necesitáis presentación. Sabéis de que
se trata cuando se os anuncia que el Boletín ‘Jesús Cáritas’, que publica la
Asociación Carlos de Jesús, Padre Foucault, va a aparecer, o ha aparecido
ya en castellano” (BOLETÍN JESÚS CÁRITAS, “Foucault en España”,
El Ciervo, 77: 15).
“Os envío esta carta para daros a conocer el trabajo y el fin que se propone
Auxilia y para pediros vuestra ayuda y colaboración” (M.V., “Auxilia”, El
Ciervo, 79: 15).
Aunque estas cartas, de contenido primordialmente informativo,
podían introducir la explicación de hechos nuevos o de los que no
hubieran podido hacerse eco los artículos de la revista por que hubie-
ran implicado problemas con la censura, es en las cartas que aportan
opiniones donde se exponen razonamientos más polémicos. Estas
cartas se estructuran a partir de la defensa o la crítica de un personaje
o una situación.
En las cartas publicadas hasta el número 154 se defiende a Jacques
Maritain, Catherine Hepburn, Carmen Laforet, Miguel de Unamuno,
Pandit Nehru, Gregorio Marañón, Agostini, Davezies, John F. Kennedy
y Nikita Kruschev. Personajes, algunos de los cuales, eran víctimas del
ostracismo o considerados enemigos del régimen franquista.
“Unamuno en el Índice y precisamente en sus obras de mayor ambición: (...).
Miguel de Unamuno ha sido lectura constante de nuestra juven-
tud y nuestra madurez. En sus páginas, la belleza aliada a un gra-
to sentido humano, nos ha proporcionado momentos de auténti-
co deleite. El Unamuno celtibérico. Sus paradojas, sus volatines, su
interpretación ibérica del ser y del acontecer nos encanta (...)
259